Griselda Gambaro, la Máxima Dramaturga del Teatro Argentino

Por Susana Szwarc

(Poeta y dramaturga)

           Griselda Gambaro cumple años los 28 de julio. Griselda Gambaro sigue a cada instante, con cada texto, donándonos su escritura que brilla para hacernos ver destellos y mostrarnos, a la vez,  las sombras que parecen  agrandarse en demasiados momentos de la historia. Y nos hace captar, entrar en ese “desatino” -  parte de lo humano y de lo social tantas veces en sus fases de horror  - para, tal vez, reflexionar, comprender, discernir y hasta transformar.  Y como dice Mauricio Kartun: “Las obras de Griselda son resplandores en medio de la oscuridad”

          En una entrevista realizada por Diego Mileo en 1980 para la mítica “Pájaro de fuego”,  después de tres años de exilio en Barcelona, Griselda Gambaro dice: Toda creación es un acto de adhesión y de rechazo a la cultura, de adhesión y rechazo al medio porque es un reordenamiento de la realidad.  Adhesión a la cultura porque parte de los elementos del pasado, de la tradición dramática en este caso, rechazo de la cultura porque esa tradición, para que subsista viva, debe ser rota, cuestionada cada vez y recreada con contenidos originales que también y al mismo tiempo modificarán las formas.

          Griselda Gambaro habla en sus textos de lo que nos sucede en el presente y que, sin embargo, se entrelaza con lo tantas veces sucedido  en el tiempo como si hubiera un deleite pavoroso de la repetición, como si cierta crueldad insistiera, y no quedara otra, muchas veces, que andar como almas en pena. Griselda Gambaro nos dice entre sus textos,  mientras estamos siendo espectadores expectantes “esta es una gran parte de la realidad, esto es lo que está sucediendo, mirá si te gusta”. Y nos entrega, entre sus novelas y obras de teatro, La casa sin sosiego, La señora Macbeth, Antígona furiosa.

         Antígona furiosa, escrita en 1986, narra a una Antígona recién muerta que se descuelga, se deshila para poder escuchar, alma penando, a los que no fueron enterrados porque han sido desaparecidos por /en la dictadura cívica militar,  y siguen y seguirán hablándonos hasta ser escuchados, hasta ser reconocidos, hasta encontrar el lugar justo del sosiego. Y así, recién entonces,  tendremos un espacio de reposo las y los demás.

          La casa sin sosiego escrita en 1991, es un libreto para ópera de cámara con música a cargo de Gerardo Gandini y en esta casa este Orfeo repite la búsqueda de Eurídice, solo que nuestra Eurídice es una desaparecida argentina, otra más, por la misma dictadura (1976-1983).

          En La señora Macbeth, escrita en el 2003 y estrenada en el 2004 en el Centro de la Cooperación con el protagonismo de la actriz Cristina Banegas. Aquí, la señora Macbeth es la mujer hablada por su marido. Ella, que está  siempre en escena, es la ausente, y su decir es una especie de automatismo, es un  hablar sin palabras propias. Son las palabras del marido las que salen de su boca.

           Griselda Gambaro dice “las ideas son de todos, las imágenes son de todos; el intercambio permite crecer, incorporar lo que sirve a nuestro trabajo, y esto nos enriquece”. Nos transmite que  toda escritura es reescritura y ella avanza prodigiosamente más allá, entre y sobre  los textos de los dramaturgos de la historia.

          Griselda Gambaro, generosa, nos escribe, nos da su  grandeza.