«Traigo un pueblo en mi voz» y la Trova Rosarina para encender el fuego coscoíno

viernes, 25 de enero de 2019 · 09:05

Cosquín. Con un sábado para que los duendes bajen y enciendan la fiesta  comenzará una nueva edición –la 59ª- del Festival Nacional de Folklore de Cosquin y con ésta, arrancará la semana de las crónicas desveladas, los encuentros, las opiniones, los asombros y –también – las decepciones.

La cartelera del encuentro festivalero por excelencia (en donde las cosas no sólo suceden sobre el escenario Atahualpa Yupanqui-, trae algunas novedades, pero también deja entrever poco interés por recorrer en un giro de 360 grados de la actualidad de la cultura popular nacional, por lo que siguen faltando esas voces que durante el año demuestran que la música popular está en constante movimiento. Ésta se reinventa día a día, pero los festivales siguen apostando a lo que está instalado en el oído del público y claro, vende más entradas.

Cosquin no escapa a la costumbre de incluir en su grilla números que vienen recorriendo todos los escenarios durante el verano. Va a lo seguro en la taquilla, y sigue sin mostrar el recambio generacional que se produjo en la música popular de los últimos años. Si bien en la edición anterior dedicó una luna a incluir algunos nombres, este año son pocos los que llegan al escenario con nuevas propuestas, las que sí se reflejan, y están latentes en sus calles, el Encuentro de Poetas y los espacios alternativos a la Próspero Molina.

De todas maneras, este año hay algunas perlas que, en pequeñas dosis, resultarán interesantes de ver: la presencia de Pedro Aznar (siempre cercano a las formas folklóricas), Presenta Trio -la banda cordobesa que reinventa clásicos del folklore en formato rock-, y Nano Stern (el único artista internacional del festival), junto con la unión de la Bruja Salguero con Eruca Sativa como invitados, algunos de los números “distintos” de una cartelera poco arriesgada.

Los homenajes tendrán la atención de los que vienen reclamando recordatorios para artistas que han sido parte fundamental de nuestra música, como el que se le brindará a Mercedes Sosa, bajo la batuta de Popi Spatocco en la apertura de la primera luna -Traigo un pueblo en mi Voz- con una impresionante selección de músicos de todo el país; el homenaje a Jorge Marziali, fallecido apenas comenzaba el 2018 en Cuba, con su compañera Marita Londra como anfitriona, y el recuerdo del chaqueño Zitto Segovia, fallecido a edad temprana y creador de buena parte del cancionero de su provincia. Son deudas que Cosquin no pudo postergar y este año incluye en su grilla.

Los cumpleaños que nunca faltan (y que ya vienen repitiéndose en casi todos los encuentros festivaleros del verano desde hace unos años) seguirán sumándose números sin novedades: Los Manseros con 60 años, Los Guaranies con 25, Los 4 de Córdoba con 50 e invitados de origen musical diverso, como Las Pastillas del Abuelo, Guillermo Novelis (La Mosca)  y el Indio Rojas. Quizá sean números de contenido emotivo, pero repetidos para un festival que siempre queda en deuda con artistas que también celebran muchos años de carrera, han marcado hitos en la historia de la música pero que no tienen la oportunidad de ser incluidos en las grillas festivaleras.

Está claro que Cosquin siempre apuesta a interesantes propuestas artísticas que no explotan en la taquilla pero que prometen buenos momentos, como Horacio Banegas, Néstor Garnica, Nahuel Pennissi, Mario Álvarez Quiroga, Emiliano Zerbini, Peteco Carabajal, Bruno Arias, Coplanacu y Orellana Lucca, por nombrar algunos. Y también, es un buen acierto mostrar regiones musicales, a través de sus artistas, tal el caso de Coco Gómez (Chaco Salteño), Pachecos y Los Duarte, del Norte Cordobés y las “Pampas” Lucrecia Rodrigo y Ángela Irene. Pero queda en deuda con la Patagonia y el litoral, convocando escasos números representativos de esas regiones (Adrián Maggi, Patricia Gómez, Chango Spasiuk y Yoel Hernández).

Acaso uno de los números más importantes del festival no tenga origen coscoíno. Se trata de la Trova Rosarina, que llega a la primera luna, el sábado 26 de enero con Juan Carlos Baglietto, Silvina Garré, Jorge Fandermole, Adrián Abonizio, Rubén Goldín y Fabián Gallardo, de la mano de la Delegación de Santa Fe, que en los últimos años, viene sorprendiendo fuera de los clásicos cuadros de las propuestas provinciales.

La cuestión de género que atraviesa a todos los espectáculos y encuentros culturales en los últimos tiempos, no será ajena al festival de Cosquin. El reclamo de los colectivos de artistas por el escaso número de mujeres en las grillas festivaleras alcanza al festival con un porcentaje muy bajo. También estará presente el debate sobre los discursos, temáticas de canciones y posición de algunos artistas.

Con todo este bagaje, el sábado comienza Cosquin. Sonarán campanas para momentos inolvidables, y sucederán cosas únicas e inesperadas. La semana de las nueve lunas tendrá en vilo a quienes viven la cultura popular durante todo el año, y a quienes esperan el festival para conocer, y reconocerse.

 

Por Pao De Senzi

(Especial para El Diario)

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