Ellos cantan, Villa Tulumba, los junta

La tarde noche del sábado, en Villa Tulumba, se disponía a ofecr un menú típico de actividades. Los turistas de dividían las ofertas musicales, culturales o simplemente pasear por las calles repletas de sosrpresas artesanales.

En uno de los establecimientos gastronómicos iba a cantar el reconocido grupo, uno de los más representantivos de la zona norteña, Los Pachecos. El lugar se llenó. a nadie le importaba los nubarrones que amanezaban con hacer crecer el río Suncho de un golpe.

Y todo estaba preparado, la prueba de sonido, la gente con ganas de bailar chacareras y disfrutar la buena música de los grandes artistas, desde su poesía hasta su canciones, desde Atahualpa Yupanqui, hasta Ica Novo, pasando por los hermanos Di Fulvio, Suna Rocha, entre tantos.

Pero, la amenzana de las nubes pasó a la acción y el diluvio, si bien, no fue universal, alcanzó para suspender la presentación de Los Pachecos, que debieron improvisar una guitarreada informal. 

Entre las mesas apareció el mítico guitarrista José Pachecho con su compañera de vida y cantante, y se sumó Herrera, el guitarrista de la casa restó hasta que fue invitado el virtuoso cantautor Alberto Muñoz, quien estaba compartiendo una mesa con su familia y el escritor Pedro Solans. 

Alberto Muñoz y Pedro Solans en la peña del norte cordobés.

Alberto Muñoz y José Pacheco.

Tres temas fueron suficientes para levantar el aplauso de la gente. José Pacheco y Alberto Muñoz, excelsos cultores de la música del norte cordobés.