"La democracia americana depende de la neutralidad de sus fuerzas armadas"

Diez ex secretarios de Defensa de los EE UU alertan sobre la posibilidad de un golpe militar

El hecho de que líderes de tanta importancia, demócratas y republicanos, hayan llamado al orden constitucional, señala a las claras que Trump y sus seguidores han apelado a ellas a fin de destruir la democracia contemporánea más antigua del mundo y perennizarse en el poder como una vulgar dictadura.
lunes, 4 de enero de 2021 · 18:12

Por Alejandro Sánchez-Aizcorbe y Marcela Valencia Tsuchiya

(Especial para El Diario de Carlos Paz desde Baltimore, EE.UU.)

 

El día de ayer (3/1/21), el Washington Post publicó un artículo de opinión sin precedentes firmado por diez ex secretarios de defensa del país del Norte. Tal como pronosticamos en El Diario de Carlos Paz, la continuidad de la democracia americana depende de la neutralidad de sus fuerzas armadas. El hecho de que líderes de tanta importancia, demócratas y republicanos, hayan llamado al orden constitucional, señala a las claras que Trump y sus seguidores han apelado a ellas a fin de destruir la democracia contemporánea más antigua del mundo y perennizarse en el poder como una vulgar dictadura. A renglón seguido, ofrecemos a los lectores una traducción de dicha carta.

 

Como ex secretarios de Estado, compartimos una visión común respecto a las solemnes obligaciones de las fuerzas armadas de los Estados Unidos y del departamento de Defensa. Cada uno de nosotros juró apoyar y defender la Constitución contra todos los enemigos, extranjeros y domésticos. No le juramos a un individuo ni a un partido.

Las elecciones americanas y la resultante transmisión pacífica del poder son el sello de nuestra democracia. Con una singular y trágica excepción que costó la vida de más americanos que todas las otras guerras combinadas, Estados Unidos exhibe un récord no batido de tales transmisiones desde 1789, inclusive en tiempos de lucha partidaria, guerra, epidemias y depresión económica. Este año no debe ser la excepción.

Nuestras elecciones ya han ocurrido. Se han llevado a cabo recuentos y auditorías. Las apelaciones adecuadas han sido atendidas por las cortes. Los gobernadores han certificado los resultados. Y el colegio electoral ha votado. La hora del cuestionamiento de los resultados ya pasó; ha llegado el momento del recuento formal de los votos del colegio electoral, según lo disponen la Constitución y la ley.

Tal como los altos líderes del departamento de Defensa han señalado, “no le cabe ningún papel a la milicia en cuanto a determinar el resultado de la elección en los Estados Unidos.” Los esfuerzos destinados a involucrar a las fuerzas armadas de los Estados Unidos en la solución de las disputas electorales nos llevarían a un terreno peligroso, ilegal e inconstitucional. Los funcionarios civiles y militares que dirigen o llevan a cabo tales medidas serían responsables, enfrentando inclusive potenciales penas criminales por las graves consecuencias de sus acciones para la república.

Las transmisiones del mando presidencial, que todos nosotros hemos experimentado, constituyen una parte crucial de la transferencia del poder. A menudo, ellas ocurren en tiempos de incertidumbre internacional acerca de la política y postura de seguridad nacional de los Estados Unidos. Y asimismo pueden ocurrir cuando la nación es vulnerable respecto a las acciones de los adversarios que buscan sacar ventaja de la situación.

Dados estos factores, particularmente mientras las fuerzas armadas de los Estados Unidos están comprometidas en operaciones activas alrededor del mundo, es tanto más imperativo que la transición en el departamento de Defensa se realice completa, cooperativa y transparentemente. El secretario interino de Defensa Christopher C. Miller y cada uno de sus subordinados —asesores políticos nombrados, funcionarios y empleados del Estado— están obligados por juramento, por ley y precedentes a facilitar la entrada de la nueva administración, y a hacerlo con el debido entusiasmo. Deben asimismo abstenerse de cualquier acción política que socave los resultados de la elección o dificulte el éxito del nuevo gobierno.

Los emplazamos, en los términos más enérgicos, a hacer lo mismo que han hecho tantas generaciones de americanos antes que ellos. Esta acción final responde a las más altas tradiciones y profesionalismo de las fuerzas armadas estadounidenses, y a la historia de la transición democrática de nuestro gran país.

 

Ashton Carter, Dick Cheney, William Cohen, Mark Esper, Robert Gates, Chuck Hagel, James Mattis, Leon Panetta, William Perry y Donald Rumsfeld

 

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