Historias de pasión.

«El Turco» Alí, el hincha más querido del Sportivo Bolívar

viernes, 31 de julio de 2020 · 11:14

Una vida dedicada a los mismos colores, un amor por la camiseta que está intacto. Alfredo «El Turco» Alí es hincha, fue jugador y hoy es presidente del Club Sportivo Bolívar, una de las instituciones más emblemáticas de Carlos Paz que fue fundada por las familias Escobar y Torres y que se hizo con el esfuerzo de tantos nombres propios que podrían colmar el estadio de Villa Domínguez.

Más allá de la pandemia y la imposibilidad de que se presten con normalidad las actividades deportivas que caracterizan al club, Alí no deja ni un minuto de pensar en Bolívar.

«Mi historia en Bolívar comenzó a los cuatro años, cuando una vecina me empezó a llevar a la cancha. Ellos vivían al lado del club, me buscaban y me llevaban. Fue sin dudas mi primer gran amor, todas las semanas me la pasaba en Bolívar, iba a ver las prácticas y todo. Recuerdo que cuando perdía Bolívar lloraba como loco, un sentimiento inexplicable»; contó a El Diario.

«Mi papá veía todos los partidos desde la galería desde nuestra casa, y yo todas las cosas que hacía en la semana las hacía pensando en Bolívar. Yo quería jugar con esa camiseta, incluso hacía promesas para que se me cumpla ese sueño. Pasó el tiempo y eso lo pude cumplir, fui jugador y pasé por todas las divisiones de fútbol del club. Con 7 años, mi ídolo era el «Cuqui» Bordolini, lo esperaba en la esquina del club y le llevaba el bolsito hasta la cancha»: agregó.

En otro fragmento de la entrevista concedida, relató: «Yo vivía por Bolívar, a los 15 años, recuerdo que el hermano de Blanquita (que era la señora que me llevaba de chiquito a la cancha) se fue a vivir a Rosario y ahí entré en su lugar y debuté en Primera. Me mandaban a marcar al mejor del otro equipo y le pegaba patadas, todo lo que podía hacer. El club empezó a cambiar mucho y para bien cuando vino Marconi en el setenta junto con otra gente también. En 1982 se hizo el contrapiso y logramos tener la sede propia. Siempre todos contentos y ad honorem, los ladrillos que hoy están en la construcción de la cancha de pelota y paleta y el cerramiento lo hicimos nosotros. En esa época, comprábamos cemento y hacíamos todo nosotros. Después vino Santa Cruz y Germanetto, que nos ayudaron muchísimo. Fue en la etapa en la que comenzó a surgir el básquet».

«Es algo muy lindo lo que pasa en Bolívar, es lindo ser hincha de Bolívar. Mi mujer siempre comprendió ese amor que yo tengo por el club, siempre fui el hincha número uno. En la actualidad, tenemos dirigentes jóvenes y muy inteligentes así que confío en que no vamos a desaparecer. Antes tenía miedo de que el club desapareciera y estuvimos cerca de que esto suceda, pero hoy Bolívar tiene una comisión directiva de lujo»; concluyó.

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