Memoria desordenada en la quietud de la bodega la Venencia

domingo, 10 de noviembre de 2019 · 13:44

Por Pedro Solans.Fotografía Chema Cotarelo- Ella lleva los tiempos en la piel. Su río, los siglos, el valle, la villa. Ella es Madrid. Nace, y nace, y vuelve a nacer. No tiene edad y mucho por venir. Para mí, nació cuando bebí una copa  de Palo cortado de Jerez.

Fue en la bodega la Venencia, montada sobre los escombros de la fortaleza de emir Mohámed I. Allí supe que los castellanos no saben llevar con gracia el sombrero andaluz; entonces, anoté con tiza en el mostrador: Ella es Madrid.

Nos sentamos en la penumbra con el músico Alberto Muñoz, y vimos detrás del polvo el mundo que se perdió a la vuelta de la esquina.

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