Pablo Lukach el andinista carlospacense que brilla en las revistas españolas

La prestigiosa revista española, "Denivel.com", especialista en temas de escalada y senderismo ha destacado en sus publicaciones las expediciones del carlospacense Pablo Lukach, y de su compañero Esteban ‘Chacho’ Pacheco.
lunes, 27 de julio de 2020 · 20:55

Carlos Paz.- Las expediciones realizadas por el andinista carlospacense Pablo Lukach, junto a su compañero Esteban ‘Chacho’ Pacheco a lugares nunca antes explorados de los andes americanos, son referenciados por la prestigiosa revista española "Desnivel.com", especialista en el tema escalada y senderismo. Lukach, es uno de los andinistas con mayor experiencia que vive en Villa Carlos Paz, aunque su residencia en esta ciudad es escasa debido a que año a año, se establece en lugares donde se congregan los expedicionarios, como lo es el el pie de Los Andes o del Himalaya.

El ex guardavidas, posteo ayer en su cuenta de Facebook, una nota publicada por la revista española " Desnivel.com" que tituló: "primera absoluta del volcán Tres Picos para Pablo Lukach y Esteban Pacheco".

En la nota señala: "Los montañeros argentinos logran la primera ascensión de uno de los últimos seismiles vírgenes de los Andes a través de una ruta bautizada como Waylla buena. Era la segunda expedición de Luckach a esta inhóspita montaña. Pablo Lukach y Esteban ‘Chacho’ Pacheco se han anotado en enero de 2013 la primera ascensión absoluto del volcán Tres Picos (6.037 m), uno de los últimos seismiles vírgenes de los Andes. Era la segunda expedición que llevaba a Lukach a esta inhóspita cumbre andina, después de la que realizó en 2010. Lukach y Pacheco se dividieron al final de la ascensión para coronar, respectivamente las cimas Sur y Oeste, las dos más altas del Tres Picos. Sus mediciones no desvelan la incógnita sobre cuál de ellas es la mayor y, por tanto, cima principal". 

El propio Pablo Lukach narra detalladamente la crónica de la ascensión a través de una difícil ruta bautizada como Waylla buena: "estamos a principios de marzo de 2010 y me encuentro abriendo la ruta de ascenso al Tres Picos en pleno glaciar oeste del Monte Pissis, el tiempo es inmejorable la cumbre se ve cerca pero sabemos que está lejos aún, el campo de penitentes del glaciar se hace cada vez más difícil de cruzar, estamos en un laberinto con grietas y paredes de hielo que hay que sortear  y tener mucho cuidado de no caer,  un accidente en este lugar tan alejado y desolado puede ser muy grave ya que no hay rescate posible, la decisión se va haciendo cada vez más previsible y decidimos retornar al C2 por la dificultad y el estado del glaciar. Cuando uno está escalando una montaña virgen y hay que abrir la ruta de ascenso estos problemas pueden aparecer y la vuelta sanos al campamento es más importante que la cumbre. Otra vez será" destaca.

El Volcán Tres Picos está ubicado al Noroeste del Volcán Pissis, para llegar a él hay que pasar hacia el oeste el enorme cordón montañoso del Pissis por el collado que lo separa del Volcán Pillán para poder llegar a la montaña. Es un lugar en el que uno se siente muy pequeño en medio de esta inmensidad: estamos a más de 110 km de la ruta más cercana, así que la distancia hasta un lugar seguro es enorme. En fin, estamos en medio de la Puna de Atacama, uno de los lugares más inhóspitos del mundo.

Segundo intento tres años después

Pablo Lukach señala que a fines de enero de 2013 con Chacho Pacheco aclimatando en el refugio de Las Grutas a 4.000 m, que está un poco revolucionado por el rescate de Ricardo, un montañista catamarqueño desaparecido en el Volcán Tres Cruces.

Compartimos el refugio con sus hijos y tratamos de animarlos en este duro momento.

"Somos solo dos montañistas en esta expedición y creo es lo mejor, ya que nos conocemos muy bien y compartimos la misma forma de ver la montaña, que es lo más conveniente para ir livianos y rápidos, clave para tener éxito en una montaña virgen tan alejada e inhóspita. Planificamos hacer 2 campos de altura para llegar lo más descansados posible al día de cumbre.

El campo base (4.850 m) es el mismo que abrimos en la expedición anterior. Planificamos el día de cumbre, está muy nevado y tendremos casi todo el camino sobre nieve y hielo. Observamos la montaña y sacamos la conclusión de que la cumbre más alta es la más alejada hacia el oeste; las demás parecen un poco más bajas, pero eso está por ver mañana cuando estemos cerca: "suena la alarma, son las cuatro y abro los ojos, Chacho está despierto hace un tiempo y me dice que la noche está perfecta, luna llena, sin viento, frío pero muy bueno para salir.

Desayunamos, preparamos todo y a eso de las cinco salimos en la oscuridad de la noche. Salimos hacia la montaña bordeando las paredes del glaciar, cruzamos la cascada de hielo al final de la lengua glacial y empezamos a subir por un acarreo mezcla de nieve y piedras. Llegamos al borde del glaciar y nos montamos empezando a subir para trazar la travesía y poder cruzarlo rumbo al cráter. Chacho va delante y al llegar a unos penitentes muy verticales y visibles veo que se da la vuelta, me dice que hay grietas muy grandes y sin fondo, imposible… Vemos la cumbre Oeste y sabemos que es la más alta, estamos seguros. Salimos del glaciar y nos montamos en el filo de la cumbre Sur; Chacho va delante y veo que tiene la cumbre al alcance de la mano, la encara por la parte más vertical. Yo decido subir la Sur, que parece tan alta como la Oeste. Seguimos abriendo huella hasta las cumbres. La subida se hace interminable: llego a lo que parece la cumbre y siempre hay más para subir, sigo y por fin llego al punto más alto.

Sin querer, nos dividimos para lograr las dos cumbres más altas de uno de los últimos seismiles vírgenes que quedaban por escalar en los Andes.

Una vez en la cumbre, los andinistas buscan piedras para hacer el promontorio y marcar la cumbre: "por mi parte, también busco piedras, escribo el papel y lo pongo con un lápiz dentro de una pequeña lata que tengo guardada de la expedición anterior de hace tres años y que por fin la dejo en su lugar. Medimos y constatamos que las cumbres tienen casi la misma altura, habrá que hacer una nueva expedición con medios más precisos para medir la altitud y saber cuál es la más alta, lindo desafío…La vista es increíble, veo a lo lejos los volcanes más altos del mundo, el Ojos del Salado, la sur del Tres Cruces, la oeste del Pissis llena de nieve, el volcán Bonete y todo el valle por La Rioja, un mar de montañas". concluye.

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