Carlos Paz tuvo una playa-postal en el lago San Roque

sábado, 21 de septiembre de 2019 · 09:58

Por Pedro Jorge Solans

 

Video: Next Producciones

(Alejandro y Adrián Pacher)

 

Es difícil explicar por qué ciertos emprendimientos que se escapan de lo vulgar no perduran en destinos turísticos que necesitan propuestas atractivas.

Villa Carlos Paz nació por obras que escaparon a los obstáculos: el dique San Roque que modificó la geografía de las antiguas estancias y del propio valle San Roque, los canales de Rudecindo y de su hijo Carlos Paz, y en la última mitad del siglo veinte pequeños desafíos comerciales privados instalaron a la villa como una ciudad de luces y vida nocturna, con un puñado de discotecas encabezado por la mítica Keops, y acompañado por Khalama y Molino Rojo, entre otras. Tuvo una veintena que abrían sus puertas para que la juventud del país disfrutara de las fiestas nocturnas. Luego emergió la propuesta teatral, que aún está vigente. Las marquesinas se encendieron con la visión y locura de unos cuantos que ya casi nadie los nombra. 

Con la perspectiva de volver a las fuentes para insertar a Villa Carlos Paz entre los destinos turísticos atractivos en las próximas décadas donde las generaciones demandarán otras formas de descansar, divertirse y de vivir, hay que rever lo que se hizo, porque hay antecedentes que iluminan el futuro.

Años atrás el lago San Roque tuvo su playa postal que recorrió el mundo y no se la puede olvidar,  Bahía Los Mimbres.

El viento gargantero, -porque proviene de la garganta o embudo del paredón- deposita la arena que trae el agua de las Altas Cumbres en el lado oeste del embalse donde tres amigos instalaron en los primeros años de la década del 2000 los quinchos que luego sería el balneario. Bahía los Mimbres no puede estar ausente de la ciudad de los canales, y menos del transporte fluvial entre los municipios del gran Carlos Paz.      
 

 

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