Desde México: por más “Bosques de la Poesía”

por Gabriela Guerra
martes, 15 de agosto de 2023 · 00:25

 

El bosque y la poesía

Uno de los históricos canales de  Xochimilco.

 

por Gabriela Guerra

Escritora y periodista cubana-mexicana.

 

“El bosque (…) es profano, pero también es sagrado”, dice Robert Pogue Harrison cuando habla de la conexión fundamental que existe entre la poesía y el bosque. Cualidades que comparten. Lo profanado hoy son los senderos que pierden árboles y biodiversidad y especies de plantas y animales; irrecuperables, por “inteligentes” que nos volvamos los humanos. Lo profanado es el verso y sus voces, en medio de un siglo aquejado por males que deberían acercarnos más los espacios sacro, y no alejarnos tanto de nosotros mismos.
Soy hija de un poeta que me enseñó a verme como parte de la naturaleza desde que no era un proyecto aún mi nacimiento. Esto marca un sino. Con Félix Guerra, mi padre, aprendí muy pronto palabras definitivas como verso, tierra, sintaxis, lenguaje y algunas muy graves como muerte, peligro, extinción, agujero, desierto.
En el año 2010 presentamos en La Habana un librito conjunto, trabajo de muchos años, Monte y ciervo herido, que habría de mostrarme de forma práctica cómo era eso de aunar los bosques y la poesía en una sola palabra aún no inventada. “Que
los bosques de la poesía nos devuelvan la poesía de los bosques” llegó a mi vida naturalmente, a través de un poeta, y poco después estaba hablando con otro poeta, Aldo Parfeniuk, uno de los fundadores del proyecto, que me iniciaba en el camino de crear Bosques de la poesía; guía que espero merecer, para hacer Bosques de la poesía en México, mi tierra adoptiva, uno de los países megadiversos del mundo que, entre 2001 y 2021, perdió más de medio millón de hectáreas de bosques, una superficie capaz de cubrir casi cinco veces la Ciudad de México, según “Los bosques que perdimos”, una investigación sobre veinte años
de deforestación en América Latina y el Caribe. (1)
Así como mis padres fueron un día mis árboles, México y también la poesía se han convertido en patria, una vez fragmentado el hogar. Así que me honra la posibilidad de juntar poetas, de crear bosques, de devolver a la tierra de la que germino todos los días una esperanza, y a las generaciones futuras, una posibilidad.
Agradezco al poeta Ángel Martínez Haza, que me puso los bosques de la poesía en el imaginario y luego en la realidad, y me puso también el puente. A Aldo. A los poetas de los bosques que aún no conozco, a los amigos con los que cosecharemos nuevos versos entre la floresta; a Vanessa Patiño, una artista que (1) https://bosqueslatam.distintaslatitudes.net/ abraza y canta todos los días a los árboles de su bosque, como si fueran ella, como lo hacía aquel abuelo legendario del que hablaba Saramago, y que de solo mencionarlo me dijo: “Quiero hacerlo.

 

Gabriela Guerra Rey

es una joven escritora y periodista cubana-mexicana. Vive en la ribera de una canal de la histórica y selvática Xochimilco, desde donde nos envía la nota que hoy publicamos, gratificados por su esperanzado trabajo en sumar nuevos Bosques de la Poesía y a modo de anticipo celebratorio de la “Semana del árbol”, a cumplirse en la última semana de agosto. La escritora y ambientalista posee una rica experiencia en poesía, narrativa, periodismo, divulgación científica y docencia, con varios libros publicados.  Es socia-fundadora y directora editorial de Editorial Aquitania Siglo XXI. Fundó y dirige la revista cultural (digital) A4manos. Entre otras distinciones en 2016 obtuvo el Premio Juan Rulfo a primera novela por Bahía de Sal, otorgado por el Instituto Nacional de Bellas Artes de México.

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