Piedras rescatadas del agua | Piedra 4
Fotografía. Gentileza de Luis Tórtolo.
Del otro lado del agua, la familia Domenella atendía el "Pini bar" a los sobrevivientes del desfiladero nocturno que seguían estóicamente peleando contra los robots, y contra las muñecas sexuales que mataban las emociones a lo loco y a lo tonto.
En el "Pini bar" se receptaban las noticias más sorprendentes de la comarca, y una pareja de forasteros que se besaba a través de un pingüino de vino suelto petrificó sus labios en el recipiente cuando escuchó con lujo de detalles como un extraterrestre descendió de un Objeto Volador No Identificado (OVNI) en la zona del barrio la Cuesta.
Detrás de un biombo, como se acostumbraba a beber con una dama, Alfredo Domenella contaba que los visitantes de otras galaxias habían sido recibidas por Roberto Barrigó, a quien dejaron desnudo y se fueron echando lucecitas multicolores por la boca.
A la pareja le costó despegar los labios del pingüino.
Ah! Si don Carlos Paz viviera, qué pejerreyes se pescarían en esta zona del canal.