A 17 años del golpe de Abril

Chávez tú no eres Allende -Chávez; tú no mueres hoy

miércoles, 10 de abril de 2019 · 19:26

Por Rodolfo Carballo

 

A las 00:38 a.m. un edecán, algo ansioso, le dice a Chávez: “Presidente, tiene una llamada del Comandante Fidel Castro”. Chávez coge el teléfono de inmediato. Desde temprano en la tarde del 11 de abril Fidel había estado tratando de comunicarse con él y sin perder tiempo se interesa por conocer la situación en ese minuto. Chávez le responde: “Aquí estamos en el Palacio atrincherados. Hemos perdido la fuerza militar que podía decidir. Nos quitaron la señal de televisión. Estoy sin fuerzas que mover y analizando la situación. Tras varios minutos de intercambio de información, a sabiendas que ambos se respetan y entienden cómo actuar en momentos difíciles, Fidel insiste ¡No dimitas, no renuncies, no te inmoles! En palabras del propio Presidente Chávez: “Sí, la noche anterior pues, unas horas antes, yo todavía en el Palacio, ya cayendo, hundiéndome, Fidel logra, yo no sé cómo logró Fidel comunicarse conmigo, porque nos estaban saboteando electrónicamente, los yanquis tienen tanta tecnología que los teléfonos celulares no funcionaban, las líneas estaban colapsadas. ¡Eh! Y no sé cómo hizo Fidel, pero él logró, Fidel Castro un teléfono: ¡Aló! Y Fidel. Después que hablamos como tres minutos me dijo: “Bueno, yo no sé muy bien lo que vas a hacer...”. Algo así me dijo. Pero me dijo: “Chávez, tú no eres Allende —y me dio prácticamente una orden—. Chávez tú no mueres hoy, tú no mueres hoy, Chávez. Haz lo que quieras, pero tú no mueres hoy, aquí te espera tu pueblo”, me dijo. Este dialogo urgente entre Chávez y Fidel en la madrugada del 12 de abril del año 2002 durante los tensos momentos del golpe de estado en curso, evocaba 29 años después, aquel trágico ataque a la Moneda donde caería Salvador Allende, presidente constitucional de Chile. El valor de estos dos gigantes, Chávez y Fidel, fue comprender que la historia no necesariamente se debía repetirse de manera trágica, si sus líderes pueden tomar las decisiones acertadas en el momento decisivo. Las circunstancias históricas eran comparables, en tanto en cuanto, ambos procesos buscaban transformaciones populares revolucionarias por la vía pacífica y electoral. La de Chile en los años 70 del siglo XX; en el caso venezolano en los inicios del siglo XXI. La comparación entre los procesos revolucionarios de Chile y Venezuela siempre ha estado presente en los análisis políticos. Era inevitable, aunque podríamos decir que los liderazgos de Allende y Chávez provenían de distintas extracciones. El propio Fidel Castro, que a ambos llegó a conocer profundamente, le daba sus impresiones al periodista Ernesto Villegas en el año 2000 a raíz de la una visita del líder cubano a Venezuela. Chávez para entonces aún no se proclamaba socialista; simple bolivariano, revolucionario y cristiano. Fidel Castro respondió que son “dos mundos diferentes”.1 ”Allende era un gran y honesto dirigente, un hombre de izquierda de verdad, en la teoría y en la práctica, nacido en las filas de la izquierda, que tenía el apoyo del pueblo y la oposición de E.E.U.U. Se produce el singular fenómeno de esta revolución Chávez no nació como Allende de las filas de la izquierda, sino a través de sus propias meditaciones 1 Ernesto Villegas Poljak. Abril golpe adentro. Ed. Galac 2009. Pág. 35 sobre lo que observaba en su país surgió de las filas de los militares venezolanos”. El hecho era que estos líderes provenían de distintas extracciones, que los procesos se desarrollan casi con tres décadas de diferencia y que para los inicios del siglo XXI ya se habían pasado los tiempos de golpes militares clásicos. Aún rondaba en la conciencia de los revolucionarios de nuestraamérica aquella experiencia frustrada violentamente. El propio Villegas cita a Gabriel García Márquez sobre Allende “su virtud mayor fue la consecuencia, pero el destino le deparó la rara y trágica grandeza de morir defendiendo a bala el mamarracho anacrónico del derecho burgués, defendiendo un Corte Suprema de Justicia que lo había repudiado y habría de legitimar a a sus asesinos, defendiendo un Congreso miserable que lo había declarado ilegitimo pero que abría de sucumbir complacido ante la voluntad de los usurpadores defendiendo la libertad de los partidos de oposición que habían vendido su alma a fascismo, defendiendo toda la parafernalia apolillada de un sistema de mierda que él se había propuesto aniquilar sin disparar un tiro”.2 En los aciagos momentos de 11 de abril de año 2002, con un golpe en desarrollo las opciones planteadas eran varias: ¿Renunciar como exigía el generalato?, ¿resistir hasta la muerte como Salvador Allende tal cual propone su ministro Defensa José Vicente Rangel? ¿Evitar a todo trance ese desenlace heroico pero inútil y preservar la vida como le aconseja Fidel Castro? ¿Negociar con los golpistas? ¿Entregarse? Ante estos dilemas de la madrugada del 12 de abril del año 2002, Chávez le diría a una periodista de la TV1 colombiana “yo aprendí los principios básicos para un comandante. Cumplir la misión pero colocando en la balanza la vida de sus hombres. No puedes perder la racionalidad, llevarlos por un barranco y producir una mortandad innecesaria”. Aquello era según dijo, un gran dilema. “No era fácil para uno Presidente, soldado, entregar el arma y aceptar ir prisionero. Tenía la opción de trasladarse a otra ciudad o a otra zona de Caracas con 300 0 500 hombres armados. Y llamar al pueblo a la pelea, pero tal vez sería el primer paso a la guerra civil”. En todo caso el comandante Presidente Chávez entendía que entregarse, como al final lo decidió, era una riesgo a tomar “para hablarles a los golpistas mirándoles a los ojos”; le daba tiempo, exponía a contradicciones a los generales alzados a la constitución y en definitiva, tenía plena confianza en la mayoría de los cuadros medios de las fuerzas armadas y en el pueblo que responderían ante tamaño desafío histórico. Golpe por todos los medios El presidente Chávez fue comprendiendo tempranamente que los golpes de los nuevos tiempos ya no eran las clásicas asonadas militares o invasiones de marines gringos “porque el golpe aquí no fue un golpe, fueron cien golpes, golpe militar, golpe mediático permanente, todos los días; terrorismo, golpe económico, golpe petrolero. El golpe perfecto pues, la combinación de todos los golpes en uno, el golpe que nos dieron a 2 Gabriel García Márquez. Chile, el golpe y los gringos. Cuadernos Alternativa. Ed. Latina. Bogotá 1974. nosotros, los cien golpes. Pa’ escribir no sé cuántos libros y hacer no sé cuántos documentales”.3 Luis Britto García escritor, periodista, intelectual en su libro Dictadura Mediática4 afirma que “en otros tiempos era condición del éxito de un golpe de Estado mantenerlo en secreto. En la mediocracia, su triunfo depende de que se divulgue saturativamente su inminencia, hasta que el público lo acepte como hecho cumplido. Es lo que se llama “crear la matriz de opinión”. Lo cierto que a Hugo Chavez, tempranamente, los medios de comunicación comenzaron a satanizarlo como militar golpista, tirano, autoritario, enemigo de la libertad a pesar que ningún medio fue clausurado o censurado por las campañas sucias cotidianas. El propio Britto García cita al escritor Eduardo Galeano con su proclama La máquina “la máquina dió manija al golpe de Estado que intentó voltearlo. No por su estilo mesiánico, ni por su tendencia a la verborragia, sino por las reformas que propuso y las herejías que cometió. Chávez tocó a los intocables. Los intocables, dueños de los medios de comunicación y de casi todo lo demás, pusieron el grito en el cielo. Con toda libertad, denunciaron el exterminio de la libertad. Dentro y fuera de fronteras, la máquina convirtió a Chávez en un “tirano”, un “autócrata delirante” y un “enemigo de la democracia”. Contra él, estaba “la ciudadanía”. Con él, “las turbas”, que no se reunían en locales sino en “guaridas”. Se desatan los demonios fascistas Los eventos desarrollados a partir de que el Presidente prisionero es llevado a Fuerte Tiuna, sede del Ministerio de Defensa, sacan a relucir de manera concentrada, el odio, la insensatez y el revanchismo acumulados por las clases dominantes. Además muestran como los golpistas fueron improvisando sobre la marcha, un entramado jurídico legal de algo que estaba signado por la ilegalidad desde su nacimiento. A pesar de que las primeras noticias divulgadas eran que Chávez había renunciado, lo cual no era cierto, tendrían que justificar de como la línea de sucesión - vicepresidente, presidente de la Asamblea Nacional, presidente del Tribunal Supremo - podía ser sorteada hasta desembocar en el nombramiento de Pedro Carmona, dirigente patronal, sin caer en la inconstitucionalidad de los actos. Se discutía si había un vacío de poder, una junta de transición, o que la iglesia había sugerido el nombre del empresario. La avanzada de los medios de comunicación privados fue feroz y se jactaban de su triunfo en las cadenas televisivas privadas. Este exitismo triunfalista se traslada a otros medios como El Universal que titula Se Acabó, en Ultimas Noticias destaca Chávez se rinde, Chao Hugo en el diario Tal Cual, con una contratapa sugestiva e inquisidora ¿Dónde está Bernal? en referencia al alcalde metropolitano. Así comienza un plan de delaciones a los dirigentes bolivarianos instrumentados por los medios de comunicación. 3 Entrevista al Comandante Presidente Hugo Chávez por parte del Senador argentino Daniel Filmus, para el programa “Presidentes de Latinoamérica”, del canal 7 de Argentina. 06/06/2009. 4 Luis Britto García. Dictadura mediática Dictadura mediática en Venezuela. Colección Tilde Ed. Correo del Orinoco. Pág. 22. En cuestión de horas los demonios fascistas se desatan. El primer linchamiento mediático es contra el Ministro de Relaciones Interiores y Justicia, Ramón Rodríguez Chacín, quien es sacado a empujones de su hogar y expuesto a la turba encabezada por Henrique Capriles Radonsky, alcalde de Baruta y Leopoldo López, alcalde de Chacao. A pesar que el ministro insistió que lo sacaran por el sótano, la intención era exponerlo al escarnio público frente a la avidez de las cámaras de televisión ¡Asesino, asesino! Un espectáculo típico de las hordas fascistas cuyas imágenes le dieron pronto la vuelta al mundo. Igual suerte tuvo el diputado Tarek William Saab, poeta e histórico defensor de los derechos humanos (actual fiscal de la Nación) que, a pesar de su inmunidad parlamentaria, es detenido en su residencia bajo la sugestiva presencia de las cámaras de la televisión. En el interior del país, el gobernador de Táchira, Ronald Blanco es destituido y hecho prisionero por los jefes militares del lugar, no sin antes denunciar valientemente que hay un golpe de Estado. Algo similar ocurre con el gobernador de Mérida, Florencio Porras, y se intenta hacer lo mismo con Luis Reyes Reyes, titular de Lara, quien moviliza al pueblo y los generales golpistas no pueden tomarlo preso. En el estado de Zulia el gobernador opositor Manuel Rosales declara ante las cámaras de Urbe TV –una planta regional– que ‘todos los miembros de los círculos bolivarianos’ serían detenidos preventivamente en ese Estado. En pocas horas el nuevo régimen encierra centenar y medio de ciudadanos, entre ellos representantes y gobernadores electos. En contraparte, en tres años Chávez, no había tenido un solo preso político. Asedio a la embajada cubana El evento de mayor impacto durante las horas del golpe fue el asedio y la defensa de la embajada de la República de Cuba. Según el embajador Sánchez Otero5 durante las primeras horas del 12 abril “un conocido terrorista de origen cubano realiza una llamada telefónica a la embajada. Afirma: “Soy Salvador Romaní, y me dirijo hacia la embajada a tomarla con un grupo de personas”. De ese modo comienza la hora cero del plan fascista contra Cuba, sincronizado y coordinado por los jefes de Romaní en Miami con sus contrapartes de Venezuela”. Asimismo aparece en la puerta principal de la embajada otro connotado terrorista: Ricardo Koesling abogado venezolano ligado a las peores causas y a sueldo de la mafia cubana, anuncia la llegada de muchas personas en virtud de la supuesta presencia en la embajada del vicepresidente del gobierno derrocado Diosdado Cabello y otros dirigentes del régimen. Asimismo denuncian la llegada a la embajada de armas que pretenden incautar. A pesar de los intentos del alcalde Capriles Radonsky de inspeccionar la embajada, quedaba para los anales de la historia la resistencia heroica al golpe, la actitud decidida de los cubanos de defensa de su territorio y la satisfacción del deber cumplido. El éxtasis de la coronación Entrada la tarde del 12 de abril el salón Ayacucho es un hervidero de gente. Ya han sido eliminados de la escena los cuadros de Bolívar y Chávez y el patético momento mostraba la euforia de los presentes, alto mandos militares, obispos, empresarios, políticos de 5 German Sánchez Otero. Abril sin censura. Ed. Correo del Orinoco. Pág.179. derecha, algunos renegados de izquierda, civiles emperifollados con sus mejores trajes de gala, todos sonrientes y prestos en aparecer ante las cámaras. Se desnudaba esa variopinta elite burguesa que de una u otra manera habían apostado a que se caída del “dictador”. En un santiamén se eliminan todos los Poderes Públicos y para coronar la ceremonia un patético Pedro Carmona se auto-juramenta con la mano alzada y con el breve texto en la otra “¡Yo Pedro Carmona, en mi condición de presidente del gobierno de transición de la República de Venezuela, juro ante Dios Todopoderoso, ante la Patria y ante todos los venezolanos restablecer la vigencia de la Constitución de la República de Venezuela de 1999……” En el mismo acto, se recurría a la Constitución para violentarla, y en nombre de unos 400 personajes que estampaban con su firma en el Acta de Gobierno de Transición, expresando la voluntad de esa elite burlesca y cortesana por sobre el pueblo que había votado reiteradas veces por Chávez. Ese mismo pueblo que comienza a entender que el presidente legítimo no ha renunciado y que estábamos en manos de unos bandidos golpistas y usurpadores. Con la visita al Palacio de Miraflores del embajador norteamericano Charles Shapiro junto a Manuel Viturro Torres, embajador de España, son los primeros países en reconocer al presidente de facto. Luego lo haría la República de Colombia. Chávez se comunica desde Turiamo En la madrugada del 12 de abril el Presidente prisionero es trasladado a la base militar de Turiamo en el estado de Aragua. La base carece de señal telefónica lo que limita aún más sus comunicaciones con el exterior. El día 13 de abril escribe algunas palabras y ha convenido con uno de sus custodios arrojarlo a la papelera para que comenzara a circular por Venezuela y por el mundo. Alcanza a escribir una pequeña pero contundente esquela que llagaría a manos de los militares leales en 42 Brigada de Paracaidistas de Maracay, donde sería leída ante una multitud que había rodeado la plaza. El breve texto escrito con bolígrafo rojo el comandante Chávez se aferra a una sola idea, alertar a quien quiera escucharlo, que no ha renunciado. Turiamo, 13 Abril 2002 a las 14:45 hrs. Al pueblo Venezolano (y a quien pueda interesar) Yo, Hugo Chávez Frías, Venezolano, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, declaro: No he renunciado al poder Legítimo que el pueblo me dió. ¡¡Para siempre!! Hugo Chávez F. Esa misma tarde el Presidente prisionero era trasladado nuevamente en helicóptero, esta vez a la isla de la Orchila, a 180 km de Caracas sede de la casa vacacional de la Presidencia. Iba a bordo el cardenal Ignacio Velazco. No estaba claro cuál era el plan, mandarlo al exterior o matarlo. El propio Presidente prisionero relataría “y en esa oscuridad, y al filo de la medianoche, de la oscuridad de un monte, así, salen unos soldados, los soldados no sabían que era Chávez el que estaba ahí, y lo iban a matar a Chávez, no eran los soldados, unos mercenarios, civiles algunos y otros militares traidores, estaban ahí; y un helicóptero. Nunca se me olvida, la lucecita del helicóptero y la pala prendida, porque era para tirarme ahí e irse, era la orden que salió de Washington, y salió de Miraflores replicada. Y de repente de la oscuridad, cuando los soldados ven que es el Presidente que está ahí, que es Chávez, entonces se acercan: ¡Chávez! Y vienen aquéllos, y sale un hombre con un fusil, ¡ras, ras! Y dijo: “Si matan a este hombre aquí nos matamos todos”. Ahí resucité, yo estaba muerto ya. Mi muerte estaba escrita, se escribió en Washington [risa]. Fidel... Se pudo cumplir la orden que me dio Fidel esa noche”. En La Orchila se producen los últimos intentos de persuadir al Presidente prisionero para que renuncie bajo la presión bendita del cardenal Ignacio Velazco, del General Godoy Peña de Justicia Militar, supuesto garante del acuerdo y el coronel Julio Rodríguez Salas. La discusión discurría sobre sí renunciaba, o si había abandono de cargo, pero en cualquier caso debía ser avalado por la Asamblea Nacional. Seguían en el mismo punto desde hace dos dias pero sus interlocutores ya no lo hacían con la misma convicción. Todos en la Orchila están al tanto de lo que estaba pasando en Caracas y Maracay. Los golpistas, informados por sus mandos superiores y Chávez por algunos confidentes que se había ganado, entre ellos el comandante de la Armada en la Orchila, que le advierte “mi comandante, no renuncie que las guarniciones están alzadas y todo está controlado”. Esta advertencia cierra la discusión y los emisarios no ponen resistencia a la decisión. En esa circunstancia Chávez es informado que los helicópteros venían en su rescate bajo el operativo Restitución de la Dignidad Nacional. Minutos después le informan al comandante presidente prisionero que tiene una llamada —El ministro de Defensa —responden. —No quiero hablar con ese almirante —le dice Chávez, pues cree que es el golpista Ramírez Pérez. —No, no, es su ministro de Defensa, el doctor Rangel. Al oír la voz radiante de José Vicente desde el celular, Chávez ve salir el sol en la mitad de la noche: —Bueno, Hugo, te estamos esperando. —Pero dime, vale, ¿dónde estás tú? —Aquí en el Ministerio de Defensa; la Guardia de Honor y el pueblo han retomado Palacio, tenemos a Carmona y a los generales golpistas presos, todo está bajo nuestro control. Para allá van los paracaidistas a buscarte, deben estar cerca, te estamos esperando, el pueblo está en la calle, cuídate mucho… Así se llegaba a los últimos tramos de una historia con un final victorioso y lleno de pasión patria. El sonido atronador del helicóptero de rescate en la madrugada del 14 de abril, las imágenes del comandante presidente con el puño alzado arrastrado por la masa humana en los alrededores del Palacio vitoreando ¡Volvió! ¡Volvió¡, los abrazos interminables con sus seguidores, el encuentro con sus leales compañeros que supieron respetar la línea de mando, el juramento ante Diosdado Cabello que le restituye la banda presidencial y las palabras sinceras y reflexivas que le dirige el presidente a toda la nación blandiendo el crucifijo que lo ha acompañado en todo el periplo. Un epílogo de emociones desbordadas y contagiosas, llantos y alegrías colectivas de un pueblo que había rescatado a su líder de las fauces del fascismo, con su orgía de violencia y revanchismo. En sus palabras del domingo 14 de abril por la madrugada el presidente ahora restituido en sus funciones afirmaba de manera reflexiva que “se ha demostrado, una vez más, lamentablemente, que aquí hay dos países: un país virtual y un país real. El país virtual lo veían ustedes, seguramente, a lo mejor, en este mismo salón, hace pocas horas. El país virtual montó una conspiración con el desespero de la aventura, irrespetando todo. Pero el país real, finalmente, se impuso, porque tiene en sus manos las banderas de la razón, de la verdad, de la fuerza infinita de la fe y, sobre todo, de la fuerza infinita del amor. Ha quedado demostrado, una vez más, que este pueblo, el glorioso pueblo, el de Bolívar, que ciertamente durante muchos años engañaron, manipularon y a veces llevaron como borregos, despertó con conciencia de su propia fuerza y se ha convertido en actor histórico que construye un nuevo camino”. Han sido 47 horas donde la historia se ha concentrado, aflorando con toda su fuerza el odio y el resentimiento acumulado por parte de una clase dominante que había apostado a la vía violenta para tomar el poder ante la impotencia de no poder hacerlo con la lucha política y el voto popular. En estas pocas horas se ha desarrollado un plan maquiavélico para desconocer la Constitución, con un golpe preparado y organizado durante al menos nueve meses y puesto en práctica por fuerzas reaccionarias y sus mentores de los Estados Unidos, cuando llegaron a la conclusión de que Chávez no retrocedería en la ejecución del proyecto bolivariano. El objetivo era deshacerse de quien consideraban su enemigo, el Presidente Chávez, para así extirpar de raíz a la Revolución, comenzando por la anulación de los poderes constitucionales y la instauración de un gobierno de facto, que devino corporativo-militarista y de sesgo fascista. Los grupos más extremistas, mitad fascistas y mitad irracionales, asumieron la dirección del golpe de Estado contra Chávez. En esas pocas horas se fue desnudando una trama urdida por la cúpula militar, las corporaciones de la CTV y Fedecámaras, la jerarquía de la iglesia, políticos oportunistas, con el invalorable accionar de los medios de comunicación privados, verdaderos autores intelectuales del golpe junto la embajada gringa, de Bush y el Departamento de Estado. Los eventos desencadenados el 11 de abril 2002 expusieron a la vista de todos cual era en realidad la convicción democrática de los protagonistas, hasta donde la soberbia, la impunidad, el supremasismo de clase pretendió imponerse con la fuerza sobre las mayorías populares. El golpe contra Hugo Chávez es el primero de la historia planificado, organizado y ejecutado por los medios de comunicación. En las pantallas de televisión se montó un escenario de una masacre en las calles de Caracas, cuando aún no había caído la primera víctima. Otro hecho destacado que este fue el primer golpe donde el presidente es secuestrado y en 47 horas es rescatado por la fuerza conjunta cívico-militar. Los generales sin tropa fueron la cara visible de la trama, pero fueron superados por el accionar de los soldados patriotas en conjunción al pueblo movilizado. Los acontecimientos se desarrollaron de manera vertiginosa, violenta, impúdica, dejando, sin duda, cicatrices al cuerpo social de la nación. Lo que vendría para el futuro sería curar las heridas, reconstruir la historia, juzgar a los responsables, tanto los autores materiales como los intelectuales, para que esta aventura fascista no se repita nunca más. La naturaleza fascista se fue imponiendo por sobre sectores con voluntad democrática, lo que exigía a los bolivarianos estar atentos a los reflejos condicionados de la derecha siempre prestos a tomar atajos antidemocráticos. Por ello se hizo necesario siempre apelar a la verdad, desenmascarar sus planes, conocer su naturaleza. Así se hizo consigna “que todo 11 tendrá su 13”, que resume como un pueblo supo derrotar el golpe en defensa de su revolución y las conquistar alcanzadas. La guerra como continuidad de la política, por otros medios Para entender el conflicto instalado en Venezuela desde la llegada de Hugo Chavez y agravada de manera exponencial con la sucesión de Nicolás Maduro, hay que ubicarse en términos de guerra. La derecha oligárquica venezolana ha ensayado todos los manuales de procedimientos que desde los centros mundiales con sus “tanques pensantes” elaboran de manera impúdica. Las estrategias de guerra son por los recursos naturales, con conflictos interétnicos, interreligiosos, por disputas territoriales o simplemente porque geopolítica mundial determina los difusos límites entre los “buenos” y los “malos”. Al mundo se le ha ido imponiendo, de manera naturalizada, que los límites entre la política y la guerra no los solo los horrorosos costos humanos y materiales, sino una forma de enfrentar las crisis cíclicas del capitalismo, cada vez más frecuentes y devastadores y la manera de resolverlos a favor de los intereses más concentrados del gran capital y multinacionales beneficiarios del negocio de la guerra. La recreación de la derecha, en algunos casos rayana a propuestas neofascistas, no ha surgido de manera espontánea. Ha sido parte de un plan bien orquestado en las últimas dos décadas desde las distintas plataformas imperiales como la USAID, NED, IRI, DEA, y la propia CIA con frondosos recursos para con la sociedad civil de sus respectivos países rigurosamente monitoreados desde las embajadas gringas. Los formatos son variados, golpes de estado clásico, golpes parlamentarios, guerra no convencional, o de IV generación, guerra económica y mediática, promover la guerra de perros o formato de Gene Sharp y Albert Einstein Institution, con golpes blandos o revoluciones de colores. En cualquier caso, los términos de la confrontación de las fuerzas antichavistas no son de proyectos políticos, sino que se han encaminado a remplazar la lucha política democrática a la de la guerra por cualquier medio. La derecha política venezolana terminó de perder la brújula con las sucesivas derrotas en el terreno electoral. Posterior a la convocatoria para elegir los representantes a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), se logró imponer la Paz tras las criminales guarimbas del año 2017 y los sucesivas triunfos chavistas en las elecciones a gobernadores, alcaldes y presidenciales del 20 de mayo, cuando es reelecto Nicolás Maduro. En una batalla épica por la Paz y en defensa de las conquistas de la revolución, las fuerzas bolivarianas, con la asunción del presidente constitucional Nicolás Maduro el 10 de enero del año 2019, ha cerrado un ciclo virtuoso de cara a nuevos desafíos. ¡Victoria popular! Ante los sucesivos fracasos de la derecha oligárquica en los inicios de 2019, el gobierno supremacista de Donald Trump, sus socios de la Unión Europea y el grupo del cartel de Lima redoblan sus intentos injerencistas para profundizar la guerra por todos los medios. Bajo la reiterada amenaza de que E. E. U. U. no descarta ninguna opción, incluida la militar, decide colocarse a la cabeza de la conspiración destituyente del presidente Maduro y así abandonar la cómoda posición de actuar tras bambalinas. Primero, desconoce al gobierno legítimo de Nicolás Maduro y sale rápidamente a reconocer el autoproclamado el 23 de enero en una plaza pública, el “interino” Juan Guaidó, y así pretende legitimar la tesis del gobierno paralelo. El 23 de febrero con la excusa del canal humanitario, en la batalla del puente las Tienditas en la frontera colombo-venezolana, el pueblo chavista y las Fuerzas Armas Bolivarianas impiden una suerte de invasión de Normandía de los camiones de la supuesta ayuda humanitaria con las cajas de la USAID, que por detrás vendrían los US marines para garantizar que el autoproclamado asuma el poder. Ningún camión pudo lograr su objetivo ni por la frontera colombiana ni de Brasil y varios presidentes títeres, Marco Rubio y Luis Almagro y el “interino” se quedan con los crespos hechos en Cúcuta y masticando la derrota, observando como son incinerados dos camiones de manos de su propia tropa guarimbera. De haberse concretado la invasión encubierta o no, hubiera desencadenado una guerra catastrófica en Venezuela que afectaría a toda la región que ha sido declarada de manera unánime como Zona de Paz. ¡Nueva victoria popular! Sin embargo cuando el pueblo chavista se movilizaba el 7 de marzo, va venir el más cruel ataque contra todo el pueblo, que fue el sabotaje eléctrico que dejó sin luz a todo el país durante 5 dias. Semejante acto terrorista producto de un bombardeo electromagnético contra la principal represa hídrica del Guri que surte de energía al 80% del país, es un acto de guerra de la misma dimensión que se hubiera hecho con bombas tradicionales y se inscribe dentro de la guerra de V generación, el informático. El ataque terrorista pergeñado desde Estados Unidos pretendía nuevamente, ponernos en estado de guerra por los efectos devastadores de la falta de luz y por consecuencia del agua y transporte masivo. El ejemplar comportamiento y la moral del pueblo de para mantener la Paz y sortear en comunidad y solidaridad a pesar de la grave contingencia, nuevamente el pueblo chavista puede alzar su voz en un grito de ¡victoria popular! Si bien los vientos de intervención militar extranjera van perdiendo fuerza aunque siempre será una opción, el estado de guerra por todos los medios seguirá su curso y puede agravarse. Por otro lado el pueblo chavista y su gobierno bolivariano está decidido hacerse respetar y no está dispuesto a rendirse, sino más bien está preparado para luchar en defensa legítima de su independencia y soberanía, que es la defensa de la Patria en su más amplia acepción. Tiene una doctrina bolivariana de Defensa Integral de la Nación, unas fuerzas armadas y milicias bolivarianas con una estrategia de guerra de todo el pueblo, capaz de resistir cualquier aventura guerrerista, lo que la convierte una poderosa fuerza de persuasión para garantizar la Paz. Atrás han quedado los resabios de las doctrina de la Escuela de la Américas para recoger las enseñanzas del Simón Bolívar, que para vencer a los imperios hay que convocar al pueblo llano de indios, negros, mestizos, blancos hoy encarnados en los pescadores, campesinos, obreros, profesionales, de todos los credos, en la Defensa de Patria ante las agresiones de los nuevos imperios por más poderosos que sean. La guerra de todo el pueblo está concebida para resistir y asegurar el territorio, palmo a palmo, con las armas y con la inteligencia social. Sin embargo, semejante asedio imperial con la fuerza monumental de guerra de Estados Unidos y la OTAN, con sus bases militares en Colombia y el Caribe, más fuerzas mercenarias y paramilitares siempre prestos a recibir algunos dólares por sus servicios, la posibilidad de enfrentar la guerra asimétrica depende que las fuerzas revolucionarias, cívico-militares garanticen “palmo a palmo” el territorio nacional para que las fuerzas invasoras sientan la hostilidad y el hostigamiento en un territorio para ellos desconocido. La Defensa Integral de la Nación debe implicar garantizar la producción local para mantener abastecida a la población, el resguardo de las empresas estratégicas y los servicios principales de luz, agua, transporte, salud integral, educación en manos del poder popular, que cada vez más debe apropiarse de su territorio. Ante la guerra económica impuesta será necesario, al igual que en la guerra por la independencia, poner todos los recursos productivos, servicios esenciales, comunicacionales al servicio de una economía de guerra para la defensa de la Patria. La defensa integral territorial debe convertirse en una trinchera de todo el pueblo, en unidad cívico – militar donde, ante la posibilidad que las fuerzas invasoras osen pisar suelo Patrio, no tengan garantizados cuando y como salir del atolladero. Tampoco no será menos importante, lo que puedan hacer los gobiernos y pueblos solidarios por la causa de la autodeterminación y la soberanía de Venezuela. Las voces y movilizaciones, redes sociales, actividades culturales deben convertirse en un frente de batalla que, al igual que en la guerra civil española contra el fascismo o en la guerra de Vietnam, sea como aquel mítico Quinto Regimiento o el movimiento por la Paz que fuera determinante para que las fuerzas invasoras yanquis deban emprender la retirada deshonrosa de Vietnam. La fuerza mundial por la Paz, debe imponerse ante la locura imperial que pretende someter a un pueblo ejemplar que ama profundamente su Patria y como tal, la defenderá con todo lo que sea necesario. ¡Venezuela no se rinde, Venezuela se respeta, Venezuela vencerá!!!

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