Es el primer argentino que lo consigue
Ginóbili ingresó al Salón de la Fama de la NBA y agrandó su leyenda
EE.UU. Emanuel Ginóbili agrandó anoche su leyenda en la historia del básquetbol, al convertirse en el primer argentino en ingresar al Salón de la Fama de la NBA.
El bahiense de 45 años y retirado en 2018, junto con otros doce protagonistas de la clase 2022 (como por ejemplo Tim Hardaway y el entrenador George Karl), llegaron a lo máximo, donde también se encuentran Michael Jordan, Larry Bird, Magic Johnson, Shaquille O’Neal y Scottie Pippen, entre tantos otros.
Ginóbili es el primer argentino en conseguirlo, claro, pero lejos de ensalzar sus logros individuales, su mensaje fue claro: no hubiera llegado tan alto sin el sostén de sus compañeros. No se hubiera convertido en un superhéroe con musculosa sin la inteligencia y la pasión de sus equipos de la Generación Dorada, de San Antonio Spurs, de Kinder Bolonia, de Reggio Calabria, de Estudiantes de Bahía Blanca, de Andino de La Rioja. El impulso fue personal, pero el contagio fue colectivo. Y así lo expuso en una noche muy especial.
Manu dejó un mensaje emocionante durante su discurso (fue el último en darlo), resaltando los valores del básquetbol y, sobre todo, del trabajo en equipo. Se quebró agradeciéndole a Gregg Popovich, su entrenador en San Antonio, presente en la sala.
“Lo más increíble de mi carrera es que al mismo tiempo que estaba con los Spurs tuve una fantástica carrera con mi selección, igual de divertida, igual de exitosa (…) Siempre lo hicimos todo como equipo. Aprecio cómo estuvimos tanto tiempo juntos, los campeonatos, las conversaciones, los desayunos, el jet-lag. Eso es más que amistad, eso es hermandad. Ojalá tengamos más aventuras fuera de la cancha”, dijo, entre otros conceptos.
Pero el momento más emotivo de la noche fue cuando se refirió a su padre, Jorge, conocido como Yuyo, que atraviesa por un delicado estado de salud. “Papá…, cómo me hubiese gustado que estuvieras acá, que pudieras entender lo que está pasando. Mi primer fiel y más grande seguidor. Te extraño mucho, viejito”. También hubo dedicatoria para su madre, Raquel, y sus hermanos, Leandro y Sebastián. “Gracias por aclararme el camino, gracias por la inspiración. Me empujaron de chiquitos porque yo quería ser igual que ustedes”.
Antes de la ceremonia, decenas de camisetas de los Spurs con el número 20 y del seleccionado argentino de fútbol ilustraron las escalinatas del Symphony Hall. Los fanáticos de Ginóbili, separados por una pequeña valla, disfrutaron del desfile de los distintos protagonistas por la alfombra roja. Los integrantes de la Generación Dorada aparecieron todos juntos. “Son los Beatles”, gritó un mexicano admirador de Scola y compañía. Ginóbili, que entró por otra puerta, lució zapatillas especiales para la ocasión, con el detalle de los años en los que ganó los anillos de la NBA (’03, ‘05, ‘07 y ‘14) y el oro olímpico con la selección (2004). (Con información de La Nación)