El nuevo presidente de EE.UU. anunció duras medidas

Asumió Trump: salida del Acuerdo de París y deportación de inmigrantes

martes, 21 de enero de 2025 · 01:06

EE.UU. Donald Trump juró ayer como nuevo presidente de Estados Unidos, dando paso a otro mandato de cuatro años con promesas de llevar al límite el poder ejecutivo, deportar a millones de inmigrantes, lanzar represalias contra sus enemigos políticos y transformar el papel de Estados Unidos en la escena mundial.

La toma de posesión de Trump completa un regreso triunfal para un político que sobrevivió a dos juicios de destitución, una condena por delito grave, dos intentos de asesinato y una acusación por intentar anular su derrota electoral en 2020.

 

Las duras primeras medidas

 

Entre otras cosas, Trump anunció en su discurso que indultará a "muchas" de las personas acusadas por los ataques del 6 de enero de 2021 contra el Capitolio de Estados Unidos, cumpliendo así una promesa expresada a menudo durante la campaña electoral.

Asimismo, firmó un decreto para retirar por segunda vez a Estados Unidos del acuerdo de París sobre el clima, un mazazo para los esfuerzos globales contra el calentamiento global mientras se intensifican los fenómenos meteorológicos catastróficos en todo el mundo.

Acto seguido rubricó una carta formal dirigida a la ONU, notificando al organismo la decisión del país de abandonar el histórico acuerdo de 2015, que busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que impulsan el cambio climático.

 

"La era dorada de Estados Unidos empieza ahora"

 

Con esa frase arrancó Donald Trump su primer discurso tras asumir este lunes el cargo como 47° presidente de Estados Unidos.

"En cada uno de mis días al frente de gobierno, pondré a Estados Unidos primero", dijo en la rotonda del Capitolio, en Washington DC.

"A partir de este día, nuestro país florecerá y será respetado", siguió. "Nuestra prioridad será crear una nación que sea orgullosa, próspera y libre".

"Nuestra soberanía será restablecida. Se reinstaurará nuestra seguridad. Se reequilibrará la balanza de la justicia. Se pondrá fin al uso político despiadado, violento e injusto del Departamento de Justicia y de nuestro gobierno. Nuestra máxima prioridad será crear una nación orgullosa, próspera y libre", explicó.

Pronunció las palabras ante una audiencia formada por su esposa y nueva primera dama, Melania Trump, y otros miembros de su familia; expresidentes como Joe Biden, Barack Obama, George W. Bush y Bill Clinton; representantes del Congreso y de la Corte Suprema, y los magnates tecnológicos Elon Musk y Mark Zuckerberg, entre otros 800 invitados a la ceremonia.

"Hace unos meses, en un bonito mitin de Pensilvania, un grupo de asesinos me perforó la oreja. Pero mi vida se salvó por algo: Dios me salvó para hacer a EE UU grande de nuevo", dijo Trump, haciendo referencia al ataque que sufrió en plena campaña el pasado mes de julio.

Ahora, "tengo la esperanza de que las recientes elecciones sean recordadas como las más grandes y consecuentes en la historia de nuestro país", añadió.

"Es la revolución del sentido común", subrayó.

"El 20 de enero de 2025 es el día de la liberación", clamó, provocando un fuerte aplauso en la Rotonda.

 

Emergencia nacional y deportación de inmigrantes

 

Tal como se esperaba, en su discurso adelantó que declarará la "emergencia nacional" en la frontera entre EE.UU. y México para frenar la inmigración y que enviará allá a las tropas para "arreglar el desastre".

La declaración de emergencia nacional le permitirá militarizar el área colindante y sellar los pasos de entrada a EE.UU., además de destinar más fondos y recursos a la "deportación masiva" que lleva meses prometiendo.

"Se detendrá inmediatamente toda entrada ilegal, y comenzaremos el proceso de devolver a millones y millones de extranjeros criminales a los lugares de donde vinieron", proclamó en ese sentido.

"Restableceremos mi política de 'quédate en México', pondré fin a la práctica de 'captura y puesta en libertad' y enviaré tropas a la frontera sur para repeler la desastrosa invasión de nuestro país", continuó.

También avanzó que nombrará a los carteles mexicanos del narcotráfico "organizaciones terroristas".

"E invocando la ley de enemigos extranjeros de 1798, ordenaré a nuestro gobierno que utilice todo el inmenso poder de las fuerzas del orden federales y estatales para eliminar la presencia de todas las bandas y redes criminales extranjeras que traen delitos devastadores a suelo estadounidense, incluidas nuestras ciudades y centros urbanos", agregó.

Además, como ya había dicho antes, confirmó que pretende cambiar el nombre del Golfo de México por el de Golfo de América.

Y entre otras decisiones que afectarían a América Latina, adelantó que tiene la intención de recuperar el control del Canal de Panamá.

 

Solo dos géneros, impuestos y combustibles fósiles

 

El nuevo presidente también ahondó en algunas de las medidas sociales que pretende tomar.

"Habrá solo dos géneros: hombre y mujer", explicó Trump, en la línea de sus esfuerzos para restringir los derechos de la comunidad transgénero.

Y se explayó sobre todo en las decisiones económicas.

"En vez de poner impuestos a nuestras ciudades, pondremos impuestos a otros países para enriquecernos", aseguró el nuevo presidente.

Al criticar la inflación en Estados Unidos, Trump le dijo adiós al pacto para promover las energías limpias del gobierno de Biden y a la apuesta por los vehículos eléctricos: "Vamos a perforar, baby, a perforar".

"Volveremos a EE.UU. una nación rica de nuevo", gracias al "oro líquido que tenemos bajo los pies", agregó.

Además de centrarse en explotar los combustibles fósiles, el republicano agregó que se impulsará la manufactura nacional, haciendo un guiño a los trabajadores del sector automotor.

Aprovechó también para prometer que se colocará la bandera estadounidense en Marte.

"Perseguiremos nuestro destino manifiesto hacia las estrellas, lanzando astronautas estadounidenses para plantar las barras y estrellas [de la bandera] en el planeta Marte", aseguró.

"Si trabajamos juntos no hay nada que no podamos hacer ni nada que no podamos alcanzar", dijo en la recta final de su discurso.

"No hay nada imposible. Estoy ante vosotros como prueba viviente de que nada es imposible. En EE.UU., lo imposible es lo que mejor hacemos", afirmó.

"Estoy con ustedes, lucharé por ustedes y ganaré para ustedes. Ganaré como nunca antes", prometió.

"Nada se interpondrá en nuestro camino porque somos estadounidenses y nuestra edad dorada acaba de comenzar. Gracias. Dios bendiga a Estados Unidos", cerró.

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