El fuego encendió la polémica por los basurales a cielo abierto en las sierras

Punilla. El voraz incendio que se registró el fin de semana pasado en Capilla del Monte y consumió más de 900 hectáreas de bosque nativo volvió a encender la polémica por los basurales a cielo abierto en el Valle de Punilla. Desde el gobierno provincial, denunciaron que hay mandatarios de la región que «no trabajan con responsabilidad» y tampoco «toman en serio el problema de la basura».

La gestión de los residuos sólidos urbanos es una problemática que todavía no encuentra solución (salvo en contados casos) y trascendió que en la Provincia de Córdoba existen más de setecientos basurales a cielo abierto. La degradación del paisaje es uno de los impactos más importantes en las áreas turísticas y la falta de control atenta contra las cuencas hídricas en muchas localidades.

Mientras que algunas ciudades como Carlos Paz lograron avanzar en la gestión de los residuos domiciliarios, otros municipios como Capilla del Monte muestran todas las deficiencias, al punto que el peor incendio del año se inició en su basural y rápidamente se extendió a campos aledaños. La irresponsabilidad del intendente Gabriel Buffoni en el manejo de la situación derivó en un desastre ambiental sin precedentes, al punto que el fiscal Martín Bertone decidió su imputación.

El año pasado, una problemática similar se vivió en Los Cocos y en Cosquín. Precisamente, ayer se produjo un incendio en las inmediaciones del basural de esta última localidad y el incendio puso en riesgo un área de bosque nativo que debería estar protegida. Desde hace 30 años, Cosquín y otras ocho localidades, Tanti, Bialet Massé, Santa María, Parque Síquiman, Casa Grande, Huerta Grande y Valle Hermoso, arrojan sus desechos en una propiedad privada y sobre la cual, la Municipalidad no tiene ninguna jurisdicción y todas las comunas, con excepción de Cosquín, pagan un canon al dueño para depositar la basura.

El secretario de Gestión de Riesgo de la Provincia de Córdoba, Claudio Vignetta, se pronunció sobre la situación que se vivió con el incendio registrado en Capilla del Monte y dijo que se trabajará junto a la Secretaría de Ambiente para intimar a los intendentes que «se extremen las medidas de seguridad». «Pasó lo que un día iba a pasar. Los vecinos se quejan desde hace una década de esto. Tratan el tema de la basura con poca seriedad»; señaló el funcionario provincial.

La realidad es que se posterga la erradicación de los basureros existentes en las sierras y sólo se produjo el cierre de algunos en la zona de Calamuchita y las Sierras Chicas. En el mes de marzo, la Legislatura de Córdoba comenzó a tratar un proyecto presentado por el bloque Córdoba Podemos para abordar la problemática y comenzar a cerrar algunos de los vertederos más contaminantes.

El crecimiento que experimentan las principales ciudades del departamento no es acompañado por una correcta planificación y el incremento de la basura en los vertederos de la zona, traerá aparejado un mayor riesgo. La resolución del problema exige una visión integral del proceso social que vincula a la población con la generación de los residuos. En ese sentido, el cierre de un basural no es una tarea simple ni fácil y requiere la implementación de un sistema de gestión de residuos alternativo, una planificación adecuada y la decisión institucional y administrativa del gobierno.

Argentina genera más de 45.000 toneladas de residuos sólidos domiciliarios diarios, de los cuales más de 4.000 toneladas son producidas por los habitantes de la Provincia de Córdoba, a una tasa de generación promedio de 1.022 kilos por habitante por día (la cual varía entre la capital -que genera 1,200 kg/hab. por día, a los 0,650 kg/hab. diarios que producen las poblaciones chicas).

El Centro Ambiental de Carlos Paz

Tras una gestión que se realizó durante varios años ante la Nación, el Centro Ambiental de Carlos Paz se volvió una realidad y está próximo a inaugurarse. Se trata de un moderno predio que reemplazará el basural a cielo abierto y posibilitará la aplicación de un sistema de recolección diferenciada de residuos y procesar toneladas de basura generadas en el sur del Valle de Punilla.

Se trata de una planta que permitirá poner fin a un basural a cielo abierto que durante décadas atentó contra las sierras y la cuenca del San Roque y que incluirá además una planta de reciclaje.