La grieta en torno al reloj Cu-Cú de Villa Carlos Paz

domingo, 22 de septiembre de 2019 · 15:35

Por Pedro Jorge Solans

Video: Coty Paintner

La ciudad crece y las nuevas generaciones van teniendo voces propias sobre el patrimonio público. Y si hay un ícono turístico que generó una grieta entre los carlospacenses sin duda es la existencia del reloj Cu Cú que resiste en el tiempo. "Feo, incómodo, decepcionante, pero nuestro;" dicen los que se aferran a la historia contándola como quieren.

Vergonzoso y provocador de frustraciones en los turistas; señalan los que no lo quieren ver más, y hasta quisieran manifestarse para que derrumben la casa del pájaro que no tiene plumaje sino anécdotas que lo cubren más tiempo de lo necesario.

Esta grieta carlospacense podría superarse si a esa especie de representante de una "ironía histórica;" se lo refuncionalizara. Es muy valorable constatar cómo turistas ilusos se abalanzan para ver lo que no se ve, cada vez que una maquinaria da vuelta y un ronquido pareciera que cantase, ¡cu cú cu cú! Sería muy importante aggiornar a nuestro pájaro a los tiempos de centenialls y millenialls.

No alcanza con pintarlo o cubrirlo con una camiseta argentina, o provocar un efecto mediático robándolo, como pasó en la intendencia de Eduardo Conde y Cristina Bricco con secretaria de turismo. Hace falta tecnología y una refuncionalización integral de ese lugar estratégico. Una plazoleta de interpretación histórica, una nueva parafernalia a la hora de presentar "el anunciador de horas" que ya es un culto a la fealdad, y un ejemplo de cómo convoca la fealdad.

La solución para Villa Carlos Paz no pasa por lapidar el orgullo de su constructor Carl-Hans Plock,  y de los ingenieros alemanes que lo ayudaron, ni olvidar que miles y miles de parejas sellaron sus amores en sus lunas de miel allí frente al pájaro, ni perder la historia del fotógrafo Falcón, ni lo que significa el reloj, un símbolo de la estrecha relación de Villa Carlos Paz con la evolución de la industria aeronáutica argentina y con las incipientes fábricas cordobesas de los años 50 y 60.

El reloj Cu Cú de Villa Carlos Paz no se merece maltratos ni falta de respeto. Sólo carece de un lifting profesional. Su construcción  indica que este poblado tuvo sus  micro pymes y pymes..Su constructor Hans Plock y el técnico aeronáutico alemán Schnaak instalaron su fábrica de relojes con el nombre de IRCA, Industria de Relojes, Controles y Aparatos SRL en Carlos Paz.

Según el recopilador de historias locales, Eldor "Piti" Bertorello, el primer reloj que salió de esa fábrica carlospacense fue el 7 de abril de l952. Funcionaba en el garaje de la casa (Chalet Gra Mi Yo) y el primer empleado que tomaron los alemanes fue don Glaetlli, un suizo que trabajaba en cobre. Llegaron a tener 35 operarios.Con el tiempo la producción de relojes se agrandó y los empresarios se trasladaron a un galpón de la calle Moreno y después alquilaron salones de la confitería Munich ubicada en Villa del Lago.

En l.957, Carlos Gasser, impulsó la construcción de un reloj Cu-Cú gigante con la colaboración muchísimos vecinos carlospacenses como Mario L. Casolla de Sestrieri, Inoccente Persello, Karl Wedemeyer, Mario Bina, Leandro Serna, Leonardo López, Romeo Silvestrin, Clemente Andorno, Pedro Maschio, Horacio Gigli, Federico Gasser, Justo P. Carreras, Aldo Rigazio, Andrés García, Sebastián Sabater, Juan Alonso y Martín Traverso. Y el 25 de mayo de l.958 fue inaugurado el reloj. 

 

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