Evolución e hipocresía

Por María Beatriz Muñoz Ruiz. (Granada.España)

Por María Beatriz Muñoz Ruiz

Granada. España

 

El otro día estaba esperando a pagar en la cola del supermercado cuando no pude evitar escuchar la conversación que se desarrollaba justo delante de mí entre una pareja unos años mayor que yo. Bueno, el caso es que sí que podría haber evitado escuchar, pero con la distancia de seguridad la cola para pagar se hacía demasiado tediosa, ya había revisado todas las redes sociales, las noticias y los mensajes, así que aquella conversación era lo más entretenido que tenía.

Ya os tengo intrigados, ¿verdad? Pues veréis, aquella pareja estaba comentando que le parecía increíble que el mundo se hubiera vuelto tan loco con respecto a la tecnología, ya que todo se hacía por máquinas, incluso la cola que estábamos guardando era para cobrarnos nosotros mismos.

En cierta forma estaba algo de acuerdo con esa idea, pero luego, la conversación derivó hacia la idea loca de que los robots dominarían el mundo. Bueno, entre una idea y otra pasó un rato, y por suerte, ahora mismo estábamos parados en la zona de los productos fríos y la mascarilla parecía no agobiarme tanto, así que pude centrarme mejor en sus conversaciones.

Decían que los robots iban a quitarles el empleo a los humanos y que un día se apoderarían de todo sin darnos cuenta, decían que los robots no eran de fiar, que si se les cruzaban los cables podían matarnos. Entonces me dio la risa, claro que, tuve que disimular haciendo como que miraba el móvil y me reía de un chiste, ya que los dos se volvieron y me miraron.

 La cola avanzó más rápido y la pareja desapareció, cosa que agradecí, ya que era evidente que se habían percatado que estaba escuchándolos.

Cuando metí la compra en el coche aún no podía quitarme de la cabeza su última frase “como un día se les crucen los cables nos van a matar a todos”, me volvió a dar la risa, pero esta vez en el interior de mi coche.

Si alguien hubiera escuchado únicamente esa frase, perfectamente podría haberse referido a una persona. Se ve, que, según la pareja, a la gente no se le cruzaban los cables y la raza humana era perfecta, sí, perfectamente idiota, creo yo.

No puedo creer que la gente repita lo mismo que dicen otros sin tan siquiera pensar por sí mismos, y con esto no quiero decir que no tuvieran nada de razón, pero antes deberían analizar los pros y los contras de todo.

 En primer lugar, el mundo es normal que siga evolucionando, nos guste o no, y nosotros debemos adaptarnos a esa evolución, nos guste o no. También existe la opción de irnos a un pueblecito alejado de la civilización donde no llegue ni el wiffi ni la señal del móvil. Sí, lo sé, algunos ya estaréis hiperventilando, el móvil se ha convertido en una herramienta fundamental en nuestra vida, y gracias al móvil, las cabinas de teléfonos murieron. Pobres cabinas telefónicas, guardemos un minuto de silencio por ellas. Bueno, ya está, ¿os dais cuenta de la hipocresía de la gente que habla de que los robots van a quitar trabajos cuando, sin embargo, eso ya lleva ocurriendo mucho tiempo?, pero no os confundáis, los trabajos no se pierden, se transforman.

 Hoy en día, las personas que iban de cabina en cabina recogiendo las monedas de la gente, quizás ahora estén trabajando en una empresa telefónica desde un despacho. Pero la gente ve lo que quiere ver, me hubiera gustado ver a esa pareja de ropa pija lavar a mano o fregar los platos a mano, pero eso sí, los robots, según ellos, no deberían existir ¿no entienden que la lavadora y el lavavajillas son robots?

En mi opinión, los robots harían mucho bien a una sociedad donde la mayoría de ancianos se encuentran solos sin ayuda de sus hijos.

Para algunas personas, la soledad supone un regalo, pero para otras la soledad es una condena. Para esas personas que se siente solas o que no pueden valerse por sí mismas, los robots serían un regalo magnífico, sí, es triste que los robots tengan que hacer compañía a nuestros mayores, pero si hay un problema se deben buscar soluciones.

Si se te pincha la rueda del coche, no puedes sentarte en la calzada a lamentar el pinchazo y el hecho de que no tienes rueda de repuesto, pide ayuda, no pasa nada, evoluciona y deja de ser hipócrita y egoísta.

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