Irlanda Ceballos, la historia de garra y corazón de la «reina del enduro»

Carlos Paz. Irlanda Ceballos tiene 8 años de edad, nació en Parque Síquiman y es una de las protagonistas del Campeonato de Enduro Provincial, donde no sólo lucha para superarse en los circuitos cordobeses sino que además enfrenta una condición cardíaca que arrastra desde su nacimiento. La historia de la niña que se destaca como piloto de cuadriciclos y sueña con volver a consagrarse campeona de Córdoba.

Desde muy temprana edad, comenzó a competir y fue ganándose un lugar entre los competidores de la región. A los seis años, empezó a correr en el circuito con un amigo con un cuadriciclo que le había regalado su papá y a formarse junto a un grupo de amigos que corría en motos. En el 2017, tuvo su primera carrera oficial en la localidad de San Marcos Sierras y logró quedarse con el título.

Este año, se encuentra liderando nuevamente el campeonato provincial y llega con un importante margen de puntos a la última fecha, que se disputará los días 3 y 4 de noviembre en Mina Clavero.

«Ella tiene un problema (foramen oval) que hace que se agite más rápido que otros nenes y que es como un soplo en el corazón. Se hace controles dos veces al años para ver si eso se le cierra y eso hace que pueda enfermarse más rápido que cualquiera, pero hasta el momento eso nunca afectó su pasión y sus ganas de superarse»; contó Gastón, su papá, quien reconoció que los médicos le recomendaron que se opere antes de los 11 años. «Por eso, siempre decimos que es una guerrera. Ella sabe lo que tiene, pero nunca se victimizó y acepta que es parte de su historia. Eso hace que se canse más rápido, pero le pone mucha garra y así logra vencer cualquier obstáculo»; agregó.

«Comenzó desde muy chica, se hizo conocida en el circuito y le dicen que es la reina del enduro. Casi no entrena, pero es muy buena en lo que hace y tiene un talento natural. Ha ganado casi todas las carreras y compite incluso con nenes más grandes de 10 y 11 años, así que es un gran orgullo y una gran satisfacción acompañarla y verla como sigue creciendo»; completó Gastón.