Llega «The Lyrics», la autobiografía en canciones de Paul McCartney

sábado, 30 de octubre de 2021 · 14:55

Reino Unido. Noviembre de 2021 asoma como un mes muy beatle. Poco después del estreno de la miniserie McCartney 3, 2, 1 y poco antes del esperado documental Get Back de Peter Jackson, que sube a Disney+ el jueves 25, el mes comienza con el lanzamiento de The Lyrics (Las letras), 960 páginas en dos tomos con 154 canciones de Paul McCartney, de los Beatles a su carrera solista pasando por Wings, comentadas por el mismísimo caballero de la corona británica.


Y el viernes 5, tres días después de la salida del libro, una muestra sobre The Lyrics abrirá en la British Library. Contendrá, hasta marzo de 2022, “materiales nunca exhibidos del archivo personal” de McCartney, para “celebrar la vida y el arte de uno de los compositores e intérpretes más exitosos del mundo”, sintetizó la biblioteca. Son manuscritos y fotos desde 1956 hasta el presente, el mismo arco de tiempo que cubre el libro que publican Allen Lane en el Reino Unido y Liveright en los Estados Unidos.


“Incontables veces me han preguntado si iba a escribir una autobiografía, pero nunca encontré el momento”, escribió Sir Paul en el prólogo del libro. “Lo único que siempre me las he arreglado para hacer, en casa o de gira, es escribir nuevas canciones. Sé que a algunas personas, cuando llegan a cierta edad, les gusta revisar un diario para recordar los hechos cotidianos del pasado, pero yo no tengo cuadernos así. Lo que tengo son mis canciones, cientos de ellas, que comprendí que pueden cumplir el mismo fin. Y estas canciones recorren mi vida entera”.


La historia de “Eleanor Rigby”


Un anticipo de The Lyrics publicado en The New Yorker cuenta que cuando McCartney era un boy scout, participaba en una actividad anual, Bob-A-Job Week, por la cual los niños recibían un chelín a cambio de ayudar a los vecinos a cortar el pasto, pasear el perro, hacer dormir a los bebés, limpiar ventanas u otras tareas menores. Así conoció a muchas mujeres mayores, explicó:


Quise escribir una canción que las resumiera a todas. “Eleanor Rigby” está basada en una señora mayor con la que me llevaba muy bien. Ni siquiera sé cómo la conocí, pero solía ir a su casa, y no solo una vez o dos. Descubrí que ella vivía sola, así que iba sólo para charlar, lo cual es bastante inusual si pensamos que yo era un adolescente de Liverpool. Más tarde me ofrecí a hacerle las compras. Me daba una lista y yo traía las cosas, y nos sentábamos en su cocina. Aun hoy recuerdo vívidamente la cocina porque tenía una pequeña radio de galena. Así que la visitaba y las historias que le escuché me enriquecieron el alma e influyeron las canciones que escribiría luego.


La canción, agregó, fue “escrita a conciencia para evocar el tema de la soledad, con la esperanza de que podríamos hacer que los oyentes sintieran empatía”. La letra comienza: “Eleanor Rigby / recoge el arroz en una iglesia luego de una boda / Vive en un sueño”. Analizó:


Es un poquito extraño andar recogiendo arroz luego de una boda. ¿Significa eso que ella era una empleada de limpieza, alguien que no recibe invitaciones a bodas y que sólo ve las celebraciones de lejos? ¿Por qué haría eso? Quise que fuera más emotivo que simplemente alguien que va a limpiar, así que se trató más bien de alguien que se sentía sola. Alguien que difícilmente tendría su propia boda, que sólo soñaría con eso.


La idea de que Eleanor Rigby guarda la cara “en un frasco junto a la puerta” proviene de la inquietud que le causaba a McCartney ver con qué frecuencia su madre se humectaba la cara con Nivea. “Esa es la crema facial en la que pensé al describirlo”.


Allen Ginsberg le dijo que era un gran poema, recordó: “Así que me quedo con Allen. Él sabía. Otro admirador temprano de la canción fue William S. Burroughs, quien, desde luego, también fue a parar a la portada de Sgt. Pepper”. Cuando Burroughs escuchó la versión final de “Eleanor Rigby” se manifestó “impresionado por la gran cantidad de narración que había metido en tres versos”. Para McCartney esa letra fue también un salto cualitativo: “Lo sentí como un avance lírico, una canción más seria”. (Infobae)

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