Villa Carlos Paz
Los 75 años del Club Bolívar en primera persona
«El Turco» Alí y una vida con los colores del equipo de Villa Domínguez. El recuerdo de Venancio Torres y los fundadores y el presente de uno de los clubes más importantes de Carlos Paz.El club Sportivo Bolívar celebró ayer sus 75 años de vida, una rica historia que comenzó con el sueño colectivo de un grupo de niños y vecinos históricos como Venancio Torres y la familia Escobar quienes decidieron agruparse en un equipo y representar a Villa Carlos Paz. Hoy se transformó en una de las instituciones más emblemáticas de la ciudad, por donde pasaron grandes jugadores que escribieron sus páginas más gloriosas.
La historia cuenta que la familia Escobar había llegado desde la ciudad de Córdoba y se instaló en el barrio Miguel Muñoz, donde conocieron a los Torres. Por aquel entonces, «Coco» Escobar era un niño y soñaba con hacerse de una barra de amigos para jugar al fútbol y la familia de Venancio estaba compuesto en su mayoría por varones: Urbano, Hugo, Nino, Ramón y Omar Torres.
Cuando decidieron en la casa de Escobar fundar un club, todos pasaron a incorporarse al equipo de fútbol. Los partidos se hacían en una cancha de fútbol que se encontraba en la calle Juan B. Justo. Encabezados por Venancio Torres, los Escobar y Carlos Capdevila (el último gaucho que tuvo Carlos Paz), los chicos comenzaron a junar el dinero que necesitaban y viajaron a Córdoba a comprar las camisetas y las pelotas.
Y según cuenta la leyenda, los colores de Sportivo Bolívar se deben a que cuando llegaron sólo consiguieron casacas de Vélez Sársfield, cuyo diseño coincidía con el hoy desaparecido club Bolívar de Córdoba.
Su Primera Comisión Directiva estuvo conformada por Venancio Torres (Presidente), Carlos Ñañez Dávila (Vicepresidente), Ricardo Mira (Secretario), Máximo H. Torres (Prosecretario), Juan Carlos Capdevila (Tesorero), Ricardo Sthal (Protesorero), Domingo Martino, Raúl Ceballos, Juan Pedraza, Salomón Torres y José Valdivia (Vocales).
Asimismo, sus socios fundadores fueron Ricardo Stahl, Mario Romero, Mario Farías, Luis Ponce, Zenón Valdivia, Miguel Parfeniuk, Antonio Díaz, Urbano Torres, Rubén Torres, Antonio sosa, Eduardo Charras y Armando Amorós.
A mediados de la década del ‘80, el básquetbol se incorporó a las actividades del club, formando parte de la Asociación de Villa Carlos Paz y representando a la ciudad en torneos provinciales.
Alfredo Omar Alí lleva su tercer mandato como presidente de Bolívar, la institución que comenzó a frecuentar a los cuatro de años y donde pasó toda su vida. En un nuevo aniversario del club, «El Turco» recordó a los fundadores, el esfuerzo y el compromiso que siempre caracterizó al equipo y el crecimiento logrado en los últimos años.
«Este es un club de gente que quiere al club, quienes no sienten los colores son aves de paso. Yo empecé a los cuatro años, recuerdo que me llevaba la «Blanquita» Altamirano con doña Juanita, me buscaban y me llevaban. La canchita estaba donde ahora tengo la panadería El Escondrijo, después se trasladó hacia donde está actualmente. Siempre fue un club de barrio. El primer presidente fue don Venancio Torres, él fue a buscar las camisetas para que los chicos tuviesen el primer equipo y la única que encontró fue la blanca con las líneas azules. Desde entonces, quedó ese color. Yo jugué como cebollita, después en reserva, llegué a Primera con 15 años y luego me tocó hacer el servicio militar. Cuando volví, seguí jugando en la reserva y salimos campeones. A mediados de los setenta, recuerdo que llegó Alfredo Marconi y le dio un cambio total, revolucionó el club», aseguró.
«La comisión directiva se juntaba en el bar de la estación de servicio ESSO. René Contreras era el presidente, Mario Vitere era el vicepresidente, y en esa época, recuerdo que el bar lo tenía don Nicola. Era todo a pulmón, por ahí aparecía alguno pero duraban dos o tres meses y se iban. Por suerte, hoy hacemos una reunión de comisión y hay unas 20 personas. Eso es fundamental para el club y su subsistencia. Tenemos mucha gente que nos sigue, hay padres de los chicos que van a todos los partidos y si les pedís algo, te colaboran. En el club, hay 20 personas que son fieles y son quienes lo llevan adelante. Hoy tenemos alrededor de doscientos socios y estamos en crecimiento»; agregó.
«Me acuerdo que yo iba ayudar a Mario que marcaba la cancha en esa época, después la Municipalidad nos dio una lona para que no nos vieran de afuera. Cuando perdía Bolívar yo salía llorando, era y es una pasión. Yo hoy veo a 50 o 60 chicos practicando y me emociona. Haber podido ir con mis nietos de la mano a que jueguen en el club, me llenaba de emoción. Me duele cuando veo que traen a sus hijos a un club que forma buenas personas, pero no entran al club. Muchos estacionan, bajan los chicos y se van, eso me duele. El club es mi casa y mi orgullo más grande»; reconoció El Turco.
«Casi me muero cuando rebautizaron el estadio con el nombre mío, creo que si no morí ese día, no me muero más. Nadie me avisó nada, mi mujer me corría por atrás con las pastillas por si me agarraba algo. Varias veces estuvimos a punto de desaparecer, pero gracias a Dios no fue así y no va a pasar. Hoy si tuviera que elegir alguien para que siga mi legado, sería Gaby Acosta. Es un referente del club, se lo he dicho a él, es el mejor presidente en la historia del club»; completó.