La columna de Mario Arce

Quería terminar este año empezando

En este 2020, en cuyos días la incertidumbre nos anudó tan fuerte las tripas, las ausencias, las miserias…
domingo, 27 de diciembre de 2020 · 13:54

 

Por Mario Arce

(Poeta)

 

Pensando que si no nos queda un aprendizaje, no habrá valido la pena. Me surge, indefectiblemente, esa vocación optimista de ver una oportunidad entre tanto caos.

   Quiero hablar de la importancia de un abrazo cálido y sincero, con las manos vacías para que sea más fácil abrazar. Aquí están a mi lado los de siempre. Los que se sientan a la mesa aunque no haya nada para invitar. Otros han huido, quizá vuelvan cuando esto mejore, quizá yo no esté más.

   Qué seremos cuándo esto pase? Habremos ensayado un cambio?

Escarbar espiritualmente en nosotros con una pala de punta y luego pasar el rastrillo aunque duela. Buscando a Dios adentro y no arriba.

Que el mal también está en nuestras manos, y no abajo en un infierno imaginario. Para los que viven indiferentes a lo que los rodea y contiene. No sirve de nada  salvarse solo.

Los que escracharon a médicos; los que despidieron trabajadores para no perder status social; los que viven de manera obscena con el dinero del pueblo, como si el hambre de la próxima esquina fuera de otro mundo. Ser feliz desconociendo el sufrimiento ajeno es miserable.

   Luego del terrible puñetazo al estilo Mike Tyson que nos dio este “ bichito invisible” cómo dice mi hijita, necesitamos una visión más empática de este transcurrir. Despertar hacia la solidaridad, tender puentes fraternales, que al fin y al cabo de este viaje no nos llevamos nada pero dejamos mucho.

   Fuera 2020! ¿Qué seremos luego?

                                                                

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