Domingo 8 de diciembre, Patio de los Herrero, Cosquín
Celebración de Cristina Coste de Herrero
Por Aldo Parfeniuk
“Y desde donde estés siendo….mientras yo esté en mí, y tú estés en ti, ambas seremos una” dice una de las tantas frases dejadas al pie del blanco rosal plantado el domingo a un costado del umbral del Patio de los Herrero: la casa de Cristina Coste de Herrero, magistrada, luchadora social y cultural y vecina ejemplar de Cosquín, tempranamente fallecida el 11 de marzo de este año, y a quien el 2 de diciembre le hubiésemos festejado el cumpleaños que, finalmente, este último domingo, terminó siendo una multitudinaria y emotivísima recreación y celebración de su vida, de esa vida que sonriendo solidaria y alegre por los cuatro costados, se le fue demasiado rápido de las manos. De esa vida que ahora anda iluminando rostros, alimentando corazones, no solamente en los muchos que en diferentes eneros anduvimos por su Patio, sino en gente hermosa de todo el país y de países hermanos, reconocida o anónima, y que en algún momento pasó por Cosquín; y fue feliz destinataria de su mirada, de su sabia escucha y de su palabra de amor.
Como no podía (porque no cabía) ser de otro modo, bajo la arboleda que cobijara tanta música, danza y poesía memorable (en distintos momentos por allí pasaron Ernesto Cardenal, Antonio Preciado, Jorge Bocanera, Edgar Morisoli, Teuco Castilla, Jorge Marziali, Ramón Ayala, Ariel Petrocelli, Nahuel Porcel de Peralta, Carlos Pino, Pancho Cabral, por nombrar a los más conocidos…) el domingo se dieron cita artistas populares amigos y admiradores de la dueña de esa auténtica Fábrica de Amigos del barrio Villa Pan de Azúcar de Cosquín: le declamaron, cantaron y bailaron: Silvia Barrios, Paola Bernal, Adriana Tula y Peter Wurschmidt, Casiana Torres y Martín Castro, Miguel Vera, Hugo Rivella, Pina Elorriaga, Silvia Zerbini, Nahuel Porcel de Peralta, Fredy Martino, Hugo Scotto, Rodolfo Tubo Moya, Diego Massimini y Daniel Viola, quien transmitió directamente para una FM de Buenos Aires. Silvia Coggiola armó y expuso una excelente muestra fotográfica que prolongó la sonrisa de la Cristi a lo ancho y a lo largo del Patio. El resto de emocionados amigos, todos hermanados, le pusimos coro y aplausos a la entrega de artistas tan prestigiosos, autoconvocados para homenajear a la inolvidable amiga cuyo nombre -como certeramente dijera alguien- ya significa encuentro