Cuando el Chaco pidió perdón por la masacre de Napalpí
El 16 de enero de 2008, a pocos días de asumir su primer mandato como Gobernador de la Provincia del Chaco, Jorge Miltón Capitanich pidió perdón en nombre del Estado a la sobreviviente de la masacre de Napalpí, Melitona Enrique en un acto público que se llevó a cabo en la plaza San Martín de Machagai.
Mañana se cumplirán doce años de ese gesto histórico promovido por el testimonio de la anciana qom y que quedara plasmado en el libro "Crímenes en Sangre," que se publicó su primera edición en septiembre del 2007, (Ediciones del Boulevard, Córdoba).
El pedido de perdón del Gobierno del Pueblo del Chaco echó por tierra la versión de la historial oficial que la masacre de Napalpí había sido una sublevación de originarios que obligó a la represión de efectivos de la policía del Territorio Nacional del Chaco y de la Gendarmería volante y vecinos armados que defendían las poblaciones de Quitilipi y Machagai.
La secuencia de los hechos que desembocaron en el gesto histórico de Capitanich, -ejemplo en el país y aún no se conoce otro- empezó en Semana Santa del 2007 cuando Melitona Enrique rompe el silencio tras 95 años de miedo, y cuenta con lujos y detalles lo vivido en ese sangriento episodio cuando ella tenía 22 años.Lo hace ante el escritor y periodista Pedro Jorge Solans, tras comprometerlo a que su testimonio iba a ser difundido, y publicado.
La extensa entrevista realizada en su rancho del paraje El Aguará se realizó ante la presencia de Rosa Chará, de sus hijos, Sabino y Mario Irigoyen que oficiaron de traductores, del fotógrafo Santiago Solans, y fue filmada por una productora televisiva de Machagai.
El material se publicó meses después, tres meses antes que asumiera Capitanich su primer mandato en la provincia del Chaco.
Tras la designación de Francisco "Tete" Romero como secretario de Cultura, Solans le propuso a Romero organizar un homenaje a la anciana qom. El flamante funcionario se lo transmitió a Capitanich, y es, entonces, que el Gobernador tomó la decisión de construirl una casa para Melitona en Machagai con el fin que los médicos la trataran debido a su enfermedad y su avanzada edad, festejar públicamente su cumpleaños 107 en la plaza y pedirle perdón por lo ocurrido.
La masacre
El 19 de Julio de 1924, policías, gendarmes volantes, y vecinos de las ciudades de Quitilipi y Machagai sorprendieron a los aborígenes tobas, mocovíes y criollos que habían sido reclutados con el fin de incorporarlos a la cosecha de algodón, pero por falta de pago y de condiciones de vida se negaron a levantar la cosecha. Los represores desataron una feroz orgía de sangre que se conoció como La Masacre de Napalpí. Violaron ancianos, mujeres y niños, descuartizaron restos humanos y dejaron centenares de muertos y desaparecidos. Entre los adultos que pudieron escapar de ese infierno estuvo Melitona Enrique, una joven toba de 23 años, que recién en 2007, y a pocos meses de su muerte, pudo contar lo sucedido. De esa manera, la anciana echó por tierra la versión oficial que había negado la matanza y responsabilizó a las víctimas de generar una sublevación. El testimonio de Melitona Enrique zurció la herida histórica que estaba abierta en el Chaco y se hizo visible ante el pedido de perdón del Gobierno del Pueblo de la Provincia.