Una selfie y desapareces
Por Pedro Solans.-Con ciento cuarenta caracteres, en un tuit, despertó su ansiedad por irse. Miró para atrás y nada la convencía, ni la motivaba. Miró para adelante y tampoco vio nada. Agarró su teléfono I phone y salió a buscar un lugar para su última imagen.
Fue una selfie mortal más.
Ahora tuit expandió su límite a doscientos ochenta caracteres para que se tomen otras decisiones. Sin embargo, defendió la antigua limitación argumentando que ha servido para promover la creatividad y crear un lenguaje.