Tulumba y el rancho de don Vivas
Vivir el norte cordobés "caminando chacareras"
Redacción de El Diario de Carlos Paz
La gestora cultural Astrid Bechara trabaja denodadamente para poner en valor el patrimonio turístico-cultural del norte cordobés.
Con su proyecto "Caminando chacarera" en marcha puso en valor un circuito donde el visitante puede recorrer Tulumba, y caminar por el monte, pasando por el mítico rancho de don Vivas, donde Carlos Di Fulvio inmortalizó en su chacarera Campo afuera, donde los turistas y amantes del folclore puede aprender o bailar y degustar los manjares gastronómicos de la zona.
Tulumba es una de las villas cordobesas que atesora tantas historias tanta belleza, tanto arte, que es un museo inmersivo a cielo abierto, o tal vez, una postal a dimensión real de las costumbres que hacen a un pueblo o nación. La historia de Tulumba data de la época pre hispana, de los tiempos de los sanavirones y luego brilló en los de la colonia española, pero en la guerra civil del Siglo XIX cuando Argentina se asomaba como un país, también, Tulumba estuvo un presente de importancia.
En 1882, un nuevo templo que reemplazó al construido en 1700, fue bendecido por el Santo Fray Mamerto Esquiú.
Entre los solares históricos, las reliquias religiosas y artísticas, emerge el arte y en ese universo, uno de los grandes cultores es el maestro Carlos Di Fulvio quien como otros, eternizó a esta zona cordobesa y a sus habitantes con bellísimas chacareras.
De ese patrimonio artístico, recogemos en esta nota, "Campo afuera" en el contexto del proyecto "Caminando chacareras".
Bajo el Tala donde bailó doña Dominga.
El cantautor conoció a Doña Dominga, una mujer de 70 años que se distinguía por su donaire al bailar chacarera, esa misma gracia que lograba cautivar a todo el que pudiera contemplar su danza o su distinguida bata de percal.
“Con su bata de puro percal va doña Dominga, todas las flores que hay en el monte se la envidian. Se la envidian por que no hay un color más hermoso que el de su percal, ni moza que sepa regalar el donaire que tiene su buen zarandear”, relató el cantautor en Campo afuera y dibuja con sus acordes: “Y las niñas quisieran bailar como lo hace ella: la trenza al viento, y una manito en la cadera. Su cadera es un vaivén parecido al del sauce y al mimbre también; ‘¡Esa es mi abuela!’ se saben decir los changos del monte en cuantito la ven. Si a los setenta la baila así, ¡lo que ha sido en antes! Una corzuela, lujosa de ágil, deje nomás…”.
En el rancho de don Vivas.
Entre los recuerdos que Di Fulvio tiene de doña Dominga, se rescata: “Yo conocí a doña Dominga en Tulumba, allá por los años ’60. Su gracia y donaire hicieron que la recordara más tarde tal cual lo ocurrido en el monte, donde la guitarra suena solo cuando hay fiesta…”.
“Ella llegó de a caballo, montada a lo hombre, con una hija en ancas y un crío en brazos de ésta al rancho de don Vivas, y cuando vio que se trataba de un solo músico el que tocaba, me encaró decididamente preguntando: ‘Dígame mosito, ¿a qué hora empieza el baile?..’ Y toqué para ella, para que sacara de su cuerpo y sangre el danzar que le bullía debajo de un tala”, atesora Di Fulvio.
La casa de don Vivas.
En ese entonces, el joven Di Fulvio y quien luego sería su cuñado, Zamora se habían perdido en el monte y llegaron al rancho de don Vivas, quien los rescató de esa desorientación.
Posteriormente, el cantautor le puso su arte a ese momento y logró así llevar su historia por cada rincón del país: “Cuando a ‘Campo Afuera’ la hice conocer como chacarera de zapateos y vueltas cantadas -decana en su especie-, la cantó todo el país y en especial los niños, tal vez por añoranzas de un cariño filial; y otros -músicos y autores-, en gratitud, fue que se sumaron fraternalmente con sus loas al aura atractivo de semejante personaje”.
El escritor y periodista Pedro Solans con Luis, el hijo de don Vivas.
Este sábado de Semana Santa, y en el marco de "Caminado Chacareras" hubo una actividad turística-cultural que empezó en Villa deTulumba y finalizó en el rancho de don Vivas donde hubo comidas típicas, se enseñó bailar, recorrieron la zona y sus atractivos a pie, y cerraron músicos de la zona que ofrecieron un repertorio de homenaje a la música del norte cordobés.
Don Luis Vivas.
Doña Nely Sánchez, gestora cultural y difusora del norte cordobés con el periodista de El Diario, Luis López.
El periodista y escritor de El Diario de Carlos Paz escribió: "Finalmente hoy pude conocer el "rancho de don Vivas" aquel lugar cercano a Tulumba donde el maestro Don Carlos Di Fulvio se inspiró para escribir la chacarera "Campo Afuera". Ahora, debo conocer la casa de doña Dominga, la abuela del monte cordobés y musa inspiradora del maestro Di Fulvio.