Jardinería y hogar
Ceropegia woodii: la suculenta de corazones todoterreno, muy fácil de cuidar
Si buscas una planta original, que marque la diferencia en el hogar y que sea digna de admirar tienes que conocer el collar de corazones.
Esta curiosa planta, cuyo nombre científico es Ceropegia woodii, es una suculenta trepadora de interior de hoja perenne que se ha ganado la preferencia de muchos amantes de la jardinería gracias a su apariencia única y su fácil cuidado.
Originaria de Sudáfrica, esta planta es conocida por sus hojas en forma de corazón que cuelgan de finos tallos, creando una cascada verde que puede llegar a medir varios metros de longitud.
Los tallos de la ceropegia son finos y muy largos. Aunque dan la sensación de ser delicados, en realidad son bastante flexibles. Cuando llega el verano aparecen en la planta algunas flores pequeñas, de forma tubular y color rosado.
La ceropegia es una planta que tolera muy bien el calor y las altas temperaturas, aunque no le ocurre lo mismo con el frío. Ella es feliz en entornos cálidos, con una temperatura entre 16 y 21 ºC, y empieza a pasarlo mal cuando el termómetro desciende de 12ºC.
Por otro lado, le gusta la humedad ambiental y, aunque no conviene pulverizar sus hojas para evitar la aparición de hongos, sí agradecerá que pongas un recipiente con agua cerca de su maceta.
Cómo cultivar el collar de corazones en casa
Las hojas del collar de corazones son de un verde brillante con un matiz plateado y presentan un patrón de mármol en tonos más oscuros.
Es una planta resistente que puede adaptarse a diferentes condiciones.
Para cultivarla, es recomendable colocarla en un lugar con luz indirecta. Aunque puede tolerar algo de sol directo, una exposición prolongada puede dañar sus hojas por lo que no es recomendable.
Prefiere un sustrato bien drenado, como una mezcla para suculentas, y se debe regar cuando el sustrato esté seco al tacto. Durante el invierno, es aconsejable reducir el riego, ya que la planta entra en un período de letargo.
Cómo cuidar el collar de corazones en casa
El collar de corazones o Ceropegia woodii es propensa a la pudrición de raíces si se riega en exceso. Por ello, es vital asegurarse de que el sustrato esté completamente seco antes de volver a regar.
Sólo tendrás que tocarlo o introducir un palito y comprobar que sale seco. Además, es una planta que aprecia la fertilización ocasional durante su período de crecimiento activo, preferiblemente con un fertilizante equilibrado.
La poda, un cuidado extra
No es que la ceropegia necesite que la podes con urgencia cada año, pero sí le viene bien que recortes sus tallos de vez en cuando, ya que crece mucho. La poda cumple una función destacada a la hora de controlar el crecimiento de la planta y también sirve para eliminar tallos dañados o muertos.
Un consejo: para podar la planta utiliza unas tijeras previamente desinfectadas con alcohol. Así evitas enfermedades e infecciones.
¿Quieres multiplicar tu ceropegia?
Si te has enamorado de tu ‘collar de corazones’ y quieres propagarlo para tener nuevos ejemplares, puedes hacerlo a través de esquejes. La técnica es sencilla y, en el caso de esta suculenta colgante, no resulta complicado tener éxito.
Espera al inicio de la primavera y corta un tallo de tu planta que esté en buen estado. Deja que se seque ligeramente unas horas, úntalo en hormonas de enraizamiento y después plántalo en una maceta con sustrato para suculentas, o el que utilices para la ceropegia. Riega la maceta y espera. A los 20 días aproximadamente crecerán las raíces.
Plagas y enfermedades
A pesar de que la ceropegia es una planta resistente que no suele verse atacada por demasiadas plagas, sí hay determinados insectos dañinos que pueden aparecer al llegar la primavera.
Para eliminarlos trata de limpiar las hojas con un algodón empapado en alcohol, aunque si el grado de afectación es alto, puede que tengas que emplear un insecticida adecuado para erradicar el problema.