A propósito del 2 de abril,  Día del Veterano y de los Caídos en la guerra de Malvinas

 

Qué me importa

Qué me importa que las Malvinas sean de quién sean si mi hijo se me murió en la guerra. Que me importa que la Margaret sea inglesa o Galtieri un borracho jugando al Ludo. Cuando se te muere un hijo, y vos sabes que nunca más va a andar por ahí riéndose y haciéndote renegar, preguntándote qué hay para comer o revisándote el monedero. Cuando se te muere un hijo vos sabes que la bandera es un trapo de color atada a un palo. Y que el orgullo por la patria, el amor a los símbolos, el himno y el escudo, los honores y la gloria son palabras y nada más.

Yo quería a mi hijo vivo. Con las Malvinas inglesas o argentinas o noruegas, pero vivo. Entre mis brazos. Vencedor, vencido, traidor o vendepatria. Pero aquí, de este lado de la tierra. Aquí del otro lado de la muerte. Y no esta pregunta entrelazada a mi sangre lacerándome la conciencia mientras pienso cómo, dónde, en brazos de quién, de qué manera. Guárdense los honores. No los quiero. Y no me vengan con tras su manto de neblina, porque en neblinas ando desde que no lo tengo. Y desde ahí te escribo. Sin colores, sin banderas, sin mañanas. Sin hijo.

(Qué me importa. Del libro Brasas de Marcela Alluz. Editorial Sudestada).

 

Marcela Alluz: Una escritura visceral que desnuda el alma

Marcela Alluz nació en enero de 1971, en Santiago del Estero. Hoy está radicada en Córdoba. Miembro de Forum Infancias, licenciada en Psicopedagogía y docente. Publicó tres novelas, Contigo en la distancia, El dueño del río, La otra de mí. En relatos publicó, Mal de muchas, Brasas, Mujeres atragantadas, entre otros.

Alluz tiene la capacidad de combinar sus conocimientos profesionales como docente y psicopedagoga con la experiencia de una mujer sensible, en relatos profundamente humanos y conmovedores que desnudan cicatrices y heridas.

Es a través de sus historias que podemos comprender las necesidades emocionales y la importancia de la empatía. Desde el compromiso social, la escritora nos invita a mirarnos y revisitarnos  con un lenguaje directo y crudo, sin metáforas rebuscadas, pero con connotaciones claras y directas, Desde las descripciones de las emociones más fuertes como el amor, el odio, la discriminación, el desagarro y el dolor, aborda temas tabúes en la sociedad como la violencia, la sexualidad, la vulnerabilidad de las infancias y el abandono.

 A través de una literatura visceral que interpela, removiendo las entrañas y provocando una reacción inmediata en el lector, sus relatos son una experiencia literaria intensa, una opción para denunciar las injusticias sociales porque sus historias no dejan indiferente a nadie.

 

Recopilación para El Diario de Carlos Paz de la escritora C.I.M.

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