Granada asombra cuando te observa la Alhambra
El cante jondo de Federico (García Lorca) se había institucionalizado en el aire, don Manuel de Falla se hizo universal, y el cantinero de las bodegas Castañeda ya no recita poemas ni escucha música. Sólo se concentra en las cervezas y en poner tapas y tapas, por cierto abundantes y exquisitas, y se queja de los inmigrantes que llegan por sorpresa, hambrientos y desesperados. La Alhambra no baja la mirada. Observa desde lo alto y la historia se avergüenza del tiempo.
¡Menos mal! Un poeta escribe postales desde Estambul haciendo caso omiso de la crueldad de los turcos.