A 31 años de aquella aventura fundacional

¿Quién dijo que los sueños se desvanecen?

El Diario de Carlos Paz reconocerá a sus integrantes históricos que aún ocupan sus puestos y a quienes llevan 25 años de historia dentro del prestigioso medio comunicacional.

El próximo viernes 12 de abril, al cumplirse 31 años del primer ejemplar de El Diario de Carlos Paz que salió a la calle a revolucionar la forma de informar, primero en Villa Carlos Paz, luego en Punilla y después en gran parte de la provincia de Córdoba, en un acto a celebrarse en la casona donde se fundó en 1993, serán reconocidos algunos de los pioneros de aquella aventura que se transformó hoy en un ejemplo como grupo de comunicación que naciera en el interior del país y que hoy cuenta con reconocimiento internacional.

Todavía están cumpliendo sus funciones en el staff de El Diario de Carlos Paz, algunos pioneros como Rubén Fabián Torres, Lucas Tondo y Alejandra de la Cámara. Pero, también serán destacados quienes llevan 25 años detrás de las noticias como Yanina Comas y Luis Hernán López. 

En ese contexto, hay que destacar, la coherencia que mantuvo El Diario de Carlos Paz en estos 31 años. Mantuvo siempre vigente su compromiso y la propuesta, que puso a consideración de sus lectores en la primera editorial publicada en aquella edición n°1 de aquel 12 abril de 1993.

"A defender la industria turística desde la identidad de los pueblos".

Manteniendo esa línea, este año, al cumplirse el primer ciclo de la renovación generacional en el grupo Corprens editora de aquel matutino, con Santiago Solans a cargo de la dirección, las distinciones se entregarán por primera vez en la casa emblema donde fuera fundado el diario.

Cabe recordar lo escrito por el fundador del medio, Pedro Jorge Solans, al cumplir 22 años El Diario de Carlos Paz en el 2015:  "¿Quién dijo que los sueños se desvanecen con el tiempo?

22 años pasaron de aquel soplo que me mantuvo firme al lado de la vida. Juré a los dioses y a las diosas, levanté la vista para mirarle los ojos al universo, para decirle: si salgo de esta terapia intensiva me dedicaré a crear un diario para cronicar mi aldea, las historias de mis vecinos, para contar lo que les pasa a quienes comparten las calles de mis pueblos, en contra de las leyes del mercado, un diario para mi pueblo, ese, en el cual no nací, pero es mi lugar en el mundo.

Me contestaron unas lágrimas cuando escuché que iba a quedar hemipléjico pero que iba a poder mirar el sol.

Y así salí del hospital Privado de la ciudad de Córdoba, hemipléjico, sí, y hemipléjico salí a buscar locos, locos lindos, a caminar con la pasión de los que creen que siempre hay más, y el ahora fallecido Tito Villa de radio Carlos Paz entendió mi tartamudez por mi boca descentrada y me dijo: llamalo como se llama el pueblo, y me pareció casi perfecto. El Diario de Carlos Paz.

 

Cuando llevé un ejemplar de la primera edición a Mario Pereyra quien conducía el primer noticiero de la mañana de la radio de Tito Villa, este lo agarró con asombro, lo vio y le salió del alma: ¡qué feito...! ¡Pero es nuestro!

Sonreí de tantos errores que tenía, sonreí porque en el fondo yo sabía que me estaba bendiciendo.

Y así nomás fue la locura de dar un salto al vacío sin red, pero desde el 12 de abril de 1993 da de vivir a nuestras familias, explica el por qué de nuestra pasión y por qué confundimos vida y oficio.

Qué sería sin esa locura que me reparó de la hemiplejia que me causara tres Accidentes Cerebro Vasculares (ACV) seguidos a los 33 años en los meses finales del año 1992.

Qué sería sin esa locura nuestras vidas.

Gracias infinitas, eternas, a quienes nos leyeron, no leen y nos seguirán leyendo. Todos ellos con sus críticas, sus comentarios, sus aceptaciones, nos hacen sentir que somos partes de sus vidas y de esta maravillosa comarca denominada Villa Carlos Paz. Seguiremos desde este valle de Punilla, desde esta Córdoba incorregible, hacia el mundo.

 

 

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