Oche Califa: Nada reemplaza una feria del libro

Por Alejandro Frias (Escritor y ensayista y periodista cultural)
sábado, 8 de agosto de 2020 · 00:29

Por Alejandro Frias

(Escritor, ensayista y periodista cultural)

 

La situación de pandemia y consecuente cuarentena que vive el planeta obligó a que, desde fines de marzo, se suspendieran la mayoría de las actividades, en especial las multitudinarias. En Argentina, el mayor evento literario de cada año la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, no corrió mejor suerte, y pocos días antes de su realización anunciaron desde la Fundación El Libro, organización responsable del encuentro, que quedaba suspendido. Y aunque en un principio se especuló con la posibilidad de que se realizara más adentrado el año, esto finalmente no fue posible, por lo que desde la Fundación El Libro, a cargo también de la Feria del Libro Infantil y Juvenil de julio, optaron por un formato digital para concretar las ferias 2020.

Con el año ya avanzado y ante la expectativa de lo que puede suceder en lo mediato con el levantamiento de la cuarentena, El Diario de Carlos Paz se comunicó con Oche Califa, Director Institucional y Cultural de la Fundación el libro, quien realizó un balance de las experiencias de ferias virtuales de este año y anticipó la feria 2021.

 

– ¿Cuál ha  sido el resultado de la experiencia digital de contenidos de la feria de este año?

 

– El resultado es auspicioso, porque nosotros tuvimos que abordar esto sin una planificación previa, no hubo un plan de la Fundación pensando alternativas de este tipo y cómo elaborarlas. La cuarentena nos obligó, sobre la marcha y frente a una situación que no sabíamos al principio cuánto tiempo demandaría, a salir con iniciativas de paliativo. En principio, nosotros tenemos una principal responsabilidad que es el público, tenemos un alto grado de fidelidad, tanto en la feria internacional como en la Feria del Libro Infantil y Juvenil, y luego tenemos una responsabilidad muy grande frente a la propia industria del libro, porque nuestras ferias son representativas de la industria fundamentalmente. Teníamos una situación muy delicada, porque en un principio se paralizó en absoluto, y nosotros participamos al mes de las gestiones para que al menos se autorizara a las librerías a hacer envíos, y para esto organizamos un mapa de librerías que tienen sistema de envíos y promover esa alternativa, y nos echamos a andar. En lo que se llamó Feria Internacional del Libro edición virtual jugaban dos posibilidades, el programa cultural como un gran atractivo y el mapa de librerías, que tiene incorporadas un poco más de 700 de toda la Argentina, en las que estaba la posibilidad de buscar ese libro con el que uno se entusiasmó al ver algo en el programa cultural, ese libro o ese autor o esa temática. Ahí tuvimos resultados muy buenos, tuvimos muchos ingresos al mapa de librerías, que es una forma de medir. Por supuesto, no sabemos si en todos los casos se ejecutó la compra, pero también sería muy pesimista pensar que no se ejecutaron en ningún caso. Tuvimos muchísima asistencia por lo que logramos medir a través de nuestros canales, porque si se trata de un link de terceros ya depende de la información de ese link de terceros, pero en el caso de todo lo que era nuestro lo pudimos medir y tuvimos muy buena cantidad de visitas. Sobre esa experiencia armamos otras acciones, y previamente a eso hicimos actividades por el Día Internacional del Libro y después por el Día del Escritor y la Escritora, pero después volvimos a la alternativa feria, porque en julio nosotros hacemos la Feria del Libro Infantil y Juvenil, que tiene dos sedes simultáneas, Buenos aires y La Plata, entonces de vuelta teníamos el desafío de que no íbamos a tener feria, pero repetimos el modelo agregando un tercer espacio en el que ya el editor o el librero tenían la posibilidad de agregar propuestas culturales al programa e ingresar promociones. Promociones de acuerdo a la ley, porque la Ley del Libro impide diferencias en los precios, pero las librerías y las editoriales podían dar un libro de regalo a partir de un monto determinado o hacer envíos a domicilio sin costo en algunas zonas. Se subió una muy buena cantidad de promociones de ese tipo, además de casi 360 actividades, casi la mitad de ellas en vivo, y por primera vez se nos dio una cosa que en la feria física no se puede, porque es de Buenos Aires y La Plata, y si uno quiere participar tiene que por lo menos vivir cerca. En este caso tuvimos participación de cualquier parte del país, ya sea de las librerías y los editores, que tuvimos muchísimos, de hecho, una de las primeras propuestas que se cargaron era de una librería de Plottier, en Neuquén, así que tuvimos mucho de eso, y por supuesto que también el público podía ser de cualquier parte del mundo. Así que, desde ese punto de vista, ha sido muy bueno, pero siempre pensado como un paliativo ante una situación que demandaba la reactivación de la economía y, por lo tanto, de la industria del libro. Con una industria produciendo novedades, reimprimiendo sus éxitos y librerías abiertas con alta circulación de personas, eso no hay manera de remplazarlo, así como no hay manera de remplazar una feria presencial como hecho social, cultural y recreativo, que volverá cuando sea posible.

 

– Calificaste como auspiciosas estas ferias virtuales y también como un paliativo. En perspectiva, pensando ya en las próximas ferias físicas, ¿qué trasladarían de esta experiencia digital.

 

– Nosotros estamos reflexionando, y creo que es evidente que no debemos ser los únicos, respecto de que buena parte de las iniciativas obligadas por esta situación han llegado para quedarse, no como remplazo, indudablemente, pero sí como oportunidad en distintos momentos del año. Eso sí se puede pensar. Y, de hecho, por ejemplo, nosotros tenemos el mapa de librerías, con unas 700, y lo vamos a mantener. Lo actualizamos permanentemente, y creemos que todavía puede crecer un poco más, porque la Argentina tiene alrededor de 1.200 librerías. Nosotros ese testeo lo actualizamos siempre, y se entiende que hay muchas que aún no han abierto, sobre todos las que están en shoppings, pero el mapa de librerías es algo que se va a quedar, e incluso vamos a ver cómo podemos mejorar el servicio que ofrece. Estamos en eso, justamente, desarrollando un proyecto para ver si podemos mejorar el mapa de librerías, que va a permanecer en nuestra web como un servicio porque creemos que hay muchísima gente que no tiene posibilidades de movilizarse hacia una librería o bien directamente vive en una localidad que no tiene librerías, La posibilidad de ingresar, buscar y encontrar el título, encargarlo y recibirlo a domicilio es una alternativa muy válida que las librerías vienen haciendo desde hace tiempo, pero, indudablemente, un motor de promoción como el nuestro, con los cientos de seguidores que tenemos en nuestros canales, va a volver mucho más eficaz esa posibilidad de llegar al libro. Eso por lo pronto, y después seguiremos viendo las alternativas de ferias virtuales en algún momento del año. No está desechado eso, por más que añoremos el momento en que podamos volver a hacer las ferias presenciales, que son sin igual, no hay manera de remplazarlas.

Oche Califa: Argentina tiene alrededor de 1.200 librerías.

 

 

– A lo largo de la charla te has referido al libro pero siempre en su formato físico, de papel, ¿qué impacto ha tenido el libro virtual en esta cuarentena?

 

– El papel del e-reader y del e-book ha sido hasta ahora marginal desde el punto de vista del negocio. Es una alternativa muy interesante, seguramente aprovechada por algunos segmentos de lectores muy específicos pero que está hace ya algunos años estacionada en un espacio marginal desde el punto de vista del negocio y del número de lectores. En esta situación, indudablemente creció. Las informaciones difieren, porque provienen de distintas editoriales o plataformas, pero no era difícil imaginar que efectivamente iba a crecer, y creció. Por supuesto, se trata de un lector mayoritariamente ya constituido como lector digital y que aprovecha y suma más a su e-reader o de aquel que decidió comprarlo, porque hay que comprar la herramienta. Yo vi los números de España, aunque en general nuestro comportamiento no es distinto al europeo, y hay un salto en la venta del e-book superior al 35 por ciento, y posiblemente debe haber crecido más también, pero siempre fue un negocio chico. La inscripción de ISBN que tiene el formato digital en Argentina está estacionada en alrededor de 18 por ciento en lo que se inscribe como novedad anual, e incluso a veces la inscripción es doble, es decir, sale la versión en papel y se inscribe también la versión digital, así que tampoco es un gran indicativo. Pero, bueno, son alternativas más que posibles de lectura en momentos de encierro, es innegable y es bueno que esa alternativa exista.

 

– Seguramente están previendo la feria de 2021, a pesar de que todavía no estamos en condiciones de asegurar que se realice, pero cómo se desarrollaría, porque quedó pendiente la ciudad de La Habana como invitada y un montón de otras actividades.

 

– Bueno, La Habana confirmó que viene en 2021 así que eso está resuelto, y nosotros tenemos cerrado el trato con La Rural para el año que viene. Es innegable que la situación, de todos modos, sigue siendo incierta, pero estamos obligados a trabajar en función de tener una feria física a fines de abril y principios de mayo. En general, lanzamos la feria siguiente en septiembre, y a partir de ahí los expositores toman los metros cuadrados y nosotros apretamos el acelerador en lo organizativo. Esto quiere decir que si bien en principio no tendríamos que hacer el loteo, porque se mantendrían los espacios adjudicados, queda la tarea organizativa de los programas, de las jornadas profesionales y de las gestiones internacionales que son posiblemente lo más complicado hoy por hoy, porque hay que resolverlas con mucha anticipación e, indudablemente, el escenario mundial es incierto, pero vamos a trabajar en principio pensando en que podemos tener resuelto eso el año que viene.

 

– Está dando vueltas el proyecto de creación del Instituto del Llibro y hay un debate en torno a eso, por eso, para cerrar, quisiéramos conocer tu punto de vista ante la creación de un espacio como este.

 

– Nosotros apoyamos en su momento ese proyecto, fue saludado en su discurso por la presidenta de la Fundación El Libro [María Teresa Carbano] en el día de la inauguración, se hizo un acto de lanzamiento en una sala de la feria y nosotros en el proyecto figuramos con un representante en el directorio o en el concejo, esto quiere decir que estamos de acuerdo, que estamos dispuestos además a ponernos en una situación muy activa para que, una vez que se apruebe efectivamente, se ponga en marcha, y creemos que es una herramienta que puede jugar un papel muy beneficioso para una industria que tiene que seguir garantizando un alto grado de diversidad y de distribución federal, tanto del negocio como del mundo lector.

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