A los 54 años falleció el trovador Gabo Ferro

El poeta, músico e historiador Gabo Ferro, uno de los artistas imprescindibles de la escena argentina de los últimos quince años falleció este jueves a los 54 años.
jueves, 8 de octubre de 2020 · 19:47

“En este triste día, despedimos al adorado artista Gabo Ferro. Nos abrazarán siempre sus canciones, su poesía y su generosa sonrisa. Sabemos que es una persona y artista muy querido. Agradecemos el respeto en este momento para con sus familiares y amigxs”, con esas palabras, su mánager informó el fallecimiento de Gabo Ferro, el artista que apenas tenía 54 años. 

Poeta, músico, historiador, Ferro fue uno de los más respetados exponentes de la canción argentina en los últimos quince años. Con un estilo personalísimo, supo unificar musicalmente las más diversas corrientes de la música popular hecha en nuestro país y llevarla a un registro exquisito, marcado por el alto vuelo lírico y una versatilidad interpretativa sin parangón entre los artistas de su generación. 

En la década de los noventa, Gabo formó parte del grupo hardcore Porco, con el que participó del under porteño de la ultima década del siglo veinte y grabó dos discos, para luego retirarse de la escena, a la que se reintegró con una propuesta totalmente diferente durante el primer lustro de los 2000.

Sólo acompañado por su guitarra, en el 2005 editó el disco Canciones que un hombre no debería cantar, que sorprendió a la crítica y al público atento que lo eligió como un faro en una escena que se reinventaba en el post-Cromañón. 

Le siguieron los discos Todo lo sólido se desvanece en el aire (2006), Mañana no debe seguir siendo esto (2007), Amar, temer, partir (2008), y su primer libro: Barbarie y civilización: sangre, monstruos y vampiros durante el segundo gobierno de Rosas (1835-1852), que había sido su tesis de maestría en Investigación Histórica y había sido posible luego de un premio otorgado por el Fondo Nacional de las Artes.

Boca arriba se llamó su disco de año 2009, el año en el que también formó parte del elenco de la obra Four Walls, la niña del enfermero (de Carlos Trunsky), y lanzó Nada para el destino, el álbum que realizó junto a Flopa Lestani.

Las sociedades artísticas en sus incansables horas de trabajo continuaron en el 2010 con el disco El hambre y las ganas de comer, compuesto junto al escritor Pablo Ramos y El Veneno de los milagros (2014), junto a Luciana Jury. Su último material producido a dúo había sido en compañía del ex Natas con Sergio Ch en el año 2018 y lleva el nombre de Historias de pescadores y ladrones de la pampa argentina.

En el medio de todo eso, en 2011, había lanzado La aguja tras la máscara, su séptimo disco en seis años. Su discografía como solista se completaría con La primera noche del fantasma, en 2013; El lapsus del jinete ciego, del 2016, y Su reflejo es el lobo del hombre (2019), compuesto por canciones originales en las que exponía su visión sobre temas relacionados centralmente con el amor y la muerte.

En su canción ¿Por qué no llorás un poco?, Gabo escribió:  "La muerte no existe acá, todo esta vivo, presente. La memoria es asesina, la muerte a la misma muerte. Desembala la memoria, que no hay cosa que no sirva. Te va a servir lo amarrado y lo que anda la deriva".

Eso. Quizas sirva llorar un poco.

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