Serenata para náufragos

Por NEACONATUS
jueves, 17 de febrero de 2022 · 17:41

Por NEACONATUS

 

Celebramos la publicación del nuevo libro de Daniel Omar Luppo Serenata amatoria para jóvenes sin instrumentos, y otros textos para resistir la navegación al garete (Editorial Contexto, colección Zona insular, Resistencia, Chaco, 2021), porque nos parece una obra que llega para abrir un campo literario que hacía falta en la amplia zona del NEA.

Ya sospechábamos agotado el modo tradicional de los planteos de los autores del litoral, ese estilo pintoresco, cuasi folclórico, mechado de palabras y modismos típicos, incluso con glosario al final.

Luppo nos presenta otra cosa. Quizás la problemática sea similar, porque todos estamos inmersos en las mismas pujas, avances y retrocesos, con el denominador común de la postergación y la lejanía de los centros de poder. Y también sea igual la historia que nos conformó, una historia terrible de masacres, de sangre y fuego, desde antes de la Guerra Guazú, que nos empujó a un verdadero exterminio. Aunque estas destrucciones nunca están demás volver a tenerlas en cuenta, para saber que no olvidamos. El asunto con el libro de Luppo es el planteo de novo de los mismos temas. “En el corazón de los abuelos/la caballada montada por soldados paraguayos sin cabeza/pidiendo agua fresca/alimentos centenarios/todos los treinta de diciembre/En la cabeza de los abuelos/niños descalzos/arrastran espuelas de soldados muertos…”

Los poetas, como Luppo, seguramente son la memoria que no cesa, no solamente de aquella destrucción guerrera, de aquella rapiña, sino de las vivencias del pueblo a orilla del río, y a orilla de los ríos del mundo, aunque vivan al costado del Bermejo, del Pilcomayo, del Paraná. No se nace y crece allí de manera bucólica, burguesa, es un destino aciago, golpeador, despojante de esperanzas. ¡Caramba! hay que andar con anzuelos y palos afilados para enfrentar el hambre y la desolación. Todo el NEA grita aquí estoy en las páginas de Luppo, y por suerte el timbre de su alarido es distinto, quizás así se escuche. El talento del autor consiste en poder relacionar el drama de las personas en los bordes de la patria, con los principios eternos de los seres humanos.

Otra característica del libro de Luppo es acercarnos versos sueltos, libres, pero como si fueran pequeños cuentos, sintetizados con el machete de la lírica, en un juego torrencial de palabras que no se contienen nunca, tampoco importa si los adjetivos o los adverbios se corresponden con la sintaxis clásica.

Hay una desmesura de términos pluviosos de significados que se modifican por la ubicación en el discurso poético, junto a una cadencia o repetición, que hace musical el escrito, que altera la sintaxis en frases que no se frenan ante nadie ni nada. Luppo va a contracorriente de lo habitual, y para hacer más plural las acepciones ha eliminado todos los signos de puntuación. El autor se libera al escribir, se suelta, vuela, y nos invita a seguirlo en esa catarata de términos de asombro, para el murmullo y el grito. No es algo apacible, romántico, sino un alboroto cuyo análisis y explicación o desciframiento pareciera estar por encima o por fuera de las posibilidades humanas. ¿Decimos mucho? No. Es así. Serenata Amatoria es un libro que irrumpe, y no se acomoda en un sillón para la caricia de las tardes de lluvia, es para solidarizarse con la pena de nuestra gente, para denunciar los ranchos de la miseria y cantar el tesón inclaudicable del pueblo.

El subtítulo del libro de Luppo nos da una pista que nos induce a explorar las catacumbas de la fantasía individual: Resistir el infortunio de la navegación al garete. Una nave perdida en el mar brumoso de las asociaciones de ideas sin filtro. Este libro quiebra el protocolo de la fantasía que conecta con ideas introspectivas y asume una imaginación relacionada con las características de una sociedad actual sin rumbo y contradictoria. Es lo raro y extraño que habita este mundo de la modernidad líquida de Bauman. Líquido, agua, río, donde navega dando bandazos la imaginación y los modos de leer la vida que sobrellevamos y el entorno de proximidad que es una ribera de arenas movedizas.

Lo que propone el texto de Luppo es pura fantasía experimental modelada como prosa poética. Genera inquietud, pues nos patentiza que estamos ante un horizonte donde se vislumbran sólo sombras sin rituales estables de vida. Un temporal huracanado arrasó con las tradiciones protectoras y también con las utopías esperanzadoras. Sentimos el miedo que nos hace aullar cuando vamos en caída libre sobre una montaña rusa, y lo que es peor: en un parque de diversiones abandonado.

El libro de Daniel Omar Luppo es camaleónico y una telaraña a la vez, porque duramos en una sociedad telaraña donde todos y todas estamos atrapados. Engañados ante una exhibición constante y extenuante. Sentimos el mismo miedo que cuando soñamos que caminamos desnudos por la calle y todos nos miran. Estamos ante un poemario imprevisible, donde no se apuesta por lo reconocible y eso genera un cierto temblor emocional. Al estar inmersos en la banalidad cotidiana que ha llegado para quedarse, cuando nos topamos con la novedad sentimos una especie de aversión. No aceptamos lo que no reconocemos de inmediato. Esta obra quiebra el principio de realidad y nos abisma en el riesgo.

El libro como buena obra literaria no parece haber venido para calmar nada, sino para alterar, que eso hace la poesía. La buena poesía. Aquí se elimina la rima, los acordes suaves, la palabra redonda acurrucada en la oración cristalina. No, Luppo no nos deja descansar, arrolla con un pretérito imperfecto, con un presente continuo, utilizando al máximo el recurso del vocabulario que despliega de manera magistral.

Gracias a libros como Serenata, la literatura del litoral argentino está más viva que nunca.

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