Carlos Paz, mi segunda casa

jueves, 5 de septiembre de 2019 · 19:19

La joven periodista española Solena Logullo Sierra arribó a Villa Carlos Paz para conocer la ciudad de su padre. El  recordado Daniel "El muñeco" Logullo, jugador del Carlos Paz Rugby Club, y por consiguiente para verse con su tía Nancy, y sus primas, Analía, Mariana, Paola y Lorena.  Aprovechó su viaje "casi iniciático" para realizar una pasantía en Carlos Paz Televisión.

Cabe recordar que el Muñeco Logullo falleció en Màlaga, España, donde naciera la autora de esta semblanza sobre Carlos Paz desde su mirada exploradora.  

 

Solena Logullo Sierra

(Periodista Española)

 

Viajar es una sensación maravillosa. Te da la oportunidad de conocer sitios, culturas, gastronomía y gente nueva. Pero todo se intensifica cuando tu destino se encuentra en un continente diferente. Lo primero que haces cuando pones un pie en lo que será tu nueva casa durante un periodo de tiempo es comparar ese lugar con el tuyo. Incluso vas a extrañar ciertas cosas y puede que te entre la morriña y las ganas de volver a casa. Pero a medida que pasa el tiempo te vas acostumbrando. Vas viendo la belleza que tiene el lugar y poco a poco te va envolviendo hasta el punto en el que empiezas a formar parte de él.

Esto es exactamente lo que me sucedió a mí cuando llegué a la ciudad de Villa Carlos Paz. A pesar de que las ganas que tenía de conocer este lugar eran enormes, el miedo a lo desconocido me impedía ver la verdadera belleza de este sitio. Tenía claro que la oportunidad que se había presentado era única y no quería desperdiciarla, por lo tanto, decidí dejarme llevar y disfrutar.

Gracias a eso he podido ver que esta ciudad tiene absolutamente de todo. A pesar de que yo no la he descubierto en su periodo de máximo esplendor, he podido disfrutar de ella. Me ha dado la oportunidad de sentirme en plena naturaleza cuando recorrí el camino de El Cerro de la Cruz, me ha dejado disfrutar de las mejores vistas de esta ciudad desde el mirador de Montebello, he podido respirar paz y tranquilidad mientras caminaba por la costanera y me he sentido en una ciudad alemana cada vez que disfrutaba de una buena cerveza en cualquiera de sus cervecerías. He tenido de la oportunidad de volverme a enamorar del mate y de probar todos los dulces que existen en este país. He disfrutado de una de las mejores cosas que tiene la gastronomía argentina, el asado, y he podido comprobar que el Fernet no es para mí.

Esta ciudad ha conseguido que me enamore de la gente y que tema por mi vida cada vez que cruzo una calle. Me ha dejado descubrir que los argentinos son personas maravillosas y que se preocupan de que los niños disfruten de su infancia, organizando actividades como el día del niño, a pesar de que el país se encuentra en una situación económica es delicada.

En definitiva, la Villa de Carlos Paz ha conseguido que considere esta ciudad como mi hogar y a la gente que he conocido como mi familia. Pero si de una cosa estoy eternamente agradecida de haber venido es a mi familia, porque gracias a ellos todo esto ha podido ser algo más que un sueño y me ha dado la oportunidad de conocer quién soy realmente.

 

 

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