Preocupación en la industria audiovisual por la posible desaparición de Polka

martes, 25 de agosto de 2020 · 00:33

País. En casi 160 días de cuarentena, aumentó la pobreza, subió el desempleo, la inflación continuó en niveles altísimos, cerraron miles de comercios y pequeñas empresas y cambiaron incluso las prioridades de las familias a la hora de consumir bienes y servicios. No es para menos: los salarios y las jubilaciones cayeron a los niveles más bajos en 15 años y se ubican en mínimos de la región.

La industria audiovisual no es ajena a este escenario. Así quedó reflejado este lunes durante las participaciones de Ricardo Rodríguez, secretario del Consejo Profesional de TV ARGENTORES, y Sergio Vainman, autor y vicepresidente de la misma entidad, durante una sesión que se realizó en el Senado para dialogar sobre la compleja situación que atraviesa el sector y, particularmente, Polka, una de las productoras más exitosas de los últimos 20 años cuyos cimientos fueron corroídos por el coronavirus y la cuarentena.

“Polka, sin dudas, fue históricamente una de las empresas más importantes de la historia audiovisual de Argentina. Se formó en 1994 y realizó 35 series, coproducciones con Netflix, HBO, Fox, Turner, Flow, 42 novelas, 20 películas –entre ellas El hijo de la novia–, y 23 obras de teatro”, introdujo Rodríguez ayer ante senadores y otros representantes del sector.

“Durante muchos años –continuó– produjo por lo menos dos novelas por año. Ninguna empresa en Argentina llegó a producir lo que produjo Polka y yo tuve la posibilidad de trabajar en la empresa varias veces, hice tres o cuatro novelas”.

“Estamos preocupados por la situación de nuestros autores porque no tienen trabajo. Esto no va a cambiar y va a ir de mal en peor. Lo que vamos a lograr con nuestros creadores es que terminen trabajando para afuera. Nosotros formamos autores en universidades de primer nivel. Y estos autores se están yendo a trabajar afuera porque no tienen trabajo acá. Eso está pasando hace bastante tiempo. Hoy es mucho más fácil trabajar para el exterior y hay mucha gente que trabaja desde acá escribiendo series y películas. La situación de nuestros trabajadores va a empeorar si nosotros no generamos las leyes que necesitamos para que nuestros trabajadores y nuestros creadores puedan estar representados”, describió.

Rodríguez no es la primera figura pública que hace hincapié en la necesidad de modernizar leyes vetustas que fueron concebidas y pensadas para otra Argentina, donde no existían las infinitas posibilidades de creación y difusión de contenidos que hay en la actualidad. Liderados por Gastón Soffritti y Peter Lanzani, hay una generación de actores jóvenes que conformó la Asociación Civil de Trabajadores del Arte que pretende generar conciencia sobre la necesidad de avanzar hacia regulaciones y convenios laborales modernos que le permitan a la industria televisiva ser más competitiva.

Mario Pergolini, dueño de varias compañías vinculadas a contenidos audiovisuales y un productor experimentado que suele tener una mirada innovadora, también habló públicamente sobre la necesidad de avanzar en una reforma laboral que les permita a los empresarios generar más fuentes de trabajo y a los trabajadores tener diversas fuentes de ingreso. “Están legislando sobre cosas tecnológicas con un pensamiento de los 60?, graficó.

El mismo criterio puede trasladarse a otras ramas del arte en donde se discute cómo dejar atrás viejas normas burocráticas y prácticas sindicales que sólo ponen obstáculos a inversores locales e internacionales que en otro contexto y bajo otras reglas de juego apostarían sin dudar al talento argentino.

Sergio Vainman, uno de los cerebros junto a Jorge Maestro que dejaron huellas en varias generaciones con éxitos como Amigovios, Clave de Sol, La banda del Golden Rocket, Montaña Rusa –entre otros– planteó un punto de vista similar durante el debate organizado este lunes en el Congreso: “Que desaparezca Polka es una situación trágica para sus trabajadores, pero que desparezca la última productora audiovisual importante del país es una catástrofe para la industria. Me parece que hay que verlo en ese sentido. Nuestra producción audiovisual ha venido decayendo en los últimos años hasta convertirse prácticamente en nada. Hoy es nada”.

Y agregó: “Nuestra industria audiovisual está castigada. Está prácticamente desierta y no quiero ser apocalíptico, pero el destino de aquellos que trabajamos en la industria audiovisual es muy incierto. Nuestra situación es una situación terminal. Cuando digo terminal, no quiero ser apocalíptico, simplemente estoy describiendo un hecho de la realidad. No existe la posibilidad en la Argentina de poder reconstruir la industria audiovisual si no aparecen leyes y regulaciones que nos permitan a nosotros tener las herramientas necesarias para que esto se lleve a cabo”.

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