Mi amistad con Pardal, después de la muerte

Por Coqui Di Raddo (Especial desde Resistencia, Chaco)
martes, 11 de febrero de 2025 · 11:25

Por Coqui Di Raddo (Especial desde Resistencia, Chaco)

(El autor de la nota es el mentor y propietario del emblemático restó La Vaca atada, refugio de bohemios, escritores, periodistas, militantes, músicos, artistas y los respetados menchos enchamigados).

 

 

Foto: Raqui, el célebre Pardal cuyo nombre en el DNI era José Luis Rivero, y el autor de esta nota Coqui Di Raddo.

 

Ya pasó más de un año que te piantaste sin preámbulo para otra constelación .Yo, como loco malo sigo todas las noches por la Güemes al 700 y pico, buscándote sentado en la oscuridad de tu vereda con una "zacerve" y dos vasos, mientras revolotean los pájaros ciegos de alas membranosas en el árbol del vecino.
Paso manejando despacito tratando de perforar el silencio negro y últimamente, comencé a pensar que si te llego a ver en una de esas, será justamente porque ya me uní a tu constelación, y la de todos los otros amigos que ahí comparten tu luz.
Sería imposible computar las miles de horas que pasamos desmenuzando infinidades de importantísimos temas triviales y superfluos, cuyo único fin era estirar el despido del último sorbo de birra.
Desde un vistazo al teorema de Tales, pasábamos al listado de hidrocarburos, previa síntesis somera de similitudes y diferencias entre el peronismo y el socialismo... nunca pude hacerte calentar en una discusión básica.
Breve comentario del flaquito de bigotes que espera escondido que se duerma la mamá, viuda del 3° piso para dejarla "charol espejo"  a su noviecita. 
Desde la vereda del nido del cuco, éramos unos privilegiados observadores de todo el barrio, pero como el Pardal no era ni botón, ni chismoso, lo único que miraba, era el nivel de la "zacerve" y el de mi vaso para que no le saque ventajas.
Todo ingenio, todo solidaridad. Una máquina inventando locuras que solo el profundo tajo que le produjo la amoladora sin protección en la mano, en sus últimos tiempos, le frenó la fabricación de cometas en serie, que pensaba regalarle a los niños del barrio. O los juguetes de cartón prensado y madera terciada, mientras un jamón crudo con hueso que le llevó noventa días de elaboración, se lo morfamos en menos de media hora.
Todas las noches, te busco para reírnos a carcajadas de todas las cosas que nos salieron para la mierda, y por las alegrías que nos atropellaron por la espalda.
Siempre escuché decir...
"Solo se mueren aquellos a los que nadie recuerda"
¡Esperame Pardal que esta noche paso !

 

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