El pueblo de Granada donde hay uno de los bosques de la poesía en España

Los 300 años de Cogollos Vega visto por un cura escritor

Por Manuel García Hernández (Párroco de Cogollos Vega)
lunes, 27 de febrero de 2023 · 11:29

Por Manuel García Hernández

(Párroco de Cogollos Vega)

 

Es necesario es acoger y valorar con mirada agradecida todo el torrente de vida que nos ha llegado desde tiempos remotos. Como decía aquella hermosa canción: “gracias a la vida que me ha dado tanto”, la actitud de agradecimiento y respeto son parte constitutiva de una manera de ser y de convivir que resulta imprescindible a la hora de valorar, compartir y promocionar los dones que la historia y la generosidad y empeño de nuestros antepasados nos han legado. Comenzando por el paisaje, Cogollos tiene el privilegio, junto con los otros pueblos que forman esta demarcación de “la Alfaguara”, de estar situado en un enclave de gran riqueza medioambiental. Las agrestes elevaciones montañosas que nos rodean, gracias a su naturaleza esencialmente carbonatada, hacen posible la circulación de caudalosas corrientes de aguas subterráneas que generan numerosas cuevas, cada vez más conocidas y valoradas, gracias a los valiosos trabajos de la Asociación de espeleólogos granadinos. De entre ellas, la “Cueva del Agua”, entre los municipios de Iznalloz y Cogollos, destaca por su grandiosidad y belleza, auténtica “catedral natural”, que ojalá pueda ser abierta algún día al público para bien de todos. Por otra parte, las aguas subterráneas de nuestras sierras salen con frecuencia en forma de manantiales, especialmente en el límite con los terrenos rojizos de cultivo, lo que supone una riqueza inestimable para la vida de este municipio; entre otras razones, por ser aguas de gran calidad que hacen posible el buen pan de esta región, que tiene merecida fama en la elaboración de este alimento base. Por otra parte, la gran extensión de terrenos de cultivo en esta zona ha favorecido la conservación de los olivos de la variedad “loaimes”, característica de Cogollos, que proporciona un aceite de alta calidad, y que gracias a la Cooperativa san Antonio, está siendo cada vez más conocido y valorado en numerosos lugares. Es la principal riqueza agrícola de Cogollos, una de las señas de identidad de este pueblo, que está relacionada con la proclamación de san Antonio como patrón en unos años de ruina en la cosecha de aceituna[1]. El “jardín de la Paz” inaugurado el año 2021 en esta localidad, supuso el reconocimiento de Cogollos y de su tradición olivarera en el ámbito mediterráneo; un jardín erigido como signo de concordia entre las tres culturas monoteístas, que acogen el olivo como símbolo de la paz.

No es de extrañar, por tanto, que, con unas condiciones de vida tan favorables, este entorno geográfico fuese ocupado por asentamientos humanos que han dejado aquí una importante huella arqueológica, desde el Paleolítico medio, pasando por el Neolítico, periodos romano y musulmán. Esta riqueza histórica y cultural ha dado motivo a la reciente creación de un Centro de Interpretación, que alberga una interesante colección de restos arqueológicos de estos periodos y que está significando una buena promoción del patrimonio cultural de Cogollos. El generoso empeño e interés de tres personas que quiero nombrar en este momento, por razones de justicia y afecto, hizo posible la realización de este importante proyecto ; se trata de Doña Josefa Ortega Morales, Don Francisco Fernández Luis y fray Francisco Luzón Garrido, sacerdote capuchino[2]. Nuestro más profundo reconocimiento a ellos y a su labor por parte de todo el pueblo.

El Periodo musulmán han dejado, en Cogollos Vega, una valiosa impronta en los Baños árabes, recientemente inaugurados, tras una primera fase de acertada restauración. El Torreón del siglo XIV, que domina un amplio panorama paisajístico, situado entre los municipios de Deifontes y Cogollos es otro importante testimonio d la cultura islámica en estos territorios. Ya a principios del siglo XVI existe constancia de la construcción de la primera iglesia, según consta en la documentación del Archivo parroquial; el templo actual se fue construyendo entre los siglos XVII y XVIII, y alberga el espléndido retablo de la capilla mayor y otros laterales, con valiosas imágenes de la Escuela granadina barroca. La talla de san Antonio, de esmerada hechura, realizada con motivo de la proclamación como patrón en 1723, también pertenece a esta escuela de imaginería. Los acontecimientos vividos en Cogollos con motivo de tan importante acontecimiento, fueron la expresión de la profunda religiosidad que siempre caracterizó a los cogolleros. Sin embargo, hay que reconocer la dolorosa huella que la Guerra civil dejó en este municipio, simbolizada en el emblemático enclave del Peñón de la Mata, escenario de tanta muerte y desolación. Esta desgraciada sombra todavía parece no haber desaparecido del todo en el inconsciente colectivo de esta localidad.

El importante bagaje histórico, que ha ido enriqueciendo a Cogollos a lo largo de tantos siglos, debe ser acogido y valorado en la actualidad, para que no se pierda en el mero recuerdo u olvido. La educación e interés por la cultura, que empieza en la familia, debe ser un estímulo constante a propiciar en las nuevas generaciones, tarea debemos realizar entre todos, especialmente en este año. La labor encomiable realizada por el Instituto de Enseñanza Secundaria y Formación Profesional “Emilio Muñoz” y la Residencia “Atalaya” suponen una apuesta por la formación de la nuevas generaciones desde hace más de 50 años.

Las instituciones y asociaciones de Cogollos estamos de acuerdo en que las celebraciones conmemorativas de este año no se pueden limitar a los actos religiosos, por muy importantes que estos lleguen a ser (en este sentido, los cursos de formación sobre los evangelios será un tema importante a abordar por parte de la Parroquia, como buena forma de honrar a san Antonio).  Todo lo que forme parte de un auténtico desarrollo integral será bienvenido y promocionado a lo largo de este año. Deseo resaltar y agradecer el intenso trabajo y empeño, en este sentido, de la Hermandad de san Antonio, que está superando todas las actuaciones prevista; entre otras, la difusión del centenario en numerosas localidades de la provincia de Granada.

Para llevar a cabo la tarea que tenemos por delante, contamos con los valores intrínsecos del carácter cogollero: generosidad, don de gentes y capacidad de acogida. Pero también, por razones de puro realismo, he de señalar algún escollo que es constitutivo de la idiosincrasia de Cogollos: una dosis de indiferencia individualista que dificulta la participación e interés por los proyectos colectivos. La tradición cristiana llamó, ya desde los primeros siglos, acedía o acedia a esta apatía, que se trasmite sutilmente y constituye un peligroso obstáculo para el desarrollo del bien común. Para terminar, me atrevería a estimular a un compromiso comunitario que ayude a superar dicha tendencia paralizante, recordando las sabias palabras de esta andaluza universal que es María Zambrano, cuando dijo: Cada época se justifica ante la historia por el encuentro de una verdad que alcanza claridad en ella. ¿Cuál será nuestra verdad? ¿Cuál nuestra manifestación?

 

[1] En el Archivo parroquial de Cogollos se conserva el valioso documento de proclamación de san Antonio como patrón, en 1723. El motivo fue pedir su intercesión para que librara al pueblo de la plaga que venía afectando a la aceituna, durante varios años. Ver García Hernández, M. Una vida y un patronazgo: san Antonio de Padua (1195-1231). Patrono de Cogollos Vega. Ed. Entorno Gráfico, Granada, 2017

[2] La Orden religiosa de Capuchinos tuvo una presencia muy viva y prolongada en Cogollos Vega; el beato Leopoldo de Alpandeire visitaba con frecuencia esta localidad, siendo muy bien acogido por los vecinos. Fray Francisco Luzón encarna un valioso testimonio de la presencia capuchina en este pueblo. Su interés y entrega por la historia de Cogollos ha quedado recogida en una interesante obra escrita: Leyendas y Tradiciones del pueblo de Cogollos Vega, Ed. Entorno Gráfico, Granada, 2014. También es autor de una extensa obra en preparación: Apuntes para una historia de Cogollos Vega.

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