Sorpresas te da la Historia

Por Alejandro Sánchez Aizcorbe

(Escritor y periodista)

Foto archivo: 1989. El autor con los escritores peruanos Arturo Corcuera y César Martínez.

 

Voz de la calle:

“En las Lomas de Lachay, en el Callao, en el Perú la corrupción sigue igual.”

Una cosa es meter en la cárcel a los grandes, o que se suiciden, y otra cosa es hacer lo mismo con cientos de miles, millones de sus imitadores y secuaces.

¿Cuáles son los casos históricos de eliminación de la corrupción generalizada en naciones enteras? Si los hay, ¿cómo se logró? ¿En qué medida la corrupción generalizada y creciente es un anuncio sistémico del fin de un periodo histórico?

De lo que quizá no quepa duda es que en las tiranías la corrupción es mayor e inapelable por no haber libertad de prensa, competencia, meritocracia ni independencia de poderes.

No existe fascismo ni totalitarismo que no pase por la supresión de la libertad de información y por la sujeción o eliminación de la judicatura, el parlamento y el voto popular. Los ejemplos saltan a la vista y son relativamente cuantificables.

El final de una etapa histórica puede consistir en la atomización de estados hasta ese momento unificados o, por el contrario, en la unificación de las partes disgregadas debido a un final anterior. La corrupción parece jugar un papel mayor en los casos de disgregación que en los casos de unificación —aunque debe haber contraejemplos.

En el Perú están pasando a mejor vida o envejeciendo sin remedio por lo menos tres generaciones de gobernantes y gobernados conscientemente factores de la corrupción, y de los no gobernados que constituyen el país informal que no nos gusta analizar ni se puede gobernar.

El fenómeno peruano es común a toda la América Latina sin excepción. La violencia corre parejas con la corrupción y la informalidad, y de allí que seamos el área más violenta del planeta.

¿Nos convertiremos en la Italia renacentista, llena de principados sanguinarios, u ordenadamente consolidaremos un nuevo imperio, o nos seguiremos debatiendo, como aves en la tormenta, entre las megapotencias en pugna?        


 

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