Gastronomía para exquisitos en Valle Hermoso
Nono Chichín, el almacén que se transformó en restaurante.
Es un santuario de manjares de la cocina argentina en medio de las sierras de Valle HermosoSantos Consalvi, el “nono Chichín”, tenía un almacén de ramos generales en el paraje Núñez del Prado, cercano al pueblo de Tinoco en el Departamento Colón donde empezó a elaborar sus fiambres que los vendía en su almacén.
La actividad del nono involucró a toda la familia, a tal punto, que en los primeros años de los 60, 1962, ya era famoso por sus exquisiteces, específica Noelia, oriunda de Buenos Aires, empleada del actual complejo gastronómico ubicado hoy en Valle Hermoso.
Lucas Farroni, uno de sus nietos, compró el predio actual en medio del valle de Punilla en el 2005, y el sostenido trabajo familiar y del personal consustanciado con el compromiso, transformaron el complejo en uno de los sitios más prestigiosos de la mesa punillense.
En el 2011, solo se comía excelentes parrilladas, cabritos y picadas de fiambres y en el 2020, en época de la pandemia construyen el actual salón de comidas y queda el anterior sitio como almacén de los productos de la casa.
Actualmente, el “nono Chichín” es visitado por turistas, vecinos y gente de buen comer que llegan de distintos lugares del país y del extranjero.
"El nono Chichín" se casó con la nona Quica, tuvieron dos hijas y un varón que fue un recordado sacerdote que brindó sus servicios en la Iglesia de Valle Hermoso. El destino del cura trajo a la familia a las sierras.
Cuando llegó a Punilla el nono pisaba los 70 años, pero igual se arriesgó a comenzar su emprendimiento, el que ahora, bajo la dirección de sus nietos se convirtió en un atractivo turístico gastronómico como los que están de moda en los grandes destinos del mundo.
Platos recomendados: Tablas de achuras, cabrito al horno de barro,
tablas de fiambres compuesta por salame picado grueso y fino, longaniza, jamón crudo, lomito de cerdo, bondiola, lomo ahumado, morcilla, mortadela, paté y quesos saborizados.
En el almacén: se puede comprar productos regionales de artesanos de la zona, desde ponchos, cuchillos, tablas y mates hasta cerámicas. También alfajores, licores, arropes y yuyos de las sierras para el mate para llevarse un gran recuerdo.