Summa Baiulus el desparpajo experimental de una literatura que nos lee
Por Daniel Omar Luppo (Escritor y dramaturgo)Por Daniel Omar Luppo
(Escritor y dramaturgo)
están jugando un juego/ están jugando a que no juegan un juego
si les demuestro que veo que están jugando/quebraré las reglas y me castigarán;
debo jugarles el juego/ de no ver que no veo el juego.
Ronald Laing
El autor de la novela Summa Baiulus
En el campo de las mitologías urbanas hay una que suena con mucho ruido y corre en las oficinas de las editoriales de la región de los grandes ríos.
Dicen que el director de la colección Zona Insular, llamó al escritor Carlos Piegari para invitarlo a una cena organizada por la editorial. La misma se realizó en Resistencia, Chaco y fueron invitados treinta y dos escritores. Cuentistas, novelistas, poetas y ensayistas mujeres y hombres. Cada uno de ellos llevaría una pequeña reflexión sobre la novela Summa Baiulus, la cual en algún momento de la noche se discutirían diferentes puntos de vista sobre el nuevo lanzamiento literario. Mucha comida, muchos drinks celebratorios, vinos de colores y mucha inteligencia concentrada.
Quien intenta organizar los comentarios allí vertidos, tratará de volcarlos en esta comunicación. De a uno y con muchísimo respeto comenzaron a dispararse conceptos sobre Summa Baiulus. Con una aclaración inquietante a cargo de una poeta, quien narró los efectos contemporáneos del spoiler para evitar que una nube maldita no sobrevuele el trabajo narrativo recién editado. “El hecho ocurrió en Misiones en los años 80. El compadre Gaitán, segundo día de liberado por condena de cuatrerismo fue invitado a un asado familiar, copa va copa viene. Su primo Garcete -con ánimos de llevar adelante una conversación- desconocía que Gaitán durante su encierro había adquirido el hábito, la adicción de ver películas. Garcete fanático y poseedor de una importante cantidad de vhs comentó haber visto Drácula 70 y cuenta su final.
Gaitán desconcertado saca su pistola Taurus 38 de fabricación brasileña y se levanta la tapa de los sesos. Parientes y amigos congelados”.
El compadre no pudo soportar la anticipación. Risas y nuevos brindis.
“La cultura es anticipación”. “¿Será esto el intelectual colectivo?
Dijo en voz baja leyendo su esquela un novelista muy conocido.
“Piegari no cree en los reyes magos, su escritura no es inocente, escribe desde los escombros estructurando narrativamente la demolición que estamos atravesando”. Literatura y política. Ojo, dijo estamos volviendo a un tiempo político cultural del recuerdo. Nos hemos estado olvidando incluso de los propios. Ojo, la literatura es política pero la “política” como la estamos atravesando, nada tiene que ver con la literatura.
La joven ensayista me acerca una esquela, es notoria su timidez.
“Reforzando el comentario anterior, percibo lo mismo apunta, Piegari escribe sobre nuestros escombros y los rearma dándole forma a un nuevo habitat. En eso se basa su mundo narrativo, en reconstruir hilos de racionalidad en tiempos de guerras de mentiras y medias verdades que navegan en el insondable mar de la posverdad. El universo global fabrica industrialmente sofismas que distribuye continentalmente con sus lógicas de opresión. Su escritura es inquietante, disparadora, disparatada y esperanzadora”.
Piegari asintió con un largo parpadeo. El Director de la colección saboreaba lentamente su copa de vino blanco. Y así durante la noche la noche llovieron conceptos sobre Summa Baiulus, tarea compleja que me tocó ordenar por decisión de la mayoría porque no había bebido lo suficiente por cuidarme del post covid.
El cuentista calvo, amante del relato policial centrifugó sobre la mesa unas reflexiones sobre: “la literatura, las artes y las redes sociales generan en el nosotros. Lo que dinamita en las personas cuando toma contacto con la apreciación estética de la realidad, acentuando el papel que juega la calidad del trabajo narrativo que religa Summa Baiulus”. Profundo análisis que fue decayendo en el conjunto al ingresar las achuras recién salidas de la parrilla. Solo pude anotar hipertexto.
Mientras la literatura nos iba cenando y ante la animosidad y el afecto respetuoso del grupo, fui tomando conceptos sueltos y palabras claves para dar forma interpretativa a esa noche realmente maravillosa, que funcionó como una gran maquinaria generadora de conocimientos compartidos.
“Novela ingeniosa, argumento y trama dialécticamente trabajada. La lectura es quizás uno de los actos de libertad más apasionantes e íntimos que tenemos los lectores porque de alguna manera coescribimos los universos narrativos propuestos por los autores. Piegari despliega sus lecturas, se escribe así mismo. Es una relación en espejo con la mano de Escher que se dibuja así misma”, y aquí empiezo a dudar de los efectos colaterales que ha producido en mí el paracetamol. La noche avanza el asado es un excelente texto en boca de los comensales.
“El itinerario del baúl mítico arrastrando personajes oceánicos y continentales durante tres centurias, posee una estructura narrativa desopilante que debe ser leída muy atentamente por los disparates verosímiles e inverosímiles en lo que incurren los personajes, las situaciones, en fin la Anábasis que va tejiendo un sinfín de telarañas produciendo una estética que nos remite al encaje, al ñandutí”.
Las esquelas van llegando a mi lado y trato de ordenarlas porque el asado, los chorizos y las morcillas han generado focos de conversación vinculados al objeto de la invitación; lo cual seguramente son mucho más profundos por la interacción natural entre personas inteligentes. Creo haber anotado la marca del vino, no lo recuerdo. Sigo ordenando mis apuntes.
“Escritura delirante que arroja al precipicio su historial de lecturas. Socializa su biblioteca personal de muertos en nuestros cuerpos, sensación que despliega su escritura dejándonos mapas de tatuajes temporales”.
“Summa Baiulus carnavaliza nuestro mundo sensitivo musicalizando cada movimiento de sus treinta dos itinerarios, en un mix asombroso que vincula al chaqueño Oscar Aleman con la versión de Misirlou de Dick Dale & His del Tone con los formoseños Guauchos en su Chamamix. Intuyo la potencialidad de un nuevo género narrativo musical que podríamos definir en principio como punk rock jesuítico”. No nos olvidamos que Piegari fue un jugador importante en las grandes ligas del Rock Argentino.
“Gerard Genette en su obra Palimpsestos teorizaba sobre aspectos compositivos que poseen las buenas obras literarias y estos son: ludismo, humor, ironía, seriedad, sátira y polémica.
Estos elementos giran permanentemente creando un universo propio en la novela que celebramos. El estilo es la persona y en este caso se llama Carlos Piegari”.
Los trapos de la escritura contemporánea de Misiones, han sido izados muy altos en el mangrullo de su propio territorio y lo comparte con la región del litoral argentino. Summa, hace un nuevo aporte a la capa freática de sus literaturas, y a las nuevas narrativas que se van desplegando en el vasto territorio de los grandes ríos. ¿Estos fueron navegados por los personajes de la novela en cuestión?.
El agasajo finalizó, brindis finales, puños contra puños, pases de teléfonos y grandes abrazos. Quien escribe hizo lo que pudo y me disculpo. Las notitas que me fueron acercando los escritores es material para al menos tres comunicaciones más.
Los Palimpsestos verbales de la reunión quedarán escritos en los ecos del quincho del editor.
Habrá existido esta reunión, o es parte de las nuevas mitologías?
¡Aguante el reviro narrativo misionero, aguante la logia Lautaro!, aguante el desborde criollo que cura las heridas!, la pulpera de Santa Lucía y Summa Baiulus del escritor argentino Carlos Piegari!
Summa Baiulus. Carlos Piegari.
Editorial Contexto. Colección Insular. Chaco. República Argentina.