"Navidad con llaves en la copa"

Por Anahí García
jueves, 24 de diciembre de 2015 · 11:44
Momentos como la Navidad tornan reflexivas a las personas. Tiempo de balance; ocasión para pensar en profundidad; recuento de cosas hechas y logradas. En fin. Una infinitud de pensamientos que sobrevienen concatenados al verdadero sentido de la Navidad.

Junto a la celebración del nacimiento de Cristo, nacen también proyectos para encarar -en lo posible- al mismo instante. Porque aparecen planes para el año próximo a venir, y para la vida. Aunque lógicamente, para ver el fruto de esos planes, es preciso tener vida.

Se trata de la vida que se nos dio para cuidarla. Pero también de la vida de los otros, debido a que la existencia de cada uno está en manos de todos. Porque una cosa es morir porque simplemente llegó la hora, y otra, es morir por imprudencia.

La imprudencia de no cuidar la salud. La imprudencia de no alimentarse bien. La imprudencia de poseer armas. Estas y otras más -en muchos casos- son de responsabilidad compartida, entre cada persona para sí misma, y el Estado para cada una de ellas.

Pero la imprudencia de no querer imponerse un límite, forma parte de la falta de voluntad individual. Una voluntad que siempre está latente y expectante para que la llamen.

Un simple suspiro. Un simple pensamiento. Un simple sonido, como el que produce el depositar las llaves del auto en la copa, llama a la voluntad para decirle que, como vamos a conducir, no beberemos.

¿Se imaginan el mensaje claro de las llaves dentro de algunas copas que están sobres las mesas de una casa o un restaurant? Por supuesto que sí: «Hoy no bebo porque conduzco»

¿Qué tal si se adopta esta costumbre? Solamente hacen falta:

-Un plato de voluntad.

-Una taza de valentía.

-Una pizca de buen humor.

-Cocinar la idea con mucho amor.

Por el simple hecho de cuidar vidas, vale la pena llenar la copa con las llaves del auto.

¡Feliz Navidad!!!

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