Los edificios más curiosos del mundo

domingo, 9 de agosto de 2020 · 03:53

Mundo. No todos los arquitectos se muestran interesados en construir imponentes rascacielos o bellas casas o edificios. También los hay que están más preocupados por dejar su sello de originalidad (aunque no siempre con buen gusto). Estos son algunos de los edificios más curiosos que en la actualidad existen en el mundo.

La Hundertwasserhaus (Viena): Probablemente este peculiar y colorido edificio no sea el más raro de la lista, pero su creador se ha ganado un puesto en el top de excentricidades: Friedensreich Hundertwasser (nombre inventado por él mismo), nació en Viena en los años 20 aunque falleció como neozelandés. Durante su vida le dio tiempo a fundar una propia corriente propia: el transautomatismo, algo así como un surrealismo que se basa en las formas orgánicas. La Hundertwasserhaus es uno de los edificios más icónicos de la ciudad.

Esta mezcla de edificios que parecen haber surgido de la nada, pegados unos a otros, son en realidad un complejo residencial. Fue construido entre 1983 y 1986 y, a muchos visitantes que acuden a verlo (es parada obligatoria) les suele recordar a Gaudí.

La casa danzante (Praga): Este particular edificio despierta amores y odios por igual en la ciudad. Fue construido entre 1992 y 1996 por el arquitecto checo-croata Valdo Milunc en colaboración con Frank Gehry (arquitecto del Guggenheim de Bilbao) y representa (se supone) a dos bailarines en plena danza, de hecho en un primer momento se la conoció como 'Fred y Ginger' por los populares bailarines.

 Se trata de un edificio deconstructivista que destaca bastante entre sus 'compañeros' más góticos y barrocos, de ahí los recelos que despierta, aunque, en general, las críticas son favorables.

La casa torcida (Polonia): Este insólito edificio también se encuentra en Europa. Krzywy Domek, que es su nombre polaco, está en la ciudad de Sopot. y fue construida en 2004 según un proyecto de los arquitectos Szotynski y Zaleski, que a su vez fueron inspirados por los cómics de Jan Marcin Szancer y Per Dahlberg.

 Actualmente, la casa torcida es en realidad un centro comercial, tiene una extensión de 4.000 metros cuadrados y se encuentra en el corazón de la ciudad. Original, desde luego, es.

La casa al revés (Alemania): Dicen que la casa no se debe empezar por el tejado, pero, ¿y si el tejado es lo que asienta la casa? Este peculiar edificio atrae a miles de turistas al año y se encuentra en Bispingen. La construyeron en 2008 los arquitectos Klaudiusz Golos y Sebastián Mikiciuk como parte del proyecto ´El mundo al revés´.

Como curiosidad, no es la única casa al revés del mundo. Por ejemplo, en Szymbark, Polonia, existe una edificación de una casa invertida que simboliza el cambio del comunismo a los tiempos actuales.

Hotel Tianzi (China): A primera vista podría parecer una construcción del siglo I a.C, pero lo cierto es que en realidad se trata de un lujoso hotel que se encuentra en la localidad de Yanjiao (provincia de Hebei). En 2001 entró en el Guiness de los Récords por ser el hotel más fotografiado del mundo (y normal).

Los tres señores que representa son, en realidad, los tres dioses taoístas Fu, Lu y Shou (o felicidad, prosperidad y longevidad). Como curiosidad: la entrada se encuentra en el pie de Shou, de larga barba blanca, y el melocotón que sujeta en su mano izquierda es una suite.

Casa Milá (Barcelona): No siempre hace falta irse lejos para encontrar cosas apasionantes. Es el ejemplo de La pedrera, costruida por Antonio Gaudí para Pere Milá (de ahí su nombre) y Roser Segimon, es el edificio civil más emblemático del arquitecto (además del último que realizó) y presenta formas extraidas de la naturaleza.

Fue levantada entre 1906 y 1912 y, al parecer, su construcción fue compleja, no exenta de polémica, problemas financieros y legales. Gaudí cambiaba constantemente sus proyectos para ir modelando el aspecto y estructuras del edificio, por suerte, llegó al final y a día de hoy podemos disfrutar viéndola.

Torres Blancas (Madrid): El edificio, de 81 metros de altura, es una estructura a base de cilindros rodeados en todo su perímetro por balcones y tiene 23 plantas. Lo curioso es que su nombre es engañoso, se trata de una sola torre y desde luego no es blanca, sino gris, pues está hecha de hormigón.

 Según cuentan, Francisco Javier Sáenz de Oiza, el arquitecto, se basó en la idea del racionalismo de Le Corbusier para construir viviendas con jardines en altura y en las propuestas organicistas de la Torre Price de Frank Lloyd Wright. (Fuente: elconfidencial.com)

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