miércoles, 17 de julio de 2019 · 13:33

Crímenes en sangre | Por Pedro Jorge Solans | Parte 5

La misión
El tío le había dicho a Melitona antes de morir que superaría al silencio y al olvido, cuando se encontrara con un No’vet, (un ser superior), que bajaría a guiarla para que contase los padecimientos de su pueblo.
Melitona nunca quiso dejar el rancho de El Aguará, porque las palabras de su tío le parecían cuerdas de N`viké (violín toba) que le sonaban en los huesos, que le retumbaban en la cabeza.
Nadie supo si Melitona se encontró con el No`vet; y si se reunieron, en qué momento, y dónde.
Pero sorprendió que su hijo Sabino resignara su vida para cuidarla. Siguió los pasos de un santón de Napalpí.

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