Estados Unidos

Ahora, Trump amenaza con atacar a Nigeria

por Mariano Saravia, magister en Relaciones Internacionales.
martes, 4 de noviembre de 2025 · 10:19

Hay un genocidio en algún país periférico, digamos, de África o Asia, y las potencias occidentales entran con armamento para impedirlo. Es una hipótesis, y, en principio, estaría bien. Se podría discutir en términos de derecho internacional, incluso desde el punto de vista moral y ético, si corresponde o no. Pero, cualquier cosa que evitara un genocidio, estaría bien.

Bueno, eso nunca ocurrió. NUNCA, pudiendo hacerlo, Estados Unidos o Europa, evitaron un genocidio. Al contrario, en algunos casos los alentaron o fueron los mandantes para que eso ocurriera. Genocidio Armenio, genocidios de Bosnia, de Ruanda, de Camboya, los genocidios de las dictaduras latinoamericanas, el actual Genocidio Palestino que perpetra Israel. Y la lista sigue. Ni siquiera lo intentaron con el Holocausto, cuando los nazis exterminaron a 6 millones de judíos europeos en plena «civilizada» Europa. Como dice Vivianne Forrester en su libro «El crimen occidental», nunca hubo verdaderamente una guerra contra el nazismo, a lo sumo hubo una guerra contra el expansionismo alemán.

Ahora, de golpe, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se muestra preocupado por los cristianos de Nigeria, y amenaza con una invasión inminente. Ya no es prioridad atacar Colombia o Venezuela con la excusa de las lanchas de «narcoterroristas». Ahora la excusa son las matanzas de cristianos en un país de 240 millones de habitantes, dividido entre un norte principalmente islámico y un sur principalmente cristiano y animista.

«Si el gobierno de Nigeria sigue permitiendo el asesinato de cristianos, Estados Unidos suspenderá la ayuda militar y entrará a ese país desacreditado con las armas en la mano, para eliminar por completo a los terroristas islámicos»; vociferó Trump. Desmenucemos esa declaración: «Si el gobierno de Nigeria sigue permitiendo el asesinato de cristianos, Estados Unidos suspenderá la ayuda militar» (si fuera tan grave la situación, ¿por qué no suspendió ya esa ayuda?); «entrará a ese país desacreditado» (miren quién habla de descrédito, ya nadie cree o toma en serio las declaraciones de Trump); y «eliminar por completo a los terroristas islámicos» (más de lo mismo, generar el sentido común prejuicioso del «terrorista islámico» y encarar los temas de geopolítica como temas religiosos o parte de una guerra santa).

Tan es así, que la reacción en Nigeria fue la unión de líderes musulmanes y cristianos para rechazar las amenazas de Trump. En realidad, sí es cierto que hay conflictos, y algunos serios, en Nigeria y en otros países africanos. Conflictos religiosos, conflictos étnicos, conflictos culturales, y desde hace mucho. De vez en cuando, Occidente descubre alguno de ellos y todos nos escandalizamos cuando los medios hegemónicos muestran los conflictos como si fuera un show o una película. Pero lo cierto es que todos los conflictos en África son derivados por el colonialismo europeo, que dividió pueblos en distintas entidades coloniales (hoy Estados independientes) y en otros casos juntó a pueblos rivales en la misma entidad. Los resultados están a la vista.

Además, y muy importante: Nigeria es el principal productor de petróleo de África, y allí se puede buscar la verdadera explicación para la inquietud de Trump. Porque hay otros conflictos y otras matanzas en otros países, pero como no tienen recursos naturales apetecibles, ni Estados Unidos ni nadie dice nada. Además de petróleo, Nigeria es un gran productor de oro y de uranio, fundamental para la industria nuclear, tanto pacífica como bélica.

Boko Haram, el grupo terrorista de impronta islámica que actúa en Nigeria, fue conocido mundialmente hace unos 10 años por secuestrar cientos de niñas de colegios católicos. Juró lealtad en 2014 al Estado Islámico, y como ese grupo terrorista, había sido armado y financiado justamente por… Estados Unidos.

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