Según la pericia preliminar, Volpin murió por la endoscopia

Las conclusiones de la pericia fueron comunicados ayer a los abogados de los familiares de la víctima y de los médicos
sábado, 17 de febrero de 2018 · 10:43

La periodista y legisladora porteña Débora Pérez Volpin murió por alguna mala práctica ocurrida durante la endoscopía y las maniobras de reanimación. El dato es oficial y surge de los primeros informes de la autopsia que fueron comunicados ayer a los abogados de la familia de la víctima y de los médicos que participaron en el estudio. El informe definitivo estará listo en 30 días.

Según destaca en uno de sus tramos el informe, Pérez Volpin registraba lesiones en el estómago “como si le hubieran pasado un rastrillo por dentro” y las paredes del esófago muy debilitadas.

Ayer, especialistas del Cuerpo Forense se reunieron con los peritos de las partes para explicarles cómo se harán los análisis microscópicos e histopatológicos pendientes.

Tras esa reunión se conocieron los primeros informes de la autopsia, de los que se extrae la conclusión principal según la cual la periodista murió a raíz de la endoscopía.

Los estudios que resta hacer no van a cambiar lo que ya se sabe, destacó el abogado de la familia de la periodista Diego Pirota.

El informe

La pericia trascendió ayer y afirma en sus conclusiones que “si bien la congestión y el edema pulmonar son la expresión final de una falla cardíaca, la misma es la consecuencia del barotrauma generado por el neumomediastino y el neumoperitoneo, los cuales estarían en relación con las maniobras instrumentales endoscópicas practicadas en la vía digestiva dado al hallazgo de las lesiones descriptas en esófago y estómago. Se aguardan resultados de la anatomía patológica para dar mayores detalles respecto de la existencia de perforaciones completas. Conclusión: la causa de la muerte determinada macroscópicamente ha sido congestión y edema pulmonar, neumomediastino y neumoperitoneo”.

Según destacó Pirota, “este resultado, si bien es parcial, ya demuestra que Débora fue lastimada durante la endoscopía y las maniobras de reanimación. Los resultados próximos no van a cambiar la situación”.

Como se sabe, Débora Pérez Volpin murió en la Clínica La Trinidad el lunes 5 de febrero. Tenía 50 años.

Había ingresado al sanatorio con dolor abdominal y por eso la mandaron a realizarse varios estudios, uno de ellos la endoscopía.

Cinco minutos después de comenzado el estudio sufrió un paro cardiorrespiratorio, según un comunicado que difundió oportunamente la clínica.

Una de las pericias conocidas ayer determina que “el estómago contiene 10 mililitros de líquido mucoso. Mucosa hiperémica. A nivel de la curvatura menor se observa infiltración hemorrágica. Se procede a su disección y apertura con múltiples efracciones agrupadas con características de ser longitudinales, lineales, paralelas entre sí en número de 9. Cuatro de ellas miden 12 centímetros de longitud y 0.7 de ancho máximo y cinco de ellas miden 3 cm con un ancho de 0.9 cm. Interés en el plano mucoso y submucoso. Se remite el estómago a estudio histopatológico. Toda el área está infiltrada por sangre como signo de vitalidad”.

Y agrega: “Ante la autopsia, se han realizado prácticas radiográficas que confirman la presencia de enfisema subcutáneo, neumomediastino, colapso pulmonar bilateral y neumoperitoneo. Se solicita informe radiológico”.

Estas conclusiones derivan de la autopsia macroscópica, que ya se hizo.

Ahora resta hacer la microscópica, que comprende análisis histopatológicos, bioquímicos y toxicológicos.

Por esta razón se reunieron los peritos de parte con la especialista histopatóloga (perito oficial), se sacaron muestras y se explicó cómo sería el procedimiento a seguir.

El resultado definitivo recién se conocerá en unos 30 días por el tiempo de evolución de las muestras.

La autopsia indica que en el estómago de Débora Pérez Volpin se constató “infiltración hemorrágica”, por lo que se procedió a su disección y apertura.

Cuando se lo estudió se apreciaron múltiples roturas agrupadas, longitudinales, lineales y paralelas entre sí.

Fuentes vinculadas a la investigación describieron a las lesiones en el estómago como “si le hubiese pasado un rastrillo por dentro”.

También destacaron que el esófago tenía las paredes muy debilitadas.

Se estima que la autopsia definitiva demandará 30 días.

Recién entonces se podría empezar con las indagatorias.

Se espera que declares los dos profesionales que intervinieron en el procedimiento, el endoscopista Diego Bialolenkier y la anestesista Nélida Inés Puente.

También podrían declarar profesionales que le hicieron estudios anteriores y testigos.

Comentarios