Incendios convirtieron a Portugal en un infierno

Al menos 30 personas debieron ser hospitalizadas. Al parecer, el incidente habría sido intencional.
lunes, 22 de julio de 2019 · 12:08

Portugal.- El recuerdo del desastre de 2017, cuando los incendios forestales se cobraron la vida de más de cien personas, hizo que las alarmas sonaran fuerte en Portugal, donde más de 1.600 brigadistas trabajaron durante todo el fin de semana para extinguir las llamas desatadas, al parecer de manera intencional, unos 200 kilómetros al norte de Lisboa.

Buena parte del operativo, que incluyó 340 vehículos e hidroaviones, se concentró en la localidad de Vila de Rei, en el centro del país, donde el fuego estaba este domingo limitado al 60%. "Teniendo en cuenta la dificultad del terreno, no logramos controlarlo", dijo el comandante de Protección Civil para la región centro, Luis Belo Costa.

En tanto, cerca de Vila de Rei, en la aldea de Mação, un sujeto de unos 55 años fue detenido, acusado de haber iniciado los incendios forestales. "Fueron horas muy complicadas. El fuego llegó desde varios lados y rodeó la aldea", comentó un habitante de Castanheiro Grande. Según detallaron las autoridades, el fuego provocó heridas de distinta gravedad a 30 personas en la región de Castelo Branco, en su mayoría por "inhalación de humo", mientras que una debió se trasladada a Lisboa en grave estado.

En tanto, cerca de Vila de Rei, en la aldea de Mação, un sujeto de unos 55 años fue detenido, acusado de haber iniciado los incendios forestales. 

En Freixoeiro, donde la mayoría de las casas estaba ocupada por turistas, las propias familias que estaban de vacaciones debieron asumir la responsabilidad de combatir las llamas, ya que los bomberos de la zona se habían quedado sin agua. Allí, una mujer y sus cuatro hijos, oriundos de Lisboa, no dudaron en tomar las mangueras y las azadas para salvar la vivienda que habían comprado en enero último.

"No llegaron aquí los bomberos. Fuimos sólo nosotros y unos chicos de la población, éramos diez personas en total, que conseguimos salvar nuestra casa y otras dos vecinas", contó Maria Resende, madre de los cuatro pibes con los que iba a estar despierta toda la noche para controlar las llamas.

"Compramos esta casita en enero para salir de la ciudad y en el primer año nos pasa esto, es una recepción que no se le desea a nadie", concluyó.

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