Dos amigos chilenos, un perrito y el sueño de unir la Patagonia con Alaska

Carlos Paz. Dos amigos chilenos llegaron a la costanera de Carlos Paz en el marco de un viaje soñado que los llevará a conectar la Patagonia con Alaska (Estados Unidos). Patricio y Alvaro no van solos, están acompañados por su perrito Meru, y se mueven en una camioneta que se abastece de aceite vegetal y una combi –que hace las veces de librería y cafetería- y cuenta con paneles solares.

La aventura comenzó hace algunos meses y llevan cuatro semanas en Argentina, donde aseguran que fueron recibidos afectuosamente y se hicieron de muchos amigos. En su recorrido, ofrecen venta de libros usados y la posibilidad de comprar café en granos de distinta variedad (italiano, colombiano y brasilero, entre otros) y se quedarán hasta el lunes a orillas del San Roque.

Alvaro Besnier es ingeniero comercial de la Universidad de la Frontera de Temuco, socio fundador de una agencia de turismo llamada «Tierra Chakí» y un apasionado por la naturaleza, el surf y el snowboard, en tanto, Patricio Hernández se considera un defensor de la permacultura y hace algunos años comenzó a practicar «trail running».

Junto a ellos viaja el perro Meru, quien sufrió un grave accidente a semanas de iniciar el recorrido que le provocó una rotura en su columna y lo dejó cerca de la muerte. Se lo sometió a una difícil operación que consistió en colocarle cemento en la columna para que ésta soldara y hoy camina gracias a unas ortesis fabricadas a medida que le permiten mayor soporte en sus patas traseras.

En diálogo con El Diario, solicitan donaciones a los restaurantes y bares de aceite para seguir en el camino y reconocieron que van disfrutando de los paisajes más hermosos de nuestro continente.

«Mi nombre es Álvaro y venimos desde el sur de Chile y vamos recorriendo desde la Patagonia con nuestro perrito, que se llama Meru. Tenemos la idea de recorrer Sudamérica, Centroamérica y América del Norte y llegar hasta Alaska. Vamos en un furgón que funciona con aceite vegetal de fritura, que es nuestro combustible. Nosotros le hacemos un tratamiento de limpieza y nos sirve para contaminar menos el ambiente y ahorrarnos el combustible»; relató uno de los aventureros.

«Y también tenemos una Volkswagen Combi que nos proporciona energía solar porque tiene unos paneles fotovoltaicos. La combi nos permite llevar libros usados, café de grano y otros productos para disfrutar. De esta forma, vamos viajando en nuestra casa rodante y nuestra oficina rodante y la idea es conocer las distintas comunidades, proyectos y comenzar sobre nuestra experiencia. Y conocer gente, poder aprender de otros proyectos. Hace un mes que estamos en la Argentina y nos han tratado maravilloso, estamos muy agradecidos»; agregó Álvaro, en diálogo con El Diario.

«Pasamos ahora por Carlos Paz, luego seguiremos por San Marcos y nos iremos a Buenos Aires. Vamos a quedarnos algunas semanas allí, luego continuaremos a Uruguay, el sur de Brasil y luego daremos la vuelta hasta el Pacífico, Paraguay, Bolivia y Ecuador y luego subir hasta Centroamérica.

Una camioneta abastecida con aceite vegetal

«La camioneta se mueve con aceite, que funciona como gasoil cuando está caliente. El sistema funciona arrancando el motor con gasoil y una vez que está en marcha, se cambia de sistema y el aceite se calienta antes de entrar al radiador y cuando ingresa hace la explosión y funciona como combustible. Cuando se enfría el aceite, se apaga y se repite el proceso»; contó el joven chileno.

La caravana «Tierra Chakí»

«Somos la caravana Tierra Chakí de la sustentabilidad. Somos amigos que decidimos viajar usando aceite vegetal como combustible para mover nuestra casa rodante Iveco «la Lola» y nuestra querida combi «La juanita», en un recorrido de más de 60.000 kilómetros por toda América en busca de vida, historias y nuevos modelos de convivencia»; reconocieron sobre este proyecto.