A tres años de su fallecimiento
La leyenda inmortal de Diego Maradona
Las redes sociales se llenaron de imágenes y videos de una figura icónica.
Diego Armando Maradona es considerado por muchos como uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos. Hoy se cumplen tres años de su fallecimiento y perdura un legado imborrable que recorre el mundo con sus hazañas dentro y afuera de la cancha.
Nacido el 30 de octubre de 1960 en Villa Fiorito, un humilde barrio de las afueras de Buenos Aires, Maradona comenzó desde muy joven a destacar en el fútbol. Su habilidad, destreza y pasión por el juego capturaron la atención de los cazatalentos, quienes no tardaron en llevarlo a las divisiones inferiores de Argentinos Juniors.
A los 16 años, Maradona hizo su debut en la Primera División argentina, marcando su primer gol y dejando en claro que estaba destinado a brillar en el fútbol internacional. Después de haber llegado a Boca Juniors, fue en el mundial juvenil de 1979 donde mostró al mundo su magia con el balón, liderando a la selección argentina hacia la victoria y dejando a todos boquiabiertos con su talento innato.
En 1982, Maradona se convierte en el fichaje más caro en la historia del fútbol tras ser transferido al FC Barcelona por una cifra récord en aquel entonces. Sin embargo, su estancia en el club no sería tan exitosa como se esperaba debido a una serie de lesiones y desavenencias con la directiva.
Pero fue en el Mundial de México 1986 donde Maradona alcanzó la cima de su carrera. Con la camiseta número 10 de la selección argentina, lideró al equipo hacia la gloria, marcando goles legendarios y realizando jugadas magistrales. El más recordado de ellos, conocido como "La mano de Dios", se produjo en cuartos de final contra Inglaterra, donde Maradona convirtió un gol con la mano que pasó desapercibido por el árbitro.
Pero fue su segundo gol en ese partido, donde Maradona dejó perplejo al mundo entero. Recorrió casi la mitad del campo driblando a varios jugadores ingleses, dejándolos atrás en su estela de talento y rubricando con un potente remate al arco. Ese gol, considerado por muchos como el mejor de la historia de los mundiales, le dio a Argentina la victoria y la posterior consagración.
Sin embargo, los problemas personales de Maradona comenzaron a empañar su carrera. Diversas adicciones, problemas de salud y múltiples escándalos extradeportivos marcaron los últimos años de su vida. A pesar de ello, su status de ídolo se mantuvo firme, y su influencia en el fútbol y en la cultura popular nunca dejó de ser palpable.
Diego Maradona fue más que un futbolista extraordinario. Fue un símbolo de rebeldía y genialidad, una figura que trascendió las canchas y se convirtió en un ícono mundial. Su partida deja un vacío difícil de llenar, pero su legado siempre vivirá en los corazones de los aficionados al fútbol en todas partes del mundo.