Rolando Revagliatti y los documentales de poesía

Por Susana Szwarc

(Especial para El Diario)

 

El poeta argentino Rolando Revagliatti, además de su propia obra, ha hecho un continuo y generoso trabajo de dar a conocer la poesía argentina a través de ciclos de lectura, de filmaciones y hace una década de entrevistas a los autores, reunidos ahora en varios tomos. En esta oportunidad conversamos con él.

 

¿En qué genero comenzaste a escribir? ¿Y luego, por dónde circulaste?

Primero fueron versos, versificaciones, influenciado por poetas gauchescos y tangueros (además de José Hernández: Hilario Ascasubi, Yamandú Rodríguez, El Viejo Pancho, Héctor Gagliardi, Cátulo Castillo, Celedonio Flores, entre otros). Eso en mi temprana adolescencia. Y casi en simultáneo, canciones: letras de canciones que me surgían con música incluida (hacia mis 18 años aprobé los exámenes tanto de letrista como de compositor en SADAIC, y hasta registré una partitura: un tango que pasó a corcheas y semicorcheas un bandoneonista, Alejandro Scarpino, uno de los dos compositores de ‘Canaro en París’; y ahí terminó mi carrera, esa carrerita, puesto que nada intenté como para dar a conocerla, digámoslo, puerilidad que había concebido).

A la dramaturgia accedí (yo había ya actuado en algunos espectáculos teatrales y había incursionado en la dirección) cuando andaba rondando los treinta años. Alberto Ure, uno de los que había valorado ese quehacer (otros, recuerdo sin esmerarme, fueron Griselda Gambaro, Patricio Esteve, Carlos Gorostiza), me bautizó el ‘Beckett gaucho’.

A la narrativa breve llegué unos años después, mientras concurría a talleres de escritura coordinados por Juan José Hernández, Liliana Heker, Abelardo Castillo… Escribí bastantes textos en un lapso relativamente corto y abandoné, así como antes había escrito 19 piezas teatrales breves y dos largas… y abandoné. Todos esos textos fueron multipublicados en más de 650 diarios y revistas soporte papel (y ya en este siglo en plataformas digitales). La poesía me abandonó a fines de 2012.

 

Organizaste varios ciclos de poesía entre 1999 y 2004. Recuerdo el último, ‘La Anguila Lánguida’ Muestra de Poesía, en donde se filmaron a los poetas leyendo. ¿Nos contás un poco sobre esto? ¿Por qué dejaste de hacerlos?

El primero, Ciclo de Poesía y Prosa Breve ‘Nicolás Olivari’, lo diseñamos Cristian De Nápoli y yo. Desde allí hasta el último, mantuve el criterio de invitar a poetas de impresionante trayectoria junto a otros que, en cambio, no la tenían. Y procurando abarcar a toda una gama entre los 18 años a los de más de 90. Y no sólo a los que producían tal o cual tipo de escritura, sino apuntando a un horizonte de verdadera diversidad de voces (algo tan cacareado y deficitariamente llevado a cabo). Y no sólo a los amigos, a gente que me conocía y apreciaba, sino a escritores que no tenían ni la más remota idea de mí.

Dejé de hacerlos cuando ya me había cansado: cansado por la intensidad (cinco poetas invitados por cada reunión semanal), y cansado de varias otras cosillas que nos demandaría, Susana, un espacio del que no disponemos.

Se llegaron a filmar sólo las primeras seis reuniones (tanto a los poetas especialmente invitados como a los que participaban en el segmento de lecturas no programadas). Sucedió, ya no me acuerdo bien, que la persona encargada de las filmaciones empezó a tener impedimentos para seguir concurriendo. No fui el primero en propiciar estas filmaciones (la mayoría de las cuales llegué a subirlas a Youtube y a Vimeo: la mayoría y no todas debido a que quien editaba los videos, por severos trastornos personales, y como para huir de lo que le pasaba, se ‘exilió’ en otra ciudad): las primeras, supongo, fueron las organizadoras del Ciclo de Poesía ‘Zapatos Rojos’ (pero, me parece, ellas, Karina Macció, Romina Freschi y Ximena Espeche, no subieron los videos a Youtube: yo adquirí algunos).

 

Recuerdo cuando me llamaste por teléfono para hacerme una entrevista en el 2013. Creo que fui una de tus primeras entrevistadas en lo que podríamos llamar un amplio panorama de escritores argentinos. Sé que las notas han tenido mucha visibilidad en internet ¿Les contás a nuestros lectores sobre esa experiencia?

En efecto, nuestra conversación comenzó a difundirse en octubre de 2013 y fue la cuarta. Luego se sucederían 124. Mantuve la premisa de que participaran de ellas escritores muy reconocidos y otros no tanto y otros con poca obra publicada. 61 mujeres y 67 varones en total. La última se difundió por primera vez en mayo de 2020. Se socializaron con muestra literaria en un centenar de portales de numerosos países. Y unas cuantas también en medios de soporte papel.

En verdad, fue al mismo tiempo que las musas me abandonaron cuando revoloteó el propósito de reinventarme como periodista cultural en el exclusivo marco de las entrevistas a través del correo electrónico. Estoy convencido —y así satisfecho— de que logré con ellas sostener una impronta.

 

Esto se completa con los cinco tomos de tu libro ‘Documentales. Entrevistas a escritores argentinos.

Es así. Requirió tomos de más de 400 páginas la inclusión, con muy buen diseño debido a mi webmaster, Patricia L. Boero, de las 128 entrevistas. Están disponibles gratuitamente, entre otros Sitios, en www.revagliatti.com. Queda, sin embargo, un sexto tomo, que ojalá pueda ver la luz dentro de pocos meses. Ese alojará la propuesta que di en llamar ‘En cuestión: un cuestionario’, también respondido (hasta ahora, y no sé si aparecerá otro cuestionario respondido) por 31 escritoras y escritores. Y de este modo me iré despidiendo de tanta actividad.

 

Poemas de Rolando Revagliatti   

 

La luz que sobra

 

La luz que sobra

la retiro

de inmediato

No incurriré

en negligencia

nunca más.

*

Lo que me sucede

Sucede

lo que me sucede

y al exceso

a hurtadillas

lo apuñala

la resignación.

*

Lo que de mí

Yo creía

en mi inocencia

pero

lo que en mí

no era yo

no creía.

*

Lo que de mí

Yo creía

en mi inocencia

pero

lo que en mí

no era yo

no creía.

*

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