¿Por qué no dejaron televisar la audiencia de la vicepresidencia electa?

Cristina declaró y dijo que tuvo una suerte bárbara en los sorteos. Siempre me toca Bonadío o Ercolini.

lunes, 2 de diciembre de 2019 · 14:09

Pocos días antes de asumir como vicepresidenta, Cristina Kirchner fue indagada este lunes por primera vez en su vida en el marco de un juicio oral en su contra. Es por la causa que investiga presuntas irregularidades en la concesión de obra pública en la provincia de Santa Cruz, que la tiene a ella y al empresario Lázaro Báez como principales acusados.

En el inicio de la audiencia, la ex mandataria expresó: “Voy a declarar y oportunamente contestaré preguntas”. Sobre el final de la indagatoria, quedó claro que esa oportunidad no será este lunes, ya que luego de hacer una exposición, se levantó y se opuso a contestar las inquietudes del tribunal.

Luego de pedir que le acerquen una botella con agua, la vicepresidenta electa inició su relato y expuso durante más de tres horas. Se quejó porque el tribunal rechazó que sus palabras fueran televisadas en vivo e inició su declaración aludiendo al lawfare. En esta nota, las frases más destacadas.

- “Si alguien tenía dudas de la existencia del lafware, la lectura del presidente del tribunal del rechazo del recurso de la transmisión es una clase práctica del lawfare en Argentina llevado a cabo por este tribunal”.

- “Esta causa que hoy esta aquí, que se conoce como la causa de la corrupción de la obra pública, tuvo una difusión mediática en vivo y en directo inédita. Y así fue durante todo el juicio. Además, la causa cayó por sorteo (hizo con los dedos las comillas), voy a tener que comprar un número de la lotería. Siempre me toca Bonadio o Ercolini. Todo trasmitido en vivo y en directo. Y ni que hablar cuando comenzó el juicio: se transmitió en vivo y en directo toda la acusación. Nunca en mi vida escuché un guion en lugar de una acusación fiscal”.

- “No solo todo el juicio de instrucción fue difundido, sino que era tema en 20 millones de programas de televisión. Hubo cinco audiencias completas que fueron transmitidas en vivo y en directo y en los pasajes más escabrosos del guion fiscal apuntaban a mi cara. Eso es el lawfare: que los medios de comunicación publiciten cosas que no figuran en el expediente o que no son delitos para conformar a la opinión pública y con eso los jueces no tengan otra alternativa que condenar. Eso es para presionar a los jueces probos. Es para construir mediáticamente lo que no pueden comprobar jurídicamente”.

Mirando a los jueces: “¿No les parece que tiene impacto que la vicepresidenta de la Argentina está acusada de asociación ilícita, de ser la jefa de una banda? ¿En serio les parece que no?, ¿en serio me lo dicen?, ¿en serio?”.

- Sobre la causa en la que está siendo acusada: “Fue un plan ordenado por el gobierno saliente”.

El gobierno utilizó la Oficina Anticorrupción y la UIF para impulsar las causas judiciales. El rol de la señora Laura Alonso, no abogada, que asume la OA. Se modificó el decreto para que pueda asumir. ¿Quién es el titular de la UIF? Mariano Federici, un ex funcionario del FMI. Eso no es reprochable, pero Federici viene del HSBC, una entidad financiera que ha sido internacionalmente perseguida por lavado de dinero. Y el HSBC tiene una causa en la Argentina. Podemos hablar de la estructura de la AFI, de Arribas y de Majdalani, y de la causa de Dolores, que el tribunal debería tener en cuenta”.

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