Por su salud, el papa Francisco canceló su presencia en el “Vía Crucis”

sábado, 30 de marzo de 2024 · 02:34

Vaticano. El Papa Francisco presidió este viernes un servicio religioso de Viernes Santo en la Basílica de San Pedro pero más tarde canceló su participación del Vía Crucis en el Coliseo de Roma para conmemorar el día más sombrío del calendario cristiano, que marca la muerte de Jesús por crucifixión.

Francisco, de 87 años, ha sufrido algunos problemas respiratorios en los últimos tiempos pero ayer presidió, aparentemente sin problemas, la misa del Jueves Santo en una cárcel de mujeres de Roma y ayer la ceremonia de la pasión de Cristo en la basílica de San Pedro.

La decisión del papa ha sido de última hora dado que se colocó el sillón en el que debía seguir el vía crucis en la colina del Palatino, frente al Coliseo, donde tiene lugar esta ceremonia por ser el símbolo de la persecución de los primeros cristianos.

Francisco escribió personalmente las meditaciones de este año, una primicia en sus 11 años de papado. Incluyen alabanzas a la mansedumbre y el perdón en respuesta a los actos de maldad, y oraciones por los cristianos perseguidos y las víctimas de la guerra.

El Papa, que ha pedido que la Iglesia esté menos dominada por los hombres, también alabó a las mujeres que ayudaron a Jesús mientras cargaba con la cruz, y suplicó por “aquellas (mujeres) que en nuestros días son explotadas y soportan la injusticia y la indignidad”.

En otro signo de su atención a las mujeres, Francisco realizó el jueves el ritual del lavatorio de pies, que recuerda el gesto de humildad de Jesús a sus apóstoles en la Última Cena, en una cárcel de mujeres de Roma.

El Viernes Santo conduce al domingo a la Pascua, la fecha más importante y alegre del calendario litúrgico de la Iglesia, que conmemora el día en que los cristianos creen que Jesús resucitó de entre los muertos.

Francisco presidirá la Vigilia Pascual el sábado y el domingo celebrará la Misa de Pascua y leerá su doble mensaje y bendición “Urbi et Orbi” (a la ciudad y al mundo) desde el balcón central de San Pedro.

El Pontífice, de 87 años, con problemas de movilidad y respiratorios, pero que esta semana parecía más en forma, llegó a San Pedro en silla de ruedas, junto a cardenales y obispos, para el oficio de la Pasión del Señor del Viernes Santo.

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