Compraron un cuadro por internet y era un Rafael, que vale millones
Coleccionistas franceses compraron el cuadro por internet este año sin conocer su historia, y expertos franceses e italianos acaban de autenticarlo como una obra maestra del pintor y arquitecto italiano del Renacimiento Rafael Sanzio que data de su encuentro con Leonardo da Vinci hacia 1505.
“Cuando la vi por primera vez en una foto en internet, esta Santa María Magdalena me cautivó inmediatamente”, cuenta uno de los coleccionistas que pidió el anonimato. Lo compraron a una galería londinense por 30.000 libras esterlinas (unos 37.000 dólares).
“Cuando llegó, verla me resultó aún más conmovedor, aunque estaba muy sucia”, recuerda. Pensando que se trataba de un cuadro de la escuela de Leonardo da Vinci, solicitó la opinión de Annalisa Di Maria, miembro del grupo de expertos de la Unesco en Florencia (Italia), que autenticó la obra en septiembre.
Esta reasignación “no cambia en nada su belleza espiritual”, añade este treintañero, coleccionista como su padre, que desea compartir el descubrimiento “excepcional” con el gran público confiándolo a un museo.
Las conclusiones de los expertos, consultables en línea, fueron publicadas por la revista especializada “ISTE, Open Science, Arts et Sciences”, cuyo comité editorial incluye a Philippe Walter, director del Centro Nacional de Investigación Científica francés y antiguo director del laboratorio del Louvre.
Tras innumerables análisis, entre ellos la visualización mediante luz infrarroja de las capas de carbono ocultas por los pigmentos de pintura, se pudo atribuir el cuadro a Rafael, nombre afrancesado de Raffaello Sanzio (1483-1520), explica Di Maria.
Estos análisis, “basados en los últimos avances de la ciencia pusieron en evidencia los ‘arrepentimientos’, es decir los reajustes ejecutados por el pintor hasta la versión final de la obra. También su técnica del ‘spolvero’, la transferencia de un dibujo de un primer soporte al soporte final”, como con la Gioconda de Da Vinci, detalla la experta.
Se catalogaron otras dos versiones de la Magdalena, una de ellas es atribuida al Perugino, maestro y luego colaborador de Rafael.
La pintada por Rafael sobre un panel de álamo en formato 46 x 33 cm es “de una gran maestría y de una increíble finura de ejecución que, sumada a los elementos científicos, atestiguan que el retrato proviene de este genio”, subraya Di Maria.